Un británico de 60 años muere en una cabina porno en Venecia
Una vida que se trunca, unos sueños rotos, unas esperanzas truncadas. No somos nada, estamos de paso.
Todo normal en el sexshop Venezia en la calle Fratelli Bandiera 182 de Maghera en Venecia. El dueño, Franco Garoni, recibía a los clientes el pasado viernes como cada día. No se extrañó cuando un británico de 60 años pagó 5 euros para usar una de sus cabinas privadas durante 15 minutos. Lo que le extrañó fue que no volvió a salir.
Cuando Garoni pasó a la zona de cabinas, se encontró con el cliente muerto. Se sospecha que durante el visionado sufrió un ataque al corazón y se desplomó. Según declaraciones de Garoni al periódico “Il Gazzetino”, el hombre parecía “tranquilo”, aunque le pareció que tenía apariencia de estar “cansado”, pero ni mucho menos al borde de un ataque cardiaco. Aunque el propietario llamó a los servicios de emergencia y estos intentaron reanimarle, ya era demasiado tarde.
El onanismo, siempre presente, me descojono.
Cada uno escoja la manera en que desea ir al Infierno