Otra vez, la economía
La jugada de Pedro Sánchez parecía estar diseñada desde hacetiempo. El candidato socialista se envolvería en la bandera deEspaña y dejaría ver su preocupación por el deterioro de la economía. Eso sí, el mensaje sería “la crisis es global y la economía española no es vulnerable y sus fundamentos sólidos”.
Además, qué mejor que el PSOE para afrontar los problemas, si los electores les dan una mayoría suficiente para poder montar un gobierno estable. Si es así, se podrían derogar los aspectos lesivos de la reforma laboral, seguir subiendo el SMI. De hecho, según señaló la ministra Calviño en la rueda de prensa posterior alconsejo de ministros, desde enero el gobierno ya sabía que el otoño sería difícil y de hecho ya están preparando desde entoncesla economía y acelerando la respuesta para mitigar sus efectos.
Sin embargo, la realidad es bien distinta y las recetas que proponen letales. El mercado laboral, lejos de mantener el dinamismo, se despeña desde enero. La creación de empleo hacaído un 25% en un año. De hecho, en septiembre se ha registrado el peor dato desde 2013. Ya hay miles de jóvenes, parados de larga duración y empleadas de hogar afectadas negativamente por la subida en un 22,3% del SMI y se puede afirmar ya sin subterfugios que ese incremento podría estar afectando a cerca de150.000 personas, casualmente las que señaló el Banco deEspaña. Podríamos preguntarnos, además, si todo va tan bien en este terreno, por qué el candidato socialista quiere que el debate electoral se celebre el 4 de noviembre y no el 5, cuando ya se conocerían los datos de paro y empleo del mes de octubre.
El gobierno en funciones sabe también que el déficit, la deuda,la cuenta exterior, la inversión, el consumo y la confianza tanto empresarial como de las familias está en caída o directamente en negativo, que las cosas van a seguir por este camino y que habrá de reflejarlo en el Plan que tendrá que enviar a Bruselas antes del15 de octubre. Parece que se ha acelerado el deterioro y quizás con esto no contaban. ¿Cuánto tiempo piensan seguir hablándonos de la fortaleza de la economía española y su escasa vulnerabilidad?
La Izquierda sabe perfectamente que con sus políticas tercermundistas basadas en el voto cautivo masivo lo cual requiere de subidas de impuestos salvajes para mantener infinidad de chiringuitos, decenas de miles de enchufados, asociaciones afines, funcionarios administrativos burócratas, miles de adoctrinadores y compra de los grandes medios de comunicación, acaba destruyendo el sistema económico del país en muy pocos años. Por eso, subir el salario base de golpe y porrazo en vez de hacerlo progresivamente, por ejemplo, 50 Euros más al año; o establecer las políticas ecológicas progresivamente en vez de prohibir el máximo de emisiones de CO2 que tenían… Leer más »
Pero los trotonistas en vez de cerrar chiringos y contener el derroche, bajando impuestos, elevando la productividad, siguen todas las prácticas corrgidas y aumentadas de zapatarras y podemarras de despilfarro inaudito, como si fueran los Diez Mandamientos.