Diego Fusaro, impulsor del nuevo partido Vox Italiae: “Sin soberanía nacional, no puede haber democracia ni derechos sociales”
Carlos X. Blanco.- Diego Fusaro, uno de los filósofos más escuchados y leídos en este momento en Italia y en toda Europa, ha concedido una entrevista exclusiva a La Tribuna del País Vasco con motivo de la irrupción de un nuevo partido político soberanista, identitario y transversal en su país. En esta conversación, Fusaro matiza su vinculación con esa nueva fuerza política y aclara su ideario.
– ¿Qué es Vox Italiae? ¿Un nuevo partido político en Italia? ¿Un movimiento ciudadano que reconstruya la ruptura “populista” entre la Lega y el M5S?
-Vox Italiae es, en la realidad italiana, el primer partido soberano, populista y socialista. En Italia tenemos partidos globalistas de derecha (Forza Italia de Berlusconi), partidos globalistas de izquierda (Pd de Matteo Renzi y las otras formas de la izquierda fucsia y arco iris), partidos soberanistas y liberales (Lega, Fratelli d’Italia). No hay ningún partido que sea a la vez soberanista, populista y socialista, keynesiano y no thatcheriano, partido para las clases trabajadoras y no para el capital. Este partido es Vox Italiae. La soberanía es sin duda la condición de la democracia, pero no es suficiente. La soberanía se dice de muchas maneras: Bolsonaro -un servidor de los Estados Unidos, un liberal puro- no es Putin, Putin no es Morales, etc. Por cierto, no tiene nada que ver con Vox España, que es soberanista pero liberal. Después de la desintegración del gobierno gialloverde, hubo una tragedia: el gialloverde era populista y soberanista, con identidad y tendencias socialistas. Ahora el Movimiento 5 Estrellas ha vuelto a fluir hacia la izquierda cosmopolita fucsia y la Liga hacia la derecha liberal azul. Cualquiera que sea el bando que gane, gana el liberalismo.
– ¿Tiene usted ambiciones políticas?
– No soy miembro del partido, sino sólo el inspirador teórico: nunca he tenido carnets y no quiero tenerlos. Soy un libre pensador, no un político. No he fundado el partido, ni tampoco lo dirijo.
– Su movimiento “Vox Italiae” se presenta como una crítica a Salvini. ¿Podría concretar esa crítica?
– La Liga de Salvini es un partido soberanista y basado en la identidad, contrario a la UE, pero también es un partido liberal y atlantista. Nosotros somos soberanos, identitarios, contra la UE y también contra el liberalismo y la OTAN. Estamos a favor de un internacionalismo de Estados soberanos, democráticos y socialistas, libres del atlantismo y abiertos al eurasianismo. La Liga, en cambio, mira a Washington y su modelo económico es Thatcher, no Gramsci y Keynes.
– ¿Cómo se coordinaría “Vox Italiae” con las fuerzas y partidos políticos italianos actualmente existentes?
– No somos ni de derechas ni de izquierdas. Estamos a favor de un socialismo democrático que defienda al pueblo italiano, sobre todo a las clases trabajadoras: sin soberanía nacional, no puede haber democracia ni derechos sociales. Por esta razón, los amos cosmopolitas aspiran a destruir la soberanía nacional: destruir las democracias y los derechos sociales. Por eso, la recuperación de la plena soberanía económica, monetaria (no al euro), militar (no a la OTAN) es la condición sine qua non para tener una democracia obrera socialista. Precisamente porque no somos ni de derechas ni de izquierdas, nos aliaremos con todos aquellos que – citando a Gramsci – han venido por una u otra vía para oponerse al capitalismo global.
-¿Cree que es difícil romper la inercia del esquema “izquierda-derecha” que tanto parece beneficiar al globalismo y al “europeísmo”?
Es muy difícil romper la dicotomía entre la izquierda y la derecha, porque es la base del orden liberal. Mejor que el totalitarismo glamour del mundo liberal: te permite ser libremente lo que quieras, mientras seas liberal-liberalista. No se permiten otras posiciones. Por eso Italia es hoy emblemática: con el fucsia de izquierdas del Movimiento 5 estrellas y el azul-verde de derechas de la Liga, lo que existe no es sino un liberalismo cosmopolita de izquierdas y un liberalismo soberano de derechas. Pero el liberalismo siempre está ahí, en cualquiera de los casos. Se genera una alternancia sin alternativa. El liberalismo siempre gana, no importa si es fucsia o color azulejo. Tenemos que ir más allá. Para derribar el orden dominante, necesitamos una nueva geografía de la política: los de abajo vs. los de arriba, pueblo vs. elite, siervo vs. amo (Hegel).
Vox Italiae tiene como objetivo servir a los intereses de los más desfavorecidos, del pueblo, del siervo: soberanía nacional, más Estado y menos mercado, más derechos sociales y menos competitividad, etc. Obviamente, dirán que esto es “rojipardo”: así que el pensamiento único difama a cada izquierda que no es fucsia globalista y a cada derecha que no es azul liberal. A la derecha, dirán que somos rojos. A la izquierda, que somos negros. La verdad es que no somos ni fucsia ni azul aciano (bluette). El pensamiento único -que también descartaría a Gramsci y Fidel Castro como rojipardos- no sólo es políticamente correcto. También es cromáticamente correcto. Sólo acepta tonos homogéneos con el arco iris globalista, que es un falso arco iris: esconde el gris del nihilismo de la civilización post-metafísica de los mercados y del relativismo absoluto en el que se basa.
* Entrevista publicada en La Tribuna del País Vasco, medio con el que Alerta Digital acordó intercambiar algunos de sus contenidos para enriquecer y mejorar nuestras respectivas ofertas informativas.
Fusaro es muy brillante y sabe lo que se hace, Fraco era socialista, pero supo virar hacia un liberalismo que anteponía sus intereses egoístas al interés nacional y soberano de ESPAÑA. No hay nada malo en ser keynesiano si estás en contra de la inmigración y das prioridad al local sobre el extranjero, ojalá Podemos fuera así El socialismo es una ideología anterior al marxismo o al comunismo, pero para entender eso habría que saber quien fue Saint Simon, Proudhon o Fourier. El Frente Nacional de Marine Le Pen es keynesiano y bebe ideológicamente de fuentes como el comunitarismo o… Leer más »
Salvini es de lo menos OTANista y liberal que hay en el espectro. Sí es cierto que deben ceder en ciertas áreas dada la coyuntura. Es muy fácil ser purista desde la barrera. Si no estuviera la Lega, éstos serían creíbles, estando la lega, suena a cuña.
Y despues de toda esa paleta de ideas en su cabeza seguro que se baña con Soros en su piscina y acude a elegantes logias donde flota en colores.
Actualmente el problema más mayúsculo de esta nación es la inmigración. Bueno, y el aborto.
que emperrados en usar el termino socialista, siempre sinonimo de las peores catastrofes, el socialismo politico es un cancer, si se oponen al socialismo politico aliado de los plutocratas mundialistas, no usen sus mismos terminos
No entiendo como un partido puede ser socialista y keynesiano, eso tendría que explicarlo.