(VIDEO) Séptimo día: 25.000 infectados. Más de 1.400 muertos. ¡GOBIERNO CULPABLE!
Rodrigo de Castilla.- Señoras y señores: esto es una guerra.
Hoy se lo hemos escuchado a un militar, y no lo ha dicho por decir. Sabe perfectamente en qué circunstancias estamos… y en qué manos estamos.
Detener una partida de mascarillas imprescindibles para el personal sanitario por un problema burocrático es mucho más que una canallada; es mucho más que un desgraciado incompetente: Es imprudencia temeraria con resultado de MUERTE.
Cerrar el Congreso de los Diputados, Sede de la Soberanía Popular, NO ES ADMISIBLE. Si no se ha hecho durante guerras pasadas, sin los medios telemáticos de los que hoy disponemos, ¿Que justificación tiene hacerlo ahora?
Que el zambo y físicamente complicado de describir Vicepresidente del Gobierno, que dice atender al nombre de Pablo Iglesias se salte la cuarentena por la que todos TODOS estamos pasando, y el máximo responsable científico lo justifique, es abyecto, nauseabundo y absolutamente lamentable, digno del peor de los países bananeros.
Pero lo que JAMÁS, NUNCA, podremos olvidar es que en estos momentos debemos estar atentos al enemigo; a sus movimientos y a sus acciones: debemos prever sus maniobras, anticiparnos a ellas y mantener la disciplina: debemos mantenernos en casa, seguros y a salvo.
Y no olvidar que el CORONAVIRUS es una excusa. Quien de verdad nos odia y nos quiere ver muertos (verbigracia, Ley de Eutanasia) es el GOBIERNO SOCIALCOMUNISTA de PSOE y PODEMOS.
Y, para recordarnos estas verdades incuestionables e inmanentes, tenemos a las valientes mujeres del European Womens Front:
La guerra comercial por el dominio del mundo empezó entre China y Trump ahora Europa como siempre sirviendo de tablero de ajedrez como en el siglo pasado se presta o se alquila o se ve obligada a seguir bailando la canción que le tocan desde el otro lado del Atlántico esto del virus eso mató madura de pelo no se sabe para quién los gobiernos están trabajando si para Soros y el bilderberg para los ciudadanos que le dan de comer con sus impuestos