Más arrestos en China tras morir el médico que avisó del coronavirus
El coronavirus, que se ha cobrado 722 vidas y cuenta con más de 34.000 infectados, amenaza con ser el Chernóbil de China. Con el país conmocionado por la muerte del doctor Li Wenliang, el médico reprendido por la Policía por alertar de la epidemia, ahora todo son condolencias y honores por parte de las autoridades y la Prensa oficial. Pero fue este mismo régimen autoritario el que, al igual que hace con los disidentes, silenció al doctor Li y a otros médicos que avisaron en diciembre de la aparición en Wuhan de una nueva enfermedad parecida al SARS.
A pesar de la indignación por su fallecimiento y la investigación abierta por la Comisión Nacional de Supervisión, el todopoderoso organismo anticorrupción, la Policía sigue deteniendo a quien difunde información sobre el coronavirus. Mientras el país se sumía ayer en el luto, en Wuhan desaparecía el activista Chen Qiushi, abogado y periodista ciudadano que estaba grabando en los hospitales y crematorios vídeos sobre la cuarentena impuesta en la ciudad. Así lo denunciaba la ONG Defensores Chinos de los Derechos Humanos (CHRD, en sus siglas en inglés), que teme que haya sido confinado en algún centro de cuarentena para callarlo. A tenor de esta misma ONG, también era detenido otro conocido activista, Wang Yajun, por sus comentarios en internet sobre la respuesta del Gobierno a la crisis y por organizar un envío de ayuda humanitaria sin permiso.
De igual modo, la Policía seguía acosando a Fang Bin, un vecino de Wuhan que también está documentando la situación con sus vídeos, que muestran los hospitales llenos y el traslado de cadáveres en minibuses de las funerarias. Por otra parte, la Prensa oficial informaba del arresto durante diez días de cinco sanitarios en la provincia de Yunnan, al suroeste de China, por divulgar supuestos datos personales de pacientes del coronavirus.
Desde el estallido de la epidemia, que se ha cobrado unas 650 vidas y más de 31.000 contagiados, las críticas han llovido sobre las autoridades provinciales de Hubei, donde surgió el coronavirus. Tras la muerte del doctor Li, el Ayuntamiento de su capital, Wuhan, se limitó ayer a dar el pésame en un comunicado de una sola frase, según informa la agencia de noticias Xinhua: «¡Expresamos nuestras más sinceras condolencias y tristeza! Rendimos tributo a su dedicación combatiendo la epidemia en primera línea, y ofrecemos el pésame a su familia». Un mensaje que, para la mayoría, no es suficiente.
«El caso de Li Wenliang es un trágico recordatorio de cómo la preocupación de las autoridades chinas por mantener la “estabilidad” lleva a suprimir información vital sobre asuntos de interés público», denunció en un comunicado el director regional de Aministía Internacional, Nicholas Bequelin.
Con millones de críticas y comentarios reclamando libertad de expresión y hasta democracia, la muerte del doctor Li ha desatado tal rabia en las redes sociales que ni la censura en internet puede detener. Consciente del enorme malestar por la epidemia, que ha paralizado al país y desnudado las carencias sanitarias de China, el régimen ha permitido hasta ahora un mayor nivel de críticas que ya está empezando a parar.
Después de que el presidente Xi Jinping ordenara el lunes más «noticias positivas» sobre el coronavirus, para lo que despachó a 300 periodistas de la propaganda a Hubei, la Administración del Ciberespacio de China ha endurecido el control de las redes sociales. Especialmente de las aplicaciones de vídeos, por las que han circulado todo tipo de imágenes mostrando el caos de los hospitales en Wuhan y las cuarentenas forzosas por toda China de familias encerradas en sus casas solo por ser de Hubei.
Dejando a un lado sus diferencias sobre la guerra comercial, Xi Jinping habló ayer por teléfono con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a quien aseguró que China contendrá la epidemia. «Hemos adoptado las más completas y estrictas medidas de prevención y control a través de la movilización y la rápida respuesta. Hemos declarado una guerra popular contra la epidemia a través de la prevención y el control», le explicó Xi a Trump con el clásico lenguaje militar del régimen, según informa la televisión estatal CCTV. Mostrándole su «plena confianza y capacidad en la lucha contra la epidemia», le prometió que «el desarrollo económico de China a largo plazo no cambiará».
(ABC)
Cosas que no me cuadran: España ha registrado hasta el momento un total de 472 muertes por gripe confirmadas en laboratorio, desde que a primeros de noviembre se registrara el primer fallecimiento de la temporada 2017-2018, que se ha convertido ya en la más letal de la última década, por encima incluso de la pandemia de gripe A (H1N1) que se produjo en 2009. Así se desprende de los datos del último informe de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III, relativo a la semana del 29 de enero al 4 de febrero, que ha… Leer más »
“Es la manía que tengo de pensar. Pido disculpas si molesto a algún lector”.
Esa manía de pensar (por uno mismo) es lo más saludable que hay contra la manía de mentir (los mandatarios). Como dice el refrán, piensa mal (de los políticos) y acertarás. Por eso nos quieren a todos, atados, callados y lobotomizados con pan y circo. Nada nuevo bajo el sol.