Analizando fríamente el panorama de las “elecciones exprés” del 10-N (corta pre campaña y corta campaña), parecen evidentes algunas cuestiones que conducen al titular de éste artículo.

La primera, la curva descendente en intención de voto del PSOE y la ascendente del PP. Tomando como fecha inicial para su análisis la de la convocatoria de las elecciones, es evidente que al llegar el 10-N ambas curvas llevan a posicionarse al PP por encima del PSOE.

Pero hay más. El “efecto Cataluña” perjudica notablemente a Sánchez. Y no lo hace a Casado. Podría denominarse el “tsunami electoral”. Pleamar para el PP, bajamar para el PSOE.

Lo de C,s está claro. Cuesta abajo y sin frenos. El “veletismo” trae malas consecuencias. O sí, o no. Pero nunca sí, pero no. Parece, pues, también claro el traspaso de votos hacia el PP.

Otro apoyo indirecto que tenía Sánchez era el de Podemos. Pero la escisión de Errejón le va a quitar peso. Y mucho. En ningún caso, según los sondeos, las suma de Podemos y Más País va a llegar al número de escaños que tiene (tenía) Podemos.

Aparte de todas estas consideraciones, con ser importantes, hay que valorar otras dos, que me parecen las decisivas de cara al resultado final.

La primera es el “mar de fondo” que existe en el PSOE contra Sánchez y su pérfida manera de hacerse con la Secretaría General del Partido. Hay mucho cuchillo entre dientes esperando su caída. No están cicatrizadas las heridas internas.

Y a la vista de los últimos sondeos que se publiquen (que influirán y mucho), puede ser llegada la hora en que se decidan por la abstención. Para que caiga Pedro y volver a tomar las riendas del Partido.

El otro elemento importante es el de los votantes de Vox. Se pueden clasificar en dos tipos: los aferrados a su mensaje, que seguirán votándole. Y los que le votaron como “castigo” hacia el PP de Rajoy.

Estos últimos (que son mayoría), ya se percataron un mes después de las Generales, en las Municipales, que su voto no había servido realmente para mucho. De ahí la espectacular caída en apenas un mes.

Y ahora, viendo la posibilidad de sacar a Sánchez de Moncloa, es evidente que se decantarán por el “voto útil” (PP). Al fin y al cabo, Casado ya ha hecho bastante “limpieza” de rajoyistas y sorayistas.

Así veo el panorama.

Y así lo deseo, por el bien de España.