¿A quién le interesa hablar de recesión en Estados Unidos?
Los medios tradicionales de EEUU han comentado muy poco el considerable crecimiento económico de los primeros años de la administración de Trump. El odio a este presidente supera la responsabilidad que tienen los medios de informar al pueblo americano de lo bueno, malo y feo del gobernante. Se concentran en lo malo y feo, aunque requiera manipulación.
El Premio Nobel de Economía Paul Krugman, ahora convertido en activista político de The New York Times, escribió un artículo justo después de la elección de Trump, en el 2016, afirmando que Trump causaría una recesión. En otro artículo reciente, Krugman escribió que “el dinero inteligente cree que Trumponomics (la política económica del Gobierno Trump) es un fracaso”. Su predicción de la inminente llegada de una recesión se basa en el dato de que los bonos de inversión tienen la curva de rendimientos invertida. El rendimiento a plazo corto es superior al rendimiento a plazo largo. Según Krugman, que también anunció fallidamente en su momento la quiebra del euro y el rescate de España, este factor ha pronosticado una recesión seis veces en los últimos nueve casos.
En diferentes momentos, Larry Summers, economista de Obama, y Krugman declararon que creer en un crecimiento del 3% del PIB era como creer en hadas. Ambos economistas son muy críticos del “supply side economics” (economía que favorece a la producción a base de reducción de impuestos y regulaciones) aunque Reagan obtuvo un crecimiento económico excelente basando su política económica precisamente en esta misma teoría. Ahora cuando ambos economistas fueron contactados en el momento en que el PIB alcanzó dicho crecimiento desde el último trimestre del 2017 hasta el último del 2018, rehusaron responder. Está muy claro que hoy día la política está entrelazada con demasiadas profesiones.
Y es que una cosa son las predicciones y teorías y otra los datos reales. El Ministerio de Trabajo ha publicado los últimos números del paro y estamos a records históricos mínimos de desempleo: 3.7%. Los negros y los latinos tienen las tasas de paro más favorables de la historia y la diferencia del paro entre los blancos y los negros es la más pequeña que se ha medido en la historia del país. Hay seis millones en el paro, que es el número más bajo desde el 1975, aún teniendo un 60% de la población de hoy. Igualmente, el número de la población laboral con trabajo es el más alto de la historia, con 165 millones de personas trabajando. También la participación laboral ha subido del 62.9 al 63.2% y con ello los salarios, en un 3%. La media de las entradas de dinero de una familia en EEUU fue de $58.800 en el 2016 y la del 2018 fue de $61.200.
Las diferentes mediciones que hay sobre la confianza del consumidor también se hallan cerca de los máximos históricos.
Hay que tener en cuenta, que durante la administración de Obama, debido a la recesión del 2008, contó con numerosas medidas de estimulación económica por parte de la Reserva Federal. Desde estímulos multimillonarios, a créditos con 0% de interés, a la impresión de grandes cantidades de dólares. Por el otro lado, la economía de Trump ha sido objeto de ocho incrementos de interés, hasta llegar al 2.5%.
Obviamente, la RF sube los intereses cuando la economía es saludable con el propósito de evitar un recalentamiento o burbujas y mantener un crecimiento estable. Primordialmente debido a su guerra de tarifas con China, Trump quiere que bajen los intereses, ya que crearía condiciones favorables. Ningún otro presidente ha presionado como este a la RF, que se considera una entidad independiente. Y el no-muy-tímido de Trump, en otro de sus típicos tuits, acusó a la RF junto con China como los enemigos Nº1 de EEUU. Hay argumentos por ambos lados sobre la razones con las que ha actuado, pero su presidente, Jerome Powell, decidió rebajar algo recientemente los intereses alegando que la inflación era sólo del 2%. En una rueda de prensa, J. Powell también dijo que la economía estaba en un estado muy saludable y que las posibilidades de una recesión a plazo corto eran remotas.
Viendo toda esta situación, ¿cuál es la razón por la que los medios y los políticos auguran una recesión?
La explicación es sencilla. Ninguno de los presidentes en ejercicio que haya tenido una economía saludable durante la re-elección ha perdido su cargo. En mi opinión, Trump podría ser una excepción (por razones demográficas), pero minimizando o descalificando su economía se perjudicaría aún más sus probabilidades.
(La Tribuna del País Vasco)
Excelente artículo…