Vender España para seguir en el poder, esto era la nueva política
Paloma Cervilla.- Pues nada, esto era la nueva política, yo vendo España a trozos con tal de seguir en el poder a cualquier precio. Yo cedo lo que tenga que ceder, doy lo que tenga que dar, si a cambio yo, yo y yo, soy el presidente del Gobierno de lo que queda de España.
Esto era Pedro, o mejor dicho, es Pedro Sánchez, el político que se ha convertido en el principal problema que tiene el Estado y que ayer consumó una gran traición a lo que es España, al pactar su investidura con la extrema izquierda comunista de Podemos, los secesionistas de ERC, los proetarras de Bildu y los nacionalistas vascos del PNV. Sí, están leyendo bien, no se equivocan, este país va camino de ser la Venezuela europea o la Bolivia del sur.
Pedro Sánchez y el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, firmando ayer el acuerdo de investidura.
A algunos les puede parecer exagerado mi comentario, y ojalá me equivoque, pero leyendo ayer el acuerdo firmado entre el PSOE y Podemos no puedo más que estar preocupada por la deriva de un país que ha decidido aumentar el gasto (casi 35.000 millones de euros), potenciar el rencor con el pasado (qué disparate eso de institucionalizar el 31 de octubre como el día de la memoria de las víctimas del franquismo y el 8 de mayo de las víctimas del exilio), legalizar la eutanasia y “abordar el conflicto político catalán desde el diálogo”, como si esto ya no se hubiera intentado. Entre otras cuestiones como retirar la Guardia Civil de Tráfico de Navarra, como así se lo ha impuesto el PNV, y muchos más. Por ahí se empieza y veremos por dónde acaba.
Dicho todo esto, también hay que decir que es lo que España ha votado, y así es la democracia. Si el centro derecha hubiera unido sus fuerzas, esto hoy no sería posible. Votar tiene consecuencias, y una de ellas es esta.
Esto sólo sería posible si España se dejase comprar… ¿ Acaso me está diciendo eso ?