La desaceleración se ceba en la industria y dispara los recortes de empleo
La industria es ya la primera gran víctima de la desaceleración que vive España. En los siete primeros meses del año, el 63% de los afectados por un expediente de regulación de empleo (ya sea de extinción, suspensión o reducción) procedían de una empresa industrial. Son en total 29.084 personas, un 85% más que en el mismo periodo del 2018. La afectación de los ERE en el sector cuadriplica el peso del empleo industrial respecto al total (14%).
Los datos que este jueves denunció CC.OO. no tienen en cuenta las últimos grandes expedientes como el de Prysmian-General Cable (487 trabajadores) en Cataluña o el de las centrales térmicas de Endesa.
CC.OO. aseguró este jueves que “a las incertidumbres comerciales se suma la desaceleración mundial y europea que hace que la producción industrial se reduzca”. El ambiente en el sector se enrarece aún más con las dudas sobre las regulaciones sobre el automóvil, el precio de la luz, la reforma laboral y la incertidumbre por el parón gubernamental tanto en España como en Cataluña, donde hace años que no hay presupuestos sobre los que trazar una política industrial nueva.
Causas
Los ERE de extinción afectaron en el conjunto de España a 14.500 personas, de las que más de un tercio (5.553) provenían de la industria. En Catalunya la situación para el sector es que el 45% de los despedidos por ERE (3.186) trabajaban en una empresa industrial (1.433). La lista de los ERE en la comunidad después del verano es larga: Prysmian, Bimbo, Amplifon o TE Connectivity.
José Manuel Casado, de la federación estatal de industria de CC.OO. insistió este jueves en que “el problema es la reforma laboral y al no haber gobierno no es posible derogar determinados elementos de la citada reforma”. Casado señaló que al no ser necesaria la autorización administrativa previa para aprobar un ERE hay empresas con beneficios que sacan adelante un expediente. Algunas de las compañías industriales emblemáticas que han presentado ERE este año son La Naval, Gallina Blanca, Vestas, Isowatt o Siemens-Gamesa.
Desde Cataluña, Alícia Buil, de UGT, dice que “los sectores con más afectación por pérdida de ocupación son los de automoción y química”. Además de los efectos de la desaceleración y de la reforma laboral, Buil señala como causas “la inacción del Govern de la Generalitat”. Tomás Díaz, de CC.OO. Industria en Catalunya, cree que hay una cierta parálisis del Govern en materia industrial: “No hay una planificación ordenada del sector”.
Los sindicatos CC.OO. y UGT reconocen que la situación política actual en Cataluña tampoco ayuda. Díaz pone como ejemplo la situación que vive la plantilla de General Cable, que ha convocado huelga en defensa de los puestos de trabajo el miércoles, justo 48 horas antes de otra huelga, en este caso general, convocada por los sindicatos independentistas. Todo este malestar que hay entre los sindicatos generalistas en relación con la actitud del Govern podría derivar en una gran acción de protesta que se está diseñando para finales de este mes.
Crisis
La debilidad de la industria en Cataluña es evidente a tenor de las últimas cifras macroeconómicas publicadas. En los tres últimos trimestres, el PIB de la industria ha caído, con lo que el sector está técnicamente en recesión.
El secretario general de Treball de la Generalitat, Josep Ginesta, reconoció este jueves que ha habido crecimientos en la cifra de afectados, si bien recuerda que el número de despedidos está lejos de los máximos de la crisis. Ginesta añadió que algunos de los ERE no están vinculados con la situación económica, sino que obedecen a razones exógenas como reordenaciones de las multinacionales a nivel mundial.
¿La situación que vive la industria puede ser un indicador adelantado de lo que le espera al conjunto de la economía? “Es un indicio importante, pero también es cierto que algunos ERE pueden ser en previsión de lo que pueda pasar o basarse en expectativas futuras” que no tienen por qué cumplirse, responde Anna Ginés, directora del Institut d’Estudis Laborals d’Esade. Ginés añade que la legislación actual permite muchos elementos de “flexibilidad interna” vía expedientes de regulación de empleo.
De hecho, en las cifras correspondientes a los siete primeros meses del año, la mayoría de ERE eran temporales. En concreto, entre enero y julio un total de 22.088 personas se vieron afectadas por un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE). Las cifras de la EPA no reflejan aún ese incremento de la regulación de empleo, ya que en el segundo trimestre del año había 2,7 millones de empleados en la industria, un 1,5% más que 12 meses antes.
Alícia Buil recordó también que las cifras oficiales sobre ajustes ocultan otra realidad que se cierne sobre los trabajadores de empresas industriales a los que no se les renueva el contrato.