No voy a hablar de Franco
FC.- No, no voy a hablar de Franco, porque precisamente eso es lo que quiere que hagamos todos hoy el traidor y felón de Pedro Sánchez. No me da la gana de picar en esa maniobra electoralista y de distracción que pretende el felón Sánchez.
Voy a hablar de España, de precisamente lo que no quiere que hablemos el máximo representante del partido más criminal de la historia. Voy a hablar del golpe de estado que protagonizó el PSOE en Asturias en 1934 y los 1.000 muertos que causó. Voy a hablar del envío a Moscú de las más de 500 toneladas de oro que constituían la reserva nacional. Voy a hablar de las checas que antes y durante la guerra gestionaban con tanta crueldad los representantes del Frente Popular, del que el PSOE formaba parte. Más cercano en el tiempo, voy a hablar de las órdenes de asesinato de Felipe González con los Gal, del expolio continuo de miembros del PSOE a través de Filesa, Time Export, los Eres, la formación, los innumerables casos de corrupción urbanística, los miles de millones de euros gastados para captar votos, para agradecer estómagos y palmeros agrupados en torno a inútiles e inmorales lobbies diseñados artificialmente para incluir divisiones también artificiales en la sociedad española. Voy a hablar de cómo el PSOE ha gastado el dinero de todos los españoles en el PER, comprando voluntades en el campo andaluz; de cómo financian romerías como la de Gines, para comprar la voluntad del pueblo, o cómo premian con puestos de trabajo a quienes les votan, como ocurre en Huévar del Aljarafe.
Voy a hablar de Cataluña, de cómo han permitido la crucifixión de nuestras fuerzas de orden público, en un rastrero pacto con los cobardes independentistas; voy a hablar de cómo Sánchez compra el voto independentista, comunista y filoterrorista para poder gobernar, aún a costa de dejar el gobierno de nuestra Patria en manos de traidores; voy a hablar de las injerencias del Partido socialista en la Justicia, tanto a través de presiones a los tribunales como a través del Fiscal General del Estado, y cómo por ello y por dejar la gestión de las cárceles en manos de la Generalidad, han conseguido que el grupo de golpistas catalanes se vayan a ir de rositas.
Voy a hablar de cómo el felón indigno de Sánchez está quebrando el sistema de pensiones, de cómo el empleo está en caída libre, de cómo trata de asfixiarnos con impuestos para poder seguir repartiendo dádivas a sus fieles votantes, de cómo hace el ridículo en las conferencias mundiales, de cómo se ha cargado el sector de la aceituna y el del jamón ibérico (no serrano, ignorante), de cómo utiliza el avión oficial para sus actos privados y para irse de concierto con la advenediza de su mujer, que a propósito fué contratada por el Instituto de Empresa por espúreas razones inmobiliarias; voy a hablar de su suegro, el de las saunas, el que se gana la vida con esos sitios miserables donde la carne tiene un precio.
Voy a hablar de los votantes socialistas, que para mí, tras ZP y Sánchez han perdido cualquier atisbo de dignidad, sabiendo que votan a inútiles y traidores, sabiendo que su voto irá contra España, pero sin embargo lo hacen.
Y una vez hablado, me toca gritar, gritar muy fuerte para que mi grito le resuene en los oídos al mayor traidor de la historia de nuestra gran nación, y a su cohorte de felones repletos de odio. Unete a mi grito, y di bien alto: ¡VIVA ESPAÑA!
Si señor, asi es, este proyecto de ley es un anzuelo para ver si pican PP y Vox y así no hablar de lo de Venezuela, Cataluña y cosas muy importantes ahora mismo