El director de Alerta Digital entrevistando al Padre Calvo en “La Ratonera”

Por Jesús Córdoba*.- La noticia de la nueva detención del director de Alerta Digital, Armando Robles, nos habría dejado sumidos en la perplejidad, si no supiésemos como las gastan desde hace tiempo las fiscalías de odio, en especial la malagueña.

El método con el que se procedió al prendimiento, sin notificación judicial previa para declarar como investigado, la premura del arresto y a última hora de la tarde, con la aviesa intención -pues intenciones son las que juzga la fiscalía de odio- de que Armando Robles pasara la noche recluido en la celda de castigo, nos retrotrae a las más oscuras noches de las patrullas de control de la CNT-FAI y de esos tribunales populares que detenían y condenaban a inocentes a la máxima pena en pocos minutos… por motivos ideológicos. Y es que también en el caso del director de Alerta Digital se trata de una detención provocada por las ideas que expresó el padre Jesús Calvo, uno de sus colaboradores, y que fueron recogidas en el medio. Sin embargo, hay que salvar las diferencias, claro está, pues Armando no apareció tirado en una cuneta con un tiro en la sien con signos de tortura, sino que el juez lo puso inmediatamente en libertad tras escuchar su argumentación. De momento, con la detención y la noche en el talego parece que les bastó.

Lo verdaderamente ridículo de toda la historia de la captura y arresto de Armando Robles es el motivo. El magistrado que lo interrogó trajo a colación una crónica publicada en Alerta Digital el 3 de abril de 2019 titulada: Padre Jesús Calvo, párroco de León: “El homosexual puede curarse trabajando muy duro, no estando todo el día tocándose los cojones”. Si repasamos detenidamente el contenido, comprobaremos que en él simplemente se dan a conocer, perfectamente entrecomillados, los argumentos del padre Calvo en favor de una posible redención de la homosexualidad a través del trabajo, evitando los ocios y los vicios. Doctrina moral en estado puro.

El contexto de estas declaraciones no podía ser otro que el de la campaña de acoso y derribo, organizada en aquel entonces por el lobby izquierdista y sus terminales mediáticas, contra el obispo de Alcalá, don Juan Antonio Reig Pla. El diligente prelado tenía un Centro de Orientación Familiar en el que se daba atención psicológica gratuita al que libremente la pedía. Fue enviado allí un delator que, haciéndose pasar por homosexual arrepentido, comprobó -al decir del padre Jesús Calvo- que «un buen catecismo y la asunción de la moral católica» son la mejor terapia para corregir ese tipo inmoralidades.

Don Jesús Calvo expresaba libremente su opinión en un país que, al menos en teoría, debería amparar la libertad de expresión de sus ciudadanos: “La homosexualidad se cura trabajando muy duro. No he conocido a ningún minero leonés que sea homosexual. Lo que ocurre es que cuando uno se aburre, vive del cuento y se pasa el día tocándose los cojones, pues al final cae en estas cosas”. Si uno no tiene derecho a decir esto, como sacerdote o como simple poblador de una nación soberana, y se le persigue por hacerlo, algo muy grave está ocurriendo… Y agregaba el religioso: «El homosexual no nace, se hace. El aburrimiento y el vivir del cuento los lleva a probar este tipo de experiencias, que suponen una degeneración de la raza, de la fe y de los principios morales, lo que acaba en relativismo, que es siempre autodestructivo». Argumento antropológico y conclusión final.

Así pues, el buen párroco terció en una disputa de rabiosa actualidad entonces y ahora también, a tenor de la celosa pasión persecutoria de la fiscalía malagueña de odio. Y lo pagó caro… Armando Robles.

Parece que las palabras de padre Calvo forman parte de aquel curioso fenómeno llamado “efecto mariposa”. El concepto forma parte de la “teoría de caos” a la que deben estar sujetas esas “leyes de odio” que la fiscal María Teresa Verdugo aplica tan diligentemente. La teoría del caos es la rama de las matemáticas, la física y otras ciencias que trata ciertos tipos de sistemas complejos muy sensibles a las variaciones en las condiciones iniciales. Pequeñas variaciones en dichas condiciones pueden implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro, imposibilitando la predicción a largo plazo. Así pues, unas declaraciones del padre Jesús Calvo, exponiendo determinados conceptos políticamente incorrectos provocan -un año y medio después- la detención del director del medio que los publicó. Curiosa manera de hacer justicia… pero “efecto mariposa” al fin y al cabo.

Según el singular fenómeno, dadas unas circunstancias peculiares del tiempo y condiciones iniciales de un determinado sistema dinámico caótico -la “democracia” española, por ejemplo- cualquier pequeña discrepancia entre dos situaciones con una variación pequeña en los datos iniciales -las declaraciones del padre Calvo y su publicación en Alerta Digital-, acabará dando lugar a situaciones donde ambos sistemas evolucionan en ciertos aspectos de forma completamente diferente: D. Jesús Calvo en la casa parroquial y Armando Robles en el trullo. Eso implica que, si en un sistema se produce una pequeña perturbación inicial -declaraciones antisistémicas del padre Calvo-, mediante un proceso de amplificación -su publicación en Alerta digital-, podrá generar un efecto considerablemente grande a corto o medio plazo: denuncia y detención de un periodista.

Y de ahí el nombre de “efecto mