El insulto y la indumentaria como centro de la ocupación política
José Manuel Otero Lastres.- No me gustaría caer en la melancolía de las “Coplas por la muerte de su padre” de Jorge Manrique cuando escribe: “recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando … cómo a nuestro parecer cualquiera tiempo pasado fue mejor”. Pero, a la vista el “nivelazo” de alguno de nuestro actuales líderes políticos, soy de la opinión de que nunca, repito nunca, la acción de gobierno ha descendido a cotas de tan ínfima altura.
No creo que haya nadie que pueda afirmar seriamente que España es un país idílico sin problemas. Los tenemos y algunos son muy graves. Por eso, el gobierno y sus componentes deberían estar dedicados en cuerpo y alma a solucionarlos. Sin embargo, si uno sigue lo que trasciende a los medios de la acción de gobierno es que lo ministros están enzarzados en temas de tantísimo nivel político, como el de si hay ministros que son machistas o el de si van vestidos con atuendos adecuados a la ocasión.
En efecto, a las críticas procedentes del Ministerio de Justicia al proyecto de ley de “libertad sexual” elaborado extravagantemente por el Ministerio de Igualdad y no, como era procedente, por aquél, el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, respondió, saliendo en auxilio de su mujer la ministra de igualdad, que en el Gobierno había muchos machistas. Pero por si no fuera de por sí sonrojante que ministros de un mismo gobierno se lanzasen públicamente insultos, recientemente otro ministro, el de Consumo, Alberto Garzón, medió en el conflicto señalando que no creía que hubiera machistas en el Gobierno y que una discusión de carácter técnico había salido “hacia fuera de manera desafortunada”.
En lo que concierne a la indumentaria, el senador del PP, Rafael Hernando publicó un tuit criticando al Ministro de Universidades Manuel Castells por acudir a la Cámara Alta con “camiseta de pijama, el pelo alborotado y recién levantado de la siesta”. Pues bien, como si no tuviera otra cosa que hacer que contestar tuits, Pablo Iglesias, insisto vicepresidente el Gobierno, publicó otro tuit defendiendo al mencionado ministro con una respuesta de gran altura intelectual y política “A mí si algunos dejaran de robar como si venís en bermudas, Rafa Hernando. Un tipo honrado con camiseta será siempre preferible a un delincuente con traje y corbata”, sentenció Iglesias.
Y es que la cuestión no consiste en plantear la disyuntiva de tener que elegir entre un tipo honrado o entre un delincuente con traje y corbata, sino en propugnar al mismo tiempo que no haya delincuentes, vistan como vistan, y que los ministros del Gobierno de España acudan al Senado con una indumentaria respetuosa con la institución que representa al pueblo español.
Cada vez añoro más cosas del pasado, y entre ellas que los ministros se dediquen a gobernar y no a lanzarse insultos infantiles (si uno es machista o no) y que aspiren a llamar la atención, no por su atuendo, sino por su elevada nivel de competencia.