El primer ministro de Australia asegura que no se dejará intimidar por China: “Nunca cambiaré nuestros valores ante la coacción”
El primer ministro de Australia, Scott Morrison, ha asegurado que su país no se dejará intimidar por la “coerción” de China, después de que el gigante asiático restringiera algunas exportaciones australianas e instara a los turistas y estudiantes chinos a no viajar al país oceánico, según lo afirmó este jueves durante una entrevista concedida a la emisora de radio 2GB.
“Somos una nación de comercio abierto […], pero nunca cambiaré nuestros valores en respuesta a la coacción, [independientemente] de donde venga”, explicó Morrison.
Tensiones diplomáticas
Las relaciones diplomáticas entre Pekín y Canberra se enturbiaron después de que Australia solicitara una investigación internacional acerca del origen y la propagación del covid-19, que se registró por primera vez el pasado mes de diciembre en la ciudad china de Wuhan.
Este martes el Ministerio de Educación chino dijo que sus ciudadanos deberían reconsiderar la opción de estudiar en Australia. Asimismo, China ha prohibido la importación de carne australiana y ha impuesto aranceles a la cebada del país oceánico, al tiempo que insta a su población a no hacer turismo en Australia.
Desde Pekín justifican estas medidas alegando ataques racistas contra los asiáticos debido a la actual pandemia. Sin embargo, Morrison considera que este argumento “es basura”, además de “ridículo”.
“Un peón político”
Por su parte, el portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, ha negado las acusaciones de coerción y ha solicitado a Australia que proteja la seguridad de los ciudadanos chinos.
Paralelamente, el Grupo de los Ocho, una coalición de las universidades de élite de Australia, denuncia que la educación internacional “está siendo utilizada como un peón político”. En opinión de Margaret Gardner, vicerrectora de la Universidad de Monash, estamos viviendo “tiempos muy tensos, diplomáticamente [hablando], entre China y Australia”, en los que tanto las universidades como sus estudiantes chinos “son parte de los [daños] colaterales”.
Australia ingresa alrededor de 26.000 millones de dólares anuales gracias a los estudiantes extranjeros que recibe, gran parte de ellos provenientes de China. Además, el país asiático es su mayor socio comercial, ya que entre ambas naciones existe un comercio bidireccional anual por valor de 235.000 millones de dólares australianos.
Australia es otro país, otro gilipollas occidental más que está haciendo las tres cosas de manual que nos han llevado a la ruina a esta mierda que llaman “Primer (in)Mundo
a) Musulmanizarse con una inmigración salvaje nada descontrolada
b) Cerrar fábricas y centros de producción, para que lo fabriquen, ingenien y vendan todo los chinos
c) Sustituir el cristianismo de manera brutal y coactiva por el marxismo cultural oficialista.
Auatralia está en las antipodas pero su realidad ¿ Nos suena, verdad ?