Las profecías del coronavirus: Aciertos y errores en torno a la pandemia del Covid-19
En estos últimos días, en pleno confinamiento, son muchos los que recurren a los grandes profetas para comprobar si vaticinaron la epidemia del coronavirus Covid-19.
Uno de los más recurrentes es, siempre, Michel de Notre-Dame (Francia, 1503-1566), más conocido como Nostradamus, y a él se le atribuyen profecías -que luego no lo fueron- como las que tuvieron que ver con el magnicidio de John F. Kennedy, el 11M o el 11S.
Así han sido muchos los teléfonos que han reenviado un Whastapp con una imagen en la que se citaba una presunta profecía de Nostradamus. Esta decía:
“Y en el año de los gemelos (2020) / Surgirá una reina (Corona) / Desde el oriente (China) / Que extenderá su plaga (virus) / De los seres de la noche (Murciélagos) / A la Tierra de las siete colinas (Italia) / Transformando en polvo (matando) / a los Hombres del crepúsculo (ancianos) / Para culminar en la sombra de la ruindad (hundimiento total de la economía)”.
Todo ello se ve acompañado por un símbolo impreso como un logotipo en la edición original de las Cuartetas muy parecido al coronavirus.
La realidad: la profecía es falsa, nunca la escribió Nostradamus.
El vaticinio real del profeta francés es:
“La gran plaga de la ciudad marítima no cesará hasta que se vengue la muerte de la sangre justa, condenada por un precio sin crimen, de la gran dama indignada por la simulación”.
Muy ambigua y siempre críptica. La explicación sería difícil de encajar pues Wuhan está muy retirada de la costa por lo que la gran plaga marítima no se ajusta si bien es cierto que surgió en un mercado de pescado y marisco, se habla que también puediera referirse a otras ciudades afectadas costeras tales como Hong Kong, Shanghai u otra ciudad cercana a la costa o el río Yang Tsé.
La sangre justa por la transmisión sanguínea del virus y por la de miles de inocentes que fallecen debido ello.
Precio sin crimen por la especulación de ser, según los conspiranoicos, un “virus de laboratorio”.
La Gran Dama indignada sería la ministra de sanidad china que frenó la crisis del SARS en 2003 y a la que ahora no se la habría atendido.
Profecías y Nostradamus, un binomio que no suele faltar cuando se produce una tragedia o una pandemia como es el caso del coronavirus Covid-19.
El “Nostradamus” chino
Por muchos es conocida la figura del profeta francés Nostradamus y sus fabulosas -y polémicas- predicciones. Pero más desconocido es el Nostradamus chino y sus predicciones en torno al coronavirus hace siglos.
Se llamaba Liu Bowen, vivió en el siglo XIV (1311-1375), fue un sabio de la Dinastía Ming que profetizaba hechos futuros al estilo de lo que hacían sus homólogos Zhuge Liang y Shao Yong. Liu dejó la Songbing Song, la inscripción del monumento a la Pagoda Jinling así como la inscripción del monumento a la Montaña Taibai.
Pero es noticia debido a que dejó una profecía sobre la epidemia de coronavirus de Wuhan. De esta forma el “Nostradamus chino” vaticinó sobre ello, en dicho poema se puede leer:
LOS AÑOS DE LA EPIDEMIA DEL CERDO Y LA RATA:
“Si preguntas cuando llegará la plaga. Yo diría que en invierno, alrededor de septiembre y octubre”.
“Uno se preocupa de que los cadáveres queden desatendidos,
“Y uno se preocupa por la dificultad de pasar del año del cerdo al año de la rata”.
Estamos que la epidemia se ha dado -en función del calendario lunar chino- a finales de 2019 -año del Cerdo- y 2020 -año de la Rata- y de lleno en el paso del uno al otro. El primer paciente diagnosticado de coronavirus de Wuhan fue el 1 de diciembre de 2019, sumando al periodo de incubación de 14 días, la persona probablemente se infectó a finales de noviembre, esto es el pleno mes de octubre, todo coincide.
El coronavirus, pese a que las autoridades chinas sabían de su existencia, no se anunció hasta pasadas dos semanas de su conocimiento, por lo que la expansión es tremenda y terrible.
Liu escribió: “Uno se preocupa por el inicio del desastre en Huguang (una región de China que incluye a Hubei), que luego se extiende a todas las provincias de China”.
La reducción de la contaminación puede tener efectos adversos inesperados, como repuntes de insectos voladores, alguna plaga puede haber, y atraen a murciélagos, que podrían contagiarse y portar el coronavirus nuevamente al comer insectos que piquen a infectados.
Aconsejo tener un buen insecticida en aerosol.
Hoy comienza oficialmente la primavera.