Una verdad oculta: En el año 1936, el PSOE saqueó el Banco de España
José L. Román.- El propio Indalecio Prieto escribió al respecto que no podían vanagloriarse de esta aventura conocida como el oro de Moscú: “Un ministro socialista pidió autorización para proceder libremente; el Gobierno, del que formábamos parte otros cinco socialistas, incluso quien lo presidía, se la concedió, y socialistas eran también los bancarios que dispusieron cuanto se les ordenó, tanto en España como en Rusia, así como los paisanos que convoyaron el cargamento entre Madrid y Cartagena”.
La guerra empezó en 1936, pero ya desde los meses siguientes los mismos políticos que exigían a los españoles resistir hasta la última bala se preparaban un exilio dorado con el inmenso patrimonio robado tanto al Estado como a los ciudadanos. Por el contrario, ninguno de los generales franquistas requisaba dinero o joyas para el caso de necesitar exhiliarse en caso de que perdieran la guerra.
La madrugada del 14 de septiembre de 1936 entraron en el Banco fuerzas de carabineros y milicias, enviadas por el ministerio de Hacienda de acuerdo con los comités de la UGT (socialistas) y de la CNT (anarquistas) en el mismo Banco, a las que acompañaban 50 ó 60 metalúrgicos y cerrajeros y un grupo de empleados de banca pertenecientes al Sindicato de Madrid. El cajero principal, al ver que la reserva de oro iba a ser evacuada, se suicidó en su despacho. Su ética no le permitió ser cómplice.
Hay que añadir que los socialistas se dieron prisa porque la guerra había empezado solamente dos meses antes, el 18 de julio de 1936. La reserva española de oro había sido registrada por las estadísticas internacionales en mayo de 1936 como la cuarta más grande del mundo
A la vista hay 112 estanterías con un total de 34 tons. El oro de Moscú necesitaría 1.700 estanterías como esas.
Los principales responsables de este derroche fueron los miembros del PSOE Juan Negrín, que antes de ser presidente del Gobierno fue ministro de Hacienda, e Indalecio Prieto, aquel diputado del PSOE que se paseaba por el congreso de los diputados mostrando su pistola. También se atribuyen los mismos modos a la Generalidad catalana, dirigida por Esquerra Republicana.
La orden de traslado y sus motivaciones
El 13 de septiembre de 1936 el nuevo ministro de Hacienda, el socialista Juan Negrín, por iniciativa propia emitió un decreto “reservado”. El decreto reservado decía lo siguiente:
“Ministro de Hacienda
Excmo. Sr:
Por su excelencia el presidente de la República, y con fecha 13 del actual, ha sido firmado el siguiente decreto reservado: La anormalidad que en el país ha producido la sublevación militar aconseja al Gobierno adoptar aquellas medidas precautorias que considere necesarias para mejor salvaguardar las reservas metálicas del Banco de España, base del crédito público. La índole misma de la medida y la razón de su adopción exigen que este acuerdo permanezca reservado. Fundado en tales consideraciones, de acuerdo con el Consejo de Ministros, y a propuesta del de Hacienda, vengo en disponer, con carácter reservado, lo siguiente:
Art. 1º: Se autoriza al Ministro de Hacienda para que en el momento que lo considere oportuno ordene el transporte, con las mayores garantías, al lugar que estime de más seguridad, de las existencias que en oro, plata y billetes hubiera en aquel momento en el establecimiento central del Banco de España.
Art. 2º: El Gobierno dará cuenta en su día a las Cortes de este decreto.
Madrid, 13-9-36”.
Es de observar que en aquella epoca el banco de España era un ente privado, Sociedad Anonima, y no un organismo publico como lo es hoy.
El decreto fue firmado por el Presidente del gobierno del Frente Popular, Manuel Azaña, a quien no se le informó cuando se aplicaría el decreto, ni tampoco el destino del tesoro. La excusa para dejar fuera de conocimiento en la materia al Presidente fue su “estado espiritual”. Valido de esta medida presidencial, el 25 de octubre Negrín ordenó el traslado de la totalidad del oro depositado en las bóvedas del Banco de España, de Madrid al puerto de Cartagena. Eran “siete mil ochocientas cajas llenas de oro, amonedado y en barras, oro que constituía la mayor parte de las reservas del Banco de España”, según el ministro de Marina y el Aire, Indalecio Prieto, quien tiempo después dijo haberse enterado por casualidad de ese traslado.
