AD.- De nada les servirá el dato estadístico de que un ciudadano afrodescendiente de Estados Unidos tiene 500 veces más posibilidades de morir asesinado por alguien de su misma raza que por un eurodescendiente. De nada les servirá el dato estadístico de que nueve de cada diez homicidios perpetrados en Estados Unidos lo son por personas pertenecientes a grupos catalogados como minorías raciales. De nada les servirá el dato estadístico de que los afroamericanos tienen indicadores de bienestar superiores al de cualquier otra comunidad negra en cualquier parte del mundo. De nada les servirá el dato estadístico de que Estados Unidos destina cada año miles de millones de dólares de sus presupuestos a políticas públicas que eviten la segregación racial. De nada les servirá el dato estadístico de que con Donald Trump al frente de la Casa Blanca, el número de negros muertos a manos de policías ha sido tres veces menos que con Obama. De nada les servirá el dato estadístico de que los disturbios raciales se han producido siempre en Estados Unidos, con presidentes demócratas y republicanos. Sin embargo la evidencia de los datos, la mafia globalista ya ha decidido que Trump es culpable. ¿Culpable de qué?

En 1967 se produjeron enfrentamientos entre la población negra y la policía tras una redada policial en un bar sin licencia después de pasada la hora límite, en el Near West Side de la ciudad de Detroit. Este suceso estalló en uno de los disturbios más mortíferos y destructivos de la historia de Estados Unidos, que duró cinco días y superó la violencia y la destrucción de la propiedad del motín racial de 1943 de Detroit, sucedido 24 años antes.

Para ayudar a poner fin al disturbio, el gobernador George W. Romney ordenó la entrada de la Guardia Nacional del Ejército de Míchigan en Detroit, y el presidente Lyndon B. Johnson envió a la 82.ª y 101.ª División Aerotransportada. El conflicto se saldó con 43 muertos, 1 189 heridos, más de 7 200 arrestos y más de 2 000 edificios destruidos.

Pese a las devastadoras cifras, nadie culpó al presidente demócrata Lyndon B. Johnson por los sucesos. Ni tampoco a Barack Obama por los disturbios de Baltimore en abril de 2015, luego de que un hombre afroamericano llamado Freddie Gray resultara muerto mientras estaba bajo custodia de la policía tras ser detenido por portar una navaja. Tampoco se culpó a la población negra de Estados Unidos de la violencia y los saqueos en Nueva Orleans tras el paso del huracán Katrina. El traslado de evacuados, desde el estadio Superdome –donde había unas 25.000 personas–, fue suspendido unas horas luego de que miembros de la población negra dispararan a varios helicópteros y que un soldado de la Guardia Nacional resultara herido, mientras los médicos pedían ayuda ante la gente que estaba armada en el interior.

Ante esta situación, el presidente George Bush sostuvo que debería haber tolerancia cero para las personas que rompen la ley durante una emergencia como ésta, ya sea con saqueos, abusos en los precios en las estaciones de gasolina, tomando ventaja de la caridad, o fraudes en los seguros.

George Bush señala hoy a Trump por los disturbios en numerosas ciudades de Estados Unidos y que han sido alentados por las élites globalistas. ¿Por qué se acusa al presidente Trump por unos sucesos idénticos a los que tuvieron como inquilinos en la Casa Blanca a mandatarios demócratas y republicanos, y que sin embargo fueron exonerados de cualquier culpa?

El actual presidente de Estados Unidos se ha convertido en un personaje demasiado incómodo para el stablishment internacional y la gobernanza global de Soros, Bill Gates y la patulea de Silicon Valley.

El humilde americano medio ha visto en Donald Trump al hombre dispuesto a liberarlos del yugo del corrompido poder del staff de Washington y así devolver a América la limpia grandeza con que la constituyeron sus padres fundadores: «Make America great again» Este es el grito que cual exorcismo pone furiosos a los corifeos del club de Bielderberg.

Las ricachonas élites demócratas no podían permitirse una nueva reelección de Trump. Estaban que trinaban por su firmeza en las negociaciones comerciales y políticas con sus competidores, por sus denuncias a las agencias internacionales de la ONU y por señalar a la OMS como una servil sucursal del Partido Comunista Chino… Y ha sido la circunstancia, tantas veces repetida, de un abuso policial la que ha abierto las puertas del infierno.

Todo surgió a raíz de que George Floyd, de 46 años, intentara utilizar un billete falso de 20 dólares para robar en una tienda de comestibles. La respuesta de los encargados de “Cup Foods” fue llamar a la policía. De lo que supuestamente ocurrió a continuación han tenido ustedes sobrada información mañana, tarde y noche, a través de todos los medios del planeta, así como de las protestas en decenas de ciudades de los EEUU, con centenares de establecimientos comerciales saqueados y un buen número de policías heridos. El nombre del agente supuesto homicida, Derek Chauvin, ha sido estos días tan mencionado como el de Lee Harvey Oswalds tras el magnicidio de Kennedy.

Surgen sin embargo algunos interrogantes. ¿Por qué el dueño de uno de los clubes de la zona sostiene que Chauvin y Floyd se conocían y que incluso trabajaron juntos en el club de su propiedad?

Paradójicamente, los vecinos de este “oficial” no sabían que era policía. Todo este tiempo se había hecho pasar por un vendedor de propiedades.

¿Por qué ocurren estos hechos en un año electoral? En Francia ocurrió un incidente prácticamente idéntico solo unos días después y apenas ha tenido difusión en los medios. ¿Por qué?

Les mostramos un vídeo para su mejor consideración. (Pinche aquí)

Desde que se subió el video hasta hoy, ha habido nuevas revelaciones, y muchas personas han brindado información de signo distinto a las publicadas en los medios europeos. Carolyn Glass proporcionó el siguiente enlace a un vídeo del Washington Post
(https://youtu.be/FMGUAHBFmjk). Gracias a ello disponemos de información adicional acerca de los hechos ocurridos ¿Cuándo se llamó a la ambulancia? En este video (https://youtu.be/FMGUAHBFmjk?t=290), se indica que a las 8:22 pm. En otra información obtenida del vídeo (minuto 15:37), se apunta lo siguiente: (https://youtu.be/VtkH8CFrxPE?t=934).

Primero se solicita un código 2 (de no emergencia, sin luces ni sirenas). Un minuto después, se pide el código 3 (emergencia, con luces y sirenas).

Desde la primera llamada, la ambulancia tarda 6 minutos en llegar a la escena del supuesto homicidio. Ahora que conocemos la hora exacta de la llamada, nos surgen las siguientes preguntas: ¿Quién llamó a la ambulancia? ¿Por qué continuarían aplicando presión sobre el cuello del detenido después de llamar a una ambulancia? ¿Por qué los oficiales Lane y Kueng estacionaron tan lejos?

Según el vídeo del Washington Post (https://youtu.be/FMGUAHBFmjk?t=95), los oficiales aparcaron frente a la tienda donde George Floyd supuestamente cometió el delito. Los dueños de la tienda también admiten que llamaron a la policía. Kim Griffith subrayó la diferencia en las fechas entre el metraje en la tienda (25/05/20) y el metraje del cuerpo del oficial (26/5/20). ¿Por qué la diferencia?

La transcripción de la misteriosa llamada al 911 que inició el incidente también ha sido publicada. Se la ofrecemos:

https://docs.google.com/viewerng/viewer?url=https://s3-us-east-2.amazonaws.com/cvine.com/wp-content/uploads/2020/05/31183041/911-Transcript-for-George-Floyd-Incident.pdf&hl=en_US

Cuando la ambulancia llegó para trasladar a Floyd, las personas que lo recogieron no eran sanitarios. Los que salieron de la ambulancia eran oficiales de policía. ¿Qué clase de hospital viste a sus trabajadores como oficiales?

La autopsia oficial de Floyd aporta algunas dudas a la tesis del asesinato al recoger que murió por una antigua lesión en la arteria coronaria y por problemas cardíacos y de hipertensión. Ayer mismo supimos que Floyd estaba infectado por el coronavirus.

Michael Baden

Pero lo más increíble es que el doctor contratado para realizar la autopsia, Michael Baden, fuese el mismo forense de Epstein. Aquí la fuente

Twitter y Youtube están eliminando vídeos sobre el arresto de Floyd. Hay uno que muestra a Floyd mostrando resistencia, en contra de la versión oficial. En muchos de esos vídeos los intervinientes  parecen actores sobreactuando.

Nadie culpó al presidente Lyndon B. Johnson por los sucesos de Detroit en 1967

¿Que fue lo que pasó realmente en el incidente de Floyd? No lo sabemos ni tenemos por qué creernos la versión de los que están utilizando este caso simplemente para demonizar a Trump e impedir su reelección. Lo cierto es que el caos y la violencia se han apoderado de muchas zonas de EEUU y que una parte de la opinión mundial ha comprado el relato de que “los blancos están matando negros”, lo que estadísticamente sería tan falso como sostener que las mujeres de Arabia Saudí maltratan a sus maridos. Muchos testigos hablan de que antes de las protestas, montañas de escombros y ladrillos habían sido “convenientemente colocados” en las calles. Esto sucedió en varios estados al mismo tiempo. (Pinche aquí)

Saqueos en la zona comercial de Nueva Orleáns, una de las ciudades estadunidenses más afetadas por Katrina, en imagen de agosto de 2005

¿Será que hay políticos detrás? ¿Será que todo ha sido planeado de antemano por cálculos electorales?

Chiara de Blasio, la hija del ex- alcalde demócrata de Nueva York y declarado socialista, Bill De Blasio, fue arrestada en un motín violento en Manhattan el sábado por la noche, por incendiar automóviles. Todo por George Floyd. Enternecedor.

¿Por qué se han registrado episodios tan graves de violencia, con miles de coches y centenares de negocios quemados? ¿Por qué no se intervino de inmediato? ¿Por qué algunos alcaldes y gobernadores demócratas se negaron a ordenar a la Policía que restablecieran el orden en las calles? El alcalde de Minneapolis, la ciudad donde comenzó todo, se llama Jacob Frey y es un ferviente admirador de la depravada Hillary Clinton.

Nadie culpó a Obama por los disturbios de Baltimore en abril de 2015, luego de que un hombre afroamericano llamado Freddie Gray resultara muerto mientras estaba bajo custodia de la policía tras ser detenido por portar una navaja

En enero de este mismo año, un miembro de equipo del alcalde Jacob Frey, el abogado y representante demócrata por el estado de Minesota, Keith Ellison, publicó una foto alabando al grupo terrorista de extrema izquierda ANTIFA, autor de los disturbios. ¿Fue un hecho inocente y casual?

Según el FBI , rusos, venezolanos y cubanos han dado financiación a los disturbios “antirracistas”.  El 27 de enero de este mismo año, el navarro Germán Gorraiz, analista internacional de AD, ya predijo que George Soros y la Open Society Fundation (OSF) utilizarían a grupos ultraizquierdistas y minorías raciales para desestabilizar el último año de mandato de Trump antes de las elecciones de noviembre para su reelección.

De todo ello se deduce que la de Donald Trump ya no es una lucha ideológica entre demócratas y republicanos. Lo que está en juego es una lucha entre el Bien y el Mal, entre el patriotismo identitario y el globalismo satánico.

Cada vez estamos más convencidos de que la llegada de Trump al poder no ha sido un capricho de la Historia, sino el regalo providencial que la sobrenaturalidad ha querido hacer al país más importante del Occidente cristiano, acaso como nuestra última oportunidad de cristalizar en un nuevo y operante orden moral lo que hoy se halla difuso y gaseoso. Defender la obra de Donald Trump es no sólo nuestro deber, sino un imperativo moral que da sentido al esfuerzo y el sacrificio de nuestros antepasados. Nosotros somos la única razón de que hayan existido.