La economía española sigue avanzando a paso de cangrejo
En 1975 la renta per cápita de Irlanda y de España era la misma, 10.000 $; 40 años después, la renta de Irlanda es un 37% superior (42.417 $ vs. 30.740 $). En 1975, Corea del Sur tenía el mismo potencial industrial que España; 40 años después, Corea del Sur tiene una industria pujante del mayor nivel mundial, en automóviles, en imagen y sonido, en tecnología de vanguardia –Samsung le moja la oreja a Apple en su propio territorio–, en construcción naval y en todo lo demás. España, cuyo sector industrial representaba el 36 % del PIB, desmantelado por Felipe González y siguientes, es hoy sólo el 14% del PIB, y a base no de tecnologías propias sino de ser taller de montaje de tecnología de los demás.
La distribución de la renta no sólo es mucho peor que en 1975, cuando el sueldo de una persona era suficiente para mantener una familia y hoy con dos es insuficiente, sino que es la peor de toda Europa.
Un 50% de la población ocupada es mileurista o menos. La enseñanza pública, entonces a la cabeza de Europa, se encuentra hoy, gracias al sectarismo del PSOE, que cambio el conocimiento por el carnet de izquierdas para seleccionar el profesorado, por debajo del número 40 y bajando. Todo ello bajo el techo de un modelo de Estado cuyo coste –100.000 millones anuales de despilfarro– y corrupción masivas están desangrando al país para varias generaciones y son causa principal del desastre.
TODA LA RAZÓN. Y no se ve luz al final del túnel. La Soberanía de un país se mantiene sobre dos pilares: una economía saneada y unas Fuerzas Armadas disuasorias. Ambos pilares fueron dinamitados desde el exterior utilizando traidores. “Una España fuerte es peligrosa” (H.k).