Enseñar a los niños a comer sigue siendo una odisea para los padres
Los especialistas ofrecen varias recomendaciones para conseguir que los más pequeños de casa aprendan rápidamente a comer sin ayuda.
La alimentación infantil, tanto desde la perspectiva de la alimentación sin ayuda, como desde la perspectiva nutricional, es uno de los aspectos que muchas familias siguen teniendo pendientes. La OMS informaba recientemente de que muchos niños españoles no consumen la cantidad de verdura recomendada para seguir una dieta saludable, poniendo de manifiesto esa asignatura pendiente.
A eso hay que sumar la enseñanza de las correctas pautas de alimentación. Que los niños aprendan a comer solos es uno de esos procesos que requieren tiempo y constancia, y que los padres siguen afrontando como toda una odisea.
Marcas como Nestlé están intentando ayudar en el primer punto, lanzando nuevos productos con una mayor composición vegetal para equilibrar la dieta de los pequeños con algo atractivo y de buen sabor. Sin embargo, las ayudas para enseñar a comer de forma independiente y autónoma son algo en lo que las marcas no pueden entrar y que ya queda en manos de especialistas.
Los consejos de los especialistas
Profesionales en psicología infantil coinciden en que hay una serie de factores que ayudan a que esa transición desde la alimentación dada por las padres a la realizada por cuenta propia es algo que requiere paciencia y tiempo. Existen una serie de pautas que ayudan en esta dirección, provocando que el recorrido sea algo más sencillo.
Aunque hay muchos caminos posibles en este sentido, los factores más destacados por todos los especialistas en psicología y nutrición infantil son claros: el asiento, la participación de la familia y los alimentos son la clave. Ese triángulo hace las veces de pilar esencial en una etapa de aprendizaje muy importante para el desarrollo del pequeño.
Elegir la mejor trona para su autonomía
El primer punto sobre el que gira todo es el lugar donde el niño se sienta para comer. Una silla tradicional no es válida, ya que el pequeño tiende a moverse y necesita también estar a la altura adecuada en relación con el plato y los cubiertos. Así, escoger una silla trona es un paso indispensable.
Opciones como las disponibles en Trona Bebé son el primer paso a realizar por cualquier padre que quiera que sus hijos empiecen a comer solos antes. Ofrecen soportes adecuados, comodidades en los asientos y, además, diferentes opciones de tamaño y peso para encajar de la mejor forma posible con cada niño o niña. Este punto es indispensable a ojos de cualquier especialista.
Alimentos que se puedan comer con las manos
Asimismo, antes de empezar a controlar cubiertos, los niños deben seguir perfilando su motricidad fina a la hora de comer. La mejor vía en este sentido es preparar alimentos que puedan comerse con las manos y que, además, sean fáciles de cortar en pedazos pequeños para hacer más sencilla su digestión.
Comidas fáciles de masticar y de tragar, que ellos empiecen a coger con sus propias manos. Cuando vayan demostrando tener más soltura, el siguiente paso lógico es introducir cubiertos de plástico y de puntas redondeadas para que se vayan acostumbrando a su uso y, además, lo hagan sin el peligro de la cubertería metálica y puntiaguda.
Acompañar al pequeño
Es muy aconsejable que el padre coma siempre al lado del pequeño mientras este hace lo mismo. Los niños imitan los patrones de los adultos cercanos, y ver a una persona mayor haciendo los gestos adecuados para coger los alimentos y llevárselos a la boca es la mejor forma de aprender a hacerlo correctamente.
La supervisión debe ser constante, pero el proceso de imitación es uno de los más eficaces para inculcar los hábitos adecuados en los más pequeños de casa. Profesionales en psicología infantil han repetido en numerosas ocasiones la eficacia de esta técnica, que también surte efecto a la hora de enseñar a comer por cuenta propia.
Implicación familiar
Al igual que sucede con la imitación, la influencia familiar a la hora de introducir hábitos en un niño es esencial. Desde una perspectiva psicológica, es fundamental que la familia demuestre que la comida es una actividad completamente normal. Hermanos, padres, tíos, abuelos. Todos los que coincidan en la mesa a la hora de comer deben hacerlo con naturalidad cuando el pequeño esté comiendo con ellos.
Algo en lo que los especialistas hacen especial hincapié es en el error de ceder en estos momentos y acabar dando de comer al niño. Es un aprendizaje por el que tiene que pasar, ya que no solo le ayuda a ganar en autonomía, sino que también permite afinar su coordinación y motricidad. La comida es una de las actividades más importantes en nuestra rutina diaria, y sumergirse de lleno en ella y de forma autónoma cuanto antes es muy importante.