Las asociaciones vecinales marcan una hoja de ruta para la reconstrucción
La Junta Ejecutiva de la Confederación de Asociaciones Vecinales del Estado (CEAV), que representa a unas tres mil asociaciones vecinales de todo el Estado, ya advierte de una situación que podría tornarse en muy complicada para los barrios si se sigue el ejemplo de la salida dual de la crisis de 2008.
Según ha podido constatar Juan Antonio Caballero, presidente de la CEAV, tras hablar con las distintas asociaciones, es de vital importancia contar con una promoción sólida del comercio de proximidad para que barrios, pueblos y ciudades, tengan vida y no se conviertan al solo disponer de suelo residencial, en zonas dormitorio.
Por ello, han trabajado en un documento “Por la cohesión social, el desarrollo sostenible y la participación social” en el que abogan por el fomento de acuerdos institucionales políticos y sociales tanto globales como sectoriales, el refuerzo de la acción social y de la economía social, cambios en el modelo productivo, menos peso del turismo y más de la economía sostenible y verde, la eliminación de la brecha digital y el apoyo a la investigación entre los ejes que menciona.
“Estamos ante una crisis de origen sanitario convertida en social y económica. Conviene reflexionar sobre lo que ha ocurrido para proyectar una salida diferente a la que se nos condujo en a partir de 2008. No se puede destruir Estado del Bienestar ni avanzar sin más cohesión social. Habría que aprovechar la tesitura y proyectar soluciones respetuosas medioambientalmente teniendo en cuenta la transición energética y apostar por unas propuestas que protejan y activen la economía desde una perspectiva de cohesión social, desarrollo sostenible y participación ciudadana evitando a toda costa que en los barrios, pueblos y ciudades se consoliden de forma dual con bolsas importantes de exclusión social”, comenta Caballero.
Y es que el barrio es realmente importante para la situación familiar actual, es el lugar en el que reactivar la vida y apoyar una forma de entender la economía familiar diferente a la previa.
“Ahora que desde la Administración se habla de la necesidad de reconstrucción es cuando habría que escuchar de verdad a los ciudadanos, sus necesidades, sus preocupaciones y su necesidad de cohesionarse en un entorno en el que viven atendiendo a otros parámetros. La inversión en infraestructura, la recuperación del comercio de cercanía y de las carencias detectadas en barrios y el apoyo a los sectores que apuesten por la participación social y la apertura de procesos de toma de decisiones va a ser vital” concluye