El Ministerio de Defensa prevé empeza a relevar en el próximo año 24 aviones C-101, el modelo de la Patrulla Águila siniestrado este jueves en el Mar Menor y el pasado mes de agosto, que la ministra del ramo, Margarita Robles, consideró “muy seguro” tras el primer siniestro.

La empresa suiza Pilatus Aircraft suministrará 24 aviones de entrenamiento PC-21 a la Academia General del Aire (AGA), que estarán operativos a finales de este año y que sustituirán al reactor C-101.

El ministerio de Defensa y la empresa firmaron el pasado 30 de enero el contrato de suministro de los nuevos aparatos, que sustituirán a la actual flota de 66 reactores C-101, cuya vida útil concluirá en 2021, y supondrá una inversión de 204,75 millones de euros, un 9% menos que el presupuesto de licitación.

El objetivo es que los instructores de la AGA se familiaricen con el nuevo aparato durante el primer semestre de 2021 y que los alumnos de cuarto curso, actualmente en segundo, comiencen sus entrenamientos con los nuevos PC-21 a principios del curso académico 2021-2022.

Tras el accidente que costó la vida al comandante Francisco Marín en agosto de 2019 en circunstancias similares a las del siniestro sufrido este jueves que ha costado la vida al comandante Eduardo Fermín Garvalena, Robles aseguró que el C-101 es “muy seguro”.

Sin embargo, lamentó que “pueden ocurrir accidentes” como el de Marín y añadió que la investigación sobre los hechos “se llevará hasta el final”.

En una visita a la AGA realizada posteriormente, el secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, consideró “indudable” que “no hay ninguna circunstancia” en la que un aparato del Ejército del Aire vuele si no está en condiciones de hacerlo.

Olivares declaró que había que esperar a los resultados de las investigaciones del siniestro de agosto para determinar si hay que tomar medidas, pero remarcó que “por ningún motivo y en ninguna circunstancia vuela ningún avión o helicóptero que no esté en condiciones seguras de volar”.