Según justificó más tarde Largo Caballero, el Presidente no fue informado hasta mucho después debido a su “estado emocional” y el “carácter reservado de la operación”:
“¿De esta decisión convenía dar cuenta a muchas personas? No. Una indiscreción sería la piedra de escándalo internacional […] Se decidió que no lo supiera ni el Presidente de la República, el cual se hallaba entonces en un estado espiritual verdaderamente lamentable, por consiguiente sólo lo sabía el Presidente del Consejo de Ministros [el propio Largo], el Ministro de Hacienda [Negrín] y el de Marina y Aire [Indalecio Prieto]. Pero los dos primeros serían los únicos que se habían de entender con el Gobierno de Rusia”.
Obtenidas las llaves, se abrieron las cajas y cámaras donde se custodiaban las reservas, y durante varios días los agentes del Gobierno estuvieron extrayendo todo el oro allí depositado. El metal precioso se colocó en cajas de madera de las utilizadas habitualmente para el transporte de municiones, que no estaban numeradas ni acompañadas de facturas que indicasen cantidad, peso o contraste del oro.
Las cajas fueron transportadas en camiones a la Estación del Mediodía, y desde allí a Cartagena, donde de depositaron en los polvorines de La Algameca, en una base naval bien custodiada. El traslado por vía férrea hasta Cartagena fue protegido por la «Brigada Motorizada» del PSOE.
Menos de 24 horas después de la firma del decreto, la madrugada del 14 de septiembre de 1936 entraron en el Banco fuerzas de carabineros y milicias, enviadas por el ministerio de Hacienda de acuerdo con los comités de la UGT y de la CNT en el mismo Banco. Dirigió la operación de apropiación el entonces Director General del Tesoro y futuro ministro de Hacienda en el gobierno de Negrín, Francisco Méndez Aspe. Le acompañaban el capitán Julio López Masegosa, 50 ó 60 metalúrgicos y cerrajeros y un grupo de empleados de banca pertenecientes al Sindicato de Madrid, cuyo presidente era Amaro del Rosal, futuro director de la Caja General de Reparaciones.
El cajero principal del Banco de España se suicida y los consejeros Martínez Fresneda y Álvarez Guerra denunciaron la extracción del oro por constituir una ilegalidad y presentaron su dimisión.
“… el día 14 de septiembre de 1936 irrumpen en el Banco fuerzas de Carabineros y Milicias, enviadas por el Ministerio de Hacienda, de acuerdo con los Comités, y especialmente con el que funcionaba en el mismo Banco de España. Dirigió la operación de incautación el entonces Director General del Tesoro, Francisco Méndez Aspe, en unión de empleados del Banco [ ]… Colocado el oro en cajas de madera, fue transportado en camiones a la Estación del Mediodía, y desde allí a Cartagena [ ]”.
“Saqueadas las reservas metálicas del Banco de España, se procedió de modo sistemático a la confiscación del dinero, divisas, valores y efectos de propiedad de particulares que existían en depósito y en paquetes lacrados en la Banca privada. Para ello se dictan disposiciones conminatorias, como los Decretos de 3, 10 y 16 de octubre de 1936 [ ]… en la noche del 6 de noviembre se presenta en el Banco de España, con el entonces Director General del Tesoro, Francisco Méndez Aspe, un individuo titulado Capitán de Carabineros, Julio López Masegosa , que era persona de la confianza de Negrín y agregado, como Ayudante del mismo, a la Secretaría del Ministerio de Hacienda [ ] … avisado el Jefe de las cajas de seguridad de alquiler y depósitos en dicho Banco, le manifestaron que el Ministro de Hacienda había ordenado la apertura de las cajas, que debía llevarse a cabo con toda urgencia”.
“Igual suerte corrieron las cajas de alquiler y depósitos de la Banca privada. También en noviembre de 1936, Méndez Aspe, de acuerdo con el Gobierno rojo, autorizó al titulado Comandante de Carabineros Federico Angulo para trasladar el contenido de las cajas de seguridad y depósitos a Valencia. A las objeciones tímidas de algunos elementos técnicos de la Banca, que alegaban que era preciso contar con los clientes, respondió el agente marxista, en forma amenazadora, que no estaba dispuesto a aceptar dilaciones. Fuerzas de Carabineros penetran en los locales de la Banca privada, violentando cajas y depósitos e incautándose del contenido”.
“… El día 25 de octubre de 1936 se personó Francisco Méndez Aspe en Cartagena, y, de acuerdo con Negrín, ordena que por la noche se extraigan sigilosamente de los polvorines siete mil ochocientas cajas de oro, de un peso aproximado de setenta y cinco kilos cada una, que custodiadas por claveros de confianza como José Velasco y Arturo Candela (quienes quedaron presos en Rusia) son transportadas en camiones y cargadas en los buques Kine, Neve y Volgoles, que zarparon en dirección a Odessa”.
A los pocos días de la extracción del oro del Banco de España, los mismos funcionarios, utilizando idénticos procedimientos a los empleados con el oro, recogieron la plata, por una cuantía total de 656.708.702,59 pesetas, que fue vendida a los EE.UU. y a Francia entre junio de 1938 y julio de 1939 por una cifra algo superior a 20 millones de dólares (una parte fue embargada por las autoridades francesas).
El 20 de octubre de 1936, el director del NKVD –Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos, aunque realizaba operaciones especiales en otros países– en España, Alexander Orlov, recibió un telegrama cifrado de Stalin ordenándole organizar el envío del oro a la URSS y concertar los preparativos con el socialista Negrín, ministro de Hacienda –el mismo que después robó las cajas de los bancos para huir a Méjico– añadiendo que “Esta operación debe llevarse a cabo en el más absoluto secreto. Si los españoles le exigen un recibo por el cargamento, niéguese. Repito, niéguese a firmar nada y diga que el Banco del Estado preparará un recibo formal en Moscú”.
Alexander Orlov contestó que llevaría a cabo la operación con los tanquistas soviéticos que acababan de llegar a España. Aquellos tanquistas fueron dirigidos por el comunista Valentin Lasarte, “el miliciano”. Más tarde declararía lo siguiente: “Deseo subrayar que, en aquel tiempo, el gobierno español no controlaba completamente la situación. Le dije francamente al ministro de Hacienda Negrín que si alguien se enteraba de ello, si los anarquistas interceptaban a mis hombres, rusos, con los camiones cargados de oro español, los matarían y sería un tremendo escándalo político en todo el mundo, que incluso podría provocar una revolución interna. Por ello le pregunté si el gobierno español podría extenderme credenciales bajo algún nombre ficticio como representante del Banco de Inglaterra o del Banco de América, porque entonces podría decir que el oro se estaba transportando a América por razones de seguridad Negrín no puso ninguna objeción. Pensó que era una buena idea. Yo hablaba un inglés relativamente bueno y podía pasar por extranjero. Por lo tanto, me extendió las credenciales de un hombre llamado Blackstone y me convertí en el representante del Banco de América”.
Con la reserva de oro en lugar seguro, a cientos de kilómetros del frente, parecía que se había cumplido el mandato del Decreto Reservado del 13 de septiembre. Los nacionales, enterados del traslado del oro, calificaron el hecho de «expolio» y protestaron internacionalmente. Viñas cree que su destino final no estaba decidido todavía. «De hecho, inmediatamente después de su llegada a Cartagena lo que se decidió fue, precisamente, aumentar el volumen de los envíos que se remesaban a Francia». Sin embargo, el 15 de octubre los socialistas Negrín y Largo Caballero decidieron trasladar el oro de Cartagena a Rusia.
Según Orlov: “Una brigada de tanques soviéticos había desembarcado en Cartagena dos semanas antes y ahora estaba estacionada en Archena, a 40 millas. La mandaba el coronel S. Krovoshein, que los españoles conocían como Melé. Krovoshein me asignó veinte camiones militares y otros tantos de sus mejores tanquistas (…) Los sesenta marinos españoles habían sido enviados al polvorín con una hora o dos de anticipación (…) Y así, el 22 de octubre, al anochecer, me dirigí, seguido de una caravana de camiones, al depósito de municiones (…) La salud de Méndez Aspe era algo muy serio. Era un hombre muy nervioso. Nos dijo que debíamos interrumpir la carga o pereceríamos [a causa de un bombardeo alemán]. Le respondí que no podíamos hacerlo, porque los alemanes continuarían bombardeando el puerto y el barco se hundiría, así que debíamos seguir. Entonces huyó y dejó solo a un ayudante, un español muy agradable que se encargó de contar las cajas del oro”.
El oro tardó tres noches en ser embarcado, y el 25 de octubre los cuatro barcos se hicieron a la mar rumbo a Odessa, puerto soviético del Mar Negro. Acompañaban a esta expedición, como personas de confianza, cuatro claveros del Banco de España (clavero era un custodio de las llaves de las cajas fuertes del Banco): Arturo Candela, Abelardo Padín, José González y José María Velasco. Cabe indicar, asimismo, que Orlov había reseñado 7.900 y Méndez Aspe 7.800 cajas; el recibo final fue por 7.800, y no se sabe si fue un error o desaparecieron 100 cajas de oro.
Críticas de Largo Caballero a la gestión de Negrín: «¿Cuánto oro se entregó a Rusia? Nunca pudo saberse, porque el Sr. Negrín, sistemáticamente, se ha negado siempre a dar cuentas de su gestión. Después se ha sabido, por unas cuentas publicadas por el Banco de España en 30 de abril de 1938, que dicho Banco había entregado en custodia 1.592.851.906 millones [sic] en oro y 307.630.000 en plata. Aparte de esto, Hacienda se incautó de todo lo existente en cajas de seguridad de los Bancos oficiales y privados, cuyo valor se eleva, seguramente a muchos millones. ¿Todo esto más las alhajas que existían en el Palacio Nacional, en habitaciones reservadas, y las de muchos particulares, se han gastado en armas? ¿Al terminar la guerra qué oro quedaba en poder de Rusia? ¿Ha liquidado con el Gobierno llamado del Sr. Negrín? Esto no lo puede saber nadie más que él, pues (…) siempre se negó a dar cuenta de la situación económica. (…) El señor Negrín, sistemáticamente, se ha negado siempre a dar cuenta de su gestión, (…) de hecho, el Estado se ha convertido en monedero falso. ¿Será por esto y por otras cosas por lo que Negrín se niega a enterar a nadie de la situación económica? Desgraciado país, que se ve gobernado por quienes carecen de toda clase de escrúpulos (…) con una política insensata y criminal han llevado al pueblo español al desastre más grande que conoce la Historia de España. Todo el odio y el deseo de imponer castigo ejemplar para los responsables de tan gran derrota serán poco».
Ahora que se habla y escribe bastante sobre la guerra civil y al fin se publican muchas cosas sobre la intervención rusa y estalinista en nuestro país nos parece interesante reproducir un documento importante de Indalecio Prieto, ministro de Marina y del Aire en el gobierno de Negrín, que fue publicado hace años en México por el PSOE.
Como se verá, Prieto resume en pocas páginas cómo operaron los dirigentes del Partido Comunista francés y que pasó con el oro del Banco de España. El relato revela una verdad que los dirigentes estalinistas han tratado de ocultar durante muchos años.
“Afirmo – he dicho refiriéndome a apoyos que recibimos en el curso de la guerra- que pueden anular o amortiguar nuestra gratitud los aspectos lucrativos del auxilio de la URSS y de los partidos comunistas que la secundaban”. Véanse estos ocho puntos que dejé sentados en 1939 y que nadie ha desmentido:
1.—El Partido Comunista francés había administrado, para compras de material de guerra, dos mil quinientos. millones de francos entregados por Negrín, sin que la administración de tan enorme suma la hubiese controlado, poco ni mucho, ningún funcionario del Estado español.
2. El Partido Comunista francés había retirado para sí, quizá como beneficios de intermediario, cantidades considerables del dinero entregado por Negrín.
3. La propaganda, pública primero y clandestina después, del Partido Comunista francés se costeaba con dinero así extraído del Estado español, pues los auxilios de la III Internacional eran nulos y el producto de las cotizaciones distaba muchísimo del gasto enorme de esa propaganda.
4. Avido de dinero, el Partido Comunista francés, rectificando constantemente sus liquidaciones por nadie examinadas, reclamaba con frecuencia mayores sumas a los señores Negrín y Méndez Aspe, (este último, ministro de Hacienda).
5. El espléndido diario comunistoide “Ce Soir”, remedo del triunfante “París Soir “, se sostenía con fondos de los suministrados por Negrín.
6.- La flota, compuesta de doce buques, perteneciente a la France Navigation, era propiedad de España, pues con dinero español se compraron todos los barcos, no obstante lo cual los comunistas franceses, administradores de dicha Compañía, se negaron a devolverlos, considerándolos suyos.
7.- Uno de los barcos de la France Navigation, el “Winnipeg”, se fletó por el S.E.R.E. (entidad de auxilio a los expatriados establecida por Negrín) para transportar exiliados a Chile, aumentando de esa manera sus ingresos los comunistas franceses, mediante el novísimo sistema de arrendar a alto precio a los españoles un buque que pertenecía a los españoles.
8. Parte del tesoro español sacado de nuestro territorio al evacuarse Cataluña estaba custodiado por comunistas franceses.
En cuanto al lucro de Rusia, el relato que ahora reitero aquí es ciertamente asombroso. El 25 de Octubre de 1936 se embarcaron en Cartagena con destino a Rusia siete mil ochocientas cajas llenas de oro, amonedado y en barras, oro que constituía la mayor parte de las reservas del Banco de España.Previamente, el señor Negrín, como ministro de Hacienda (todavía no era presidente del Consejo), obtuvo el acuerdo del Gobierno y la firma del Presidente de la República para un decreto autorizándole las medidas de seguridad que estimara indispensables en cuanto al oro del Banco de España.
Como miembro de aquel Gobierno, acepto la responsabilidad que me corresponde por el acuerdo, aunque ni los demás ministros ni yo conocimos el propósito perseguido. Ignoro si llegó a conocerlo el entonces Presidente del Consejo, Francisco Largo Caballero.El embarque se verificó con gran misterio. Si yo me enteré fue por pura casualidad, a causa de haber llegado a Cartagena para asuntos del servicio –era yo ministro de Marina y Aire- cuando el embarque se efectuaba bajo la dirección personal de los señores Negrín y Méndez Aspe.
Cuatro empleados del Banco embarcaron en el buque que conducía el precioso cargamento. No se les dijo a dónde iban. Creyeron que desembarcarían en Port Vendres, Sete o Marsella y aparecieron… en Odesa. El 6 de noviembre llegaron con nuestro oro a Moscú. Y allí, ocurrió algo que también merece ser narrado. Los funcionarios del Grosbank miraban y remiraban minutos enteros cada pieza y la pesaban y repesaban. Los empleados del Banco de España, acostumbrados a gran celeridad en operaciones semejantes, no se explicaban tamaña lentitud, por la cual se invirtieron varios meses en el recuento. Pero esta lentitud obedecía al deseo de justificar la permanencia en Rusia de quienes habían ido custodiando la mercancía. A toda costa se quería impedir su regreso a España para que no se divulgara el enorme envío de oro. Las familias de los viajeros se inquietaban por desconocer el paradero de éstos, y para calmar su intranquilidad se las embarcó también, sin decirles adónde iban, _y se las llevó a Rusia.
La entrega del oro, tan meticulosamente pesado y medido, había de concluir algún día, y concluyó. Los bancarios creyeron entonces que, terminada ya su misión, tornarían a España. Mas sus reclamaciones en ese sentido ante nuestro Embajador, don Marcelino Pascua, eran inútiles. No se les consentía salir; estaban confinados con sus familias en Rusia. Al cabo de dos años, cuando la guerra se extinguía, el Encargado de Negocios, don Manuel Martínez Pedroso, logró romper aquel confinamiento. Pero a los cuatro bancarios no se les repatrió. En España podían hablar más de la cuenta. Y con objeto de evitarlo se les desparramó por el mundo: uno fue a dar con sus huesos a Buenos Aires, otro a Estocolmo, otro a Washington y otro a México. Al mismo tiempo desaparecían de la escena los altos funcionarios soviéticos que intervinieron en el asunto: el ministro de Hacienda, Grinko; el director del Grosbank, Marguliz; el subdirector, Cagan; el representante del ministerio de Hacienda en dicho establecimiento de crédito, Ivanoski; el nuevo director del Grosbank, Martinson… Todos cesaron en sus puestos, varios pasaron a prisión y Grinko fue fusilado.
Entre tanto, una revista gráfica, “La URSS en Construcción”, dedicaba un número especial al aumento de las existencias de oro en Rusia, atribuyéndolo al desarrollo de la explotación de los yacimientos auríferos de Rusia. Era el oro de España. Rusia no ha devuelto ni una sola onza. México, D. F., Marzo de 1953.
Con la reserva de oro en lugar seguro, a cientos de kilómetros del frente, parecía que se había cumplido el mandato del Decreto Reservado del 13 de septiembre. Los nacionales, enterados del traslado del oro, calificaron el hecho de «expolio» y protestaron internacionalmente. Viñas cree que su destino final no estaba decidido todavía. «De hecho, inmediatamente después de su llegada a Cartagena lo que se decidió fue, precisamente, aumentar el volumen de los envíos que se remesaban a Francia». Sin embargo, el 15 de octubre Negrín y Largo Caballero decidieron trasladar el oro de Cartagena a Rusia.
El día 22 de octubre de 1936 se personó en Cartagena Francisco Méndez Aspe, jefe del Tesoro y hombre de confianza de Negrín, que ordenó la extracción nocturna de la mayoría de las cajas de oro, con un peso aproximado de setenta y cinco kilos cada una, las cuales fueron transportadas en camiones y cargadas en los buques Kine, Kursk, Neva y Volgoles.
El oro tardó tres noches en ser embarcado, y el 25 de octubre los cuatro barcos se hicieron a la mar rumbo a Odesa, puerto soviético del Mar Negro. Acompañaban a esta expedición, como personas de confianza, cuatro claveros del Banco de España (un clavero era un custodio de las llaves de las cajas fuertes del Banco): Arturo Candela, Abelardo Padín, José González y José María Velasco. Cabe indicar, asimismo, que Orlov había reseñado 7.900 y Méndez Aspe 7.800 cajas; el recibo final fue por 7.800,59 y no se sabe si fue un error o desaparecieron 100 cajas de oro.
Los cuatro claveros españoles habían previsto un plazo de un año para contar el tesoro del banco de España, trabajando ellos solos en dos turnos diarios de siete horas; sin embargo, el recuento, que comenzó el 5 de diciembre, terminó el 24 de enero de 1937, pese a haberlo efectuado con el máximo esmero. Se abrieron 15.571 sacos, encontrando en su interior 16 clases distintas de monedas de oro: libras esterlinas (el 70%), pesetas españolas, luises y francos franceses, marcos alemanes, francos belgas, liras italianas, escudos portugueses, rublos rusos, coronas austriacas, florines holandeses, francos suizos, pesos mexicanos,pesos argentinos, pesos chilenos y, por supuesto, una extraordinaria cantidad de dólares estadounidenses.
El depósito completo ascendía a 509,287.183 kilogramos de monedas y 792.346 kilogramos de oro en lingotes y recortes: un total, pues, de exactamente 510’079,529.30 gramos de oro bruto, que a una ley media de 900 milésimas equivalía a 460.568.245,59 gramos de oro fino (unas 14.807.363,8 onzas troy). El valor de este oro era de 1.592.851.910 pesetas-oro (518 millones de dólares). Aparte de ello, el valor numismático de las monedas era muy superior al del oro que contenían, aunque los soviéticos no lo calcularon ni tuvieron en cuenta. Sin embargo, sí pusieron extraordinario cuidado en enumerar las monedas que eran falsas, defectuosas o que contenían menos oro del debido. Los soviéticos jamás explicaron qué hicieron con las monedas raras y antiguas, aunque es dudoso que las fundieran. Burnett Bolloten plantea que es posible que se apartaran todas las monedas de valor numismático con la idea de venderlas gradualmente en el mercado internacional.
Martín Almagro Gorbea estima el valor del oro de Moscú en un mínimo metálico de 12.200 millones de euros (según la cotización del oro en marzo de2010, 824 euros la onza) y considera posible que su valor numismático excedera de los 20.000 millones.
Terminada la contabilización, el 5 de febrero de 1937 el embajador español y los responsables soviéticos G. F. Grinko, comisario de Hacienda, y N. N. Krestinsky, su adjunto para asuntos exteriores, firmaron el acta de recepción definitiva del depósito de oro español, un documento en francés y en ruso. El párrafo 2, sección 4 de este documento estipulaba que el Gobierno español quedaba libre de reexportar o disponer del oro, y el último punto incluía una cláusula conforme a la cual los soviéticos se desentendían de cualquier responsabilidad sobre el depósito según lo fuesen empleando las autoridades republicanas. Dicha cláusula establecía que «en el caso que el Gobierno de la República ordenase la exportación del oro recibido en depósito por laURSS, o bien en caso que dispusiera del mismo de otra manera, la responsabilidad asumida en el presente acta por el Comisariado del Pueblo para las Finanzas será reducida automáticamente, en todo o en parte en proporción a las disposiciones del Gobierno de la República española». Quedaba claro, pues, que se trataba de un depósito que la República Española podía emplear libremente, exportándolo o enajenándolo, con lo que las autoridades soviéticas no asumían ninguna responsabilidad por el destino de este oro. Cabe señalar que la URSS otorgaba la titularidad del depósito al Estado español republicano, y no al Banco de España, su verdadero propietario.
En los meses siguientes, varios de los soviéticos implicados en el asunto del oro español tuvieron un final dramático. Stashevsky murió ejecutado por la NKVD en 1937 y el embajador soviético Rosemberg siguió ese mismo destino en 1938; Orlov, temiendo ser el siguiente, huyó ese mismo año a los EE.UU. al recibir un telegrama de Stalin donde se le ordenaba volver a la URSS. Los Comisarios del Pueblo de la Hacienda Soviética, Grinko, Krestinsky, Margoulis y Kagan, fueron ejecutados el 15 de marzo de 1938 o fueron víctimas de desaparición forzada por distintos modos, tras ser acusados de pertenecer al «bloque trotskista-derechista» antisoviético. Grinko en particular fue acusado de hacer «esfuerzos por socavar el poder financiero de la URSS». Los cuatro funcionarios españoles enviados para supervisar la operación fueron retenidos por Stalin hasta octubre de 1938 y sólo entonces se les permitió salir para lugares dispersos del extranjero: Estocolmo, Buenos Aires, Washington y México, respectivamente. Con respecto al embajador español, Marcelino Pascua, fue trasladado a París.
Mi padre dice que se descargaron nueve autobuses con oro en Figueres otros dicen que once. No todo se encargaría en el mismo sitio.
No sólo eso, sino q de una forma o coordinada o mimética saquearon los fondos y valores existentes en todas sucursales bancarias de toda España, así q Méjico, no acogió de balde a nadie, fue un hotel de lujo, bien pagado por los mayores SAQUEADORES de la historia
La historia es distinta según quien la cuenta. Si bien hay parte de verdad, lo cierto es que las reservas de la república depositadas en el Banco de España privado, fueron llevadas a Moscú para salvaguardarls, después de que Francia se opusiese a la ayuda de la defensa del gobierno legítimo contra los sublevados, ya que el 27.4% de esas reservas de monedas de oro fueron llevados previamente al país galo para financiar a la república contra los golpistas, pero el partido radical francés se opuso. Esta fue la razón por la que el resto de reservas se llevaran a… Leer más »
Cuánto psicópata por aquí. Qué asco.
Les salió tan divino el saqueo del oro español, con el que los ingleses financiaron la segunda guerra mundial, que han repertido la jugada con el oro de Manhatan , que lo cambiaron por Toloustueno y un baño y los chinos lo destaparon , porque ellos cobrababan en oro y al perforar un lingote vieron que sólo tenía un baño. Asi que el oro mundial que se guardaba en USA ha volado….volaree ah ah ah , cantare la ra la la!!!!!….en dónde andará? jajajajjjja Yo sólo digo una cosa y es que si se llevan el oro de una cámara… Leer más »
Nos roban las tierras, las casas, los pisos, el dinero de los bancos, saquean las tumbas etc. y luego nos montan otra guerra civil para que nos matemos y como ya estamos escaldados nos traen a los multiculturales para asegurarse de que no queden españolitos, ni siquiera niños.
Si se fijan el hombre de la derecha lleva la mano en el plexo solar, como Napoleón y que es el símbolo de la masonería francesa e inglesa, que ya engañaron a los republicanos de la primera república. Por eso que Manuel Ruiz Zorrilla dimitió de presidente y se fue al exilio a Méjico. Fu en tiempos de Zapatero que desenterraron a Manuel Ruiz Zorrrilla del cementerio de Burgos, que habia regresado ya mayor a morir , alegando que no era muerto ilustre. Estaba entonces la señora vicepresidenta la Teresa, que también mandaba abrir tumbas del cementerio de Paracuellos,al anochecer… Leer más »
Con el oro español los rusos financiaron la escalada espacial.
Yo solo diria que es normal que robaran el oro, es que ser socialista y comunista es muy caro, y mas si tenian que procurarse el sueldo de los proximos 30-50 anyos, entiendo que tuvieran que abrir los Montes de Piedad y arrasarlos con sopletes en mano y llevarse todas las alajas, muchas de ellos de campesinos y obreros que tenian sus ahorros de su vida entera depositados alli, pero eso claro que no esta en ninguna publicacion ni se le da cobertura.
Si todo cuanto en los comentarios se dice, es realmente verdad,… de ahí que, tengan tanto afán por conquistar el gobierno del país, para mantener los oscuros expolios bajo su control y que no trasciendan a la opinión pública; mucho querer indagar dónde andan enterrados sus afines de la guerra civil y, mucho más todavía en mantener bajo secreto tanto robo de lesa majestad. Me alegro de que estas noticias salgan a la luz, desconocía que tan vilmente se hubiera dejado a España en la miseria más absoluta.
Sí, y ese oro sirvió para crear un ejército rojo que ayudó a crear la farsa de Nuremberg, y crear el futuro Estado de Israel, con la ayuda inestimable de Francia, Reino Unido y E. E. U. U. Más tarde para crear la Famosa Propaganda en el cine, y dominar el mundo con las finanzas de la usura y la especulación a costa del hambre de Alemania, y el bloqueo a España. Se fundieron toneladas de oro procedentes de donaciones a Hermandades, cofradías cristianas, Iglesias, etc. Se confiscaron numeroso objetos personales de opositores, entre ellos otras toneladas acumularon de oro.… Leer más »
Memoria histórica de la que estos mangantes no quieren ni oir hablar.
¿ Para cuándo una investigación en el Parlamento Español ?
Posteriormente en el yate VITA embarcaron el contenido de las cajas fuertes de bancos y se las llevaron para Méjico. Un yate cargado de joyas robadas a particulares que nunca devolvieron. Pero esa es otra historia mas (por cierto muy interesante) de la rapiña a que fue sometida España. Zapatero premió a los herederos de Negrín por tal hazaña… dijo que para compensar pérdidas de guerra o algo así
Lo más gracioso es que Rusia, después, les dejó “con el culo al aire”. La necedad arbitraria y la estupidez siempre estuvo del lado de los asesinos de Paracuellos.
No hay ninguna posibilidad de reclamar ese robo vergonzoso?
Y ese Nuevo orden, es defendido por socialistas y peperos de arriba, POR ESO SER ANTIGLOBALIZACION, es en cierto modo, ser franquista..
ALE A PENSAR…………
Y FRANCO SIN ORO Y CON DOS COJONES, NOS PUSO LOS DECIMOS DEL MUNDO, Y CON EL EMBARGO INTERNACIONAL Y TODO,
¿QUE HARIA FRANCO CON EL NEW WORLD ORDER? respuesta =MANDARLOS A LA PUTA MIEEERDAAAA, PERSEGUIRLOS EN NUESTRO TERRITORIO, NO DEJAR PASAR A UN MORO…..GLOBALIZA QUE? ANDA LA MIERDA, la edad media ya paso señores del new world order ETC.
Se olvida añadir el saqueo del museo del prado,donde se llevaron todas las obras de arte mas importante en camiones,exponiendose mucho a su destruccion por los bombardeos,afortunadamente fueron devueltos.El PSOE Y el PC debian estar prohibidos,Pero como han dicho tienen carta blanca por que son agentes de la masoneria y el sionismo,lo mismo que el PP traidor.No tienen patria sino que obedecen ordenes de la jerarquia judia.y nos quieren engañpar con la Mentira historica.
Por el contrario, ninguno de los generales franquistas requisaba dinero o joyas para el caso de necesitar ¿EXILIARSE?
CUANDO EL PUEBLO ABRIRA LOS OJOS Y SE DARA CUENTA DE LO FALSOS Y MENTIROSOS QUE SON MUCHOS DE LOS POLITICOS QUE NOS GOBIERNAN SOBRE TODO LOS DE IZQUIERDA
El saqueo del oro de España por el Gobierno del Frente Popular, social-comunista, es una de las tragedias históricas más grotescas, estúpidas, y traicioneras a los intereses de la patria que puedan concebirse, nos arruinó, literalmente, por nada, -durante muchos años- porque las cuentas de la lechera que se hizo desde Rusia por las cuatro armas cedidas, es insostenible, jamás esclarecidas, falsas, …y los que lo hicieron permitiendo ese robo, – y de infinidad de cajas de alquiler privadas – decían defender los intereses patrios…menuda gentuza miserable y necia…que los españoles y la Historia maldicen.
Quienes realmente arruinaron a España fueron los golpistas y sublevados. Que desaparezca parte de la reserva de monedas de oro que se guardaban para casos de extrema necesidad no genera la misma ruina que masacrar a la población civil y generar 500000 muertos en una guerra inútil. Por cierto, la guerra civil provocada por Franco hizo desaparecer tantos españoles que España es el segundo país del mundo después de Camboya con Pol Pot, con más desaparecidos. Flaco favor hizo éste personaje al planeta en España.
Tú estupidez es tan inmensa que no merece la pena contestarte con argumentos.
Continúa con tu sectarismo y con tu pobreza eterna, que seguro serás un puto desgraciado.
Porqué? Ningún partido apuesta por la unión de Ibérica con Portugal??
Me consta que allí si, lo que ocurre es que aquí se silencia
Pues por lo que yo veo por la web, siempre he pensado que en Portugal hay mucho odio a España.
http://www.publico.es/politica/nace-partido-iberico-propugna-union.html
Cierto, Cid, eso antes que tanto tira y afloja entre fuerzas políticas ansiosas de poder, sería un gran Estado Ibérico fuerte y ambicioso, una gran potencia con salida al mar por sus cuatro costados y, sin la tan nefasta dependencia de la CEE, limitadora de expansión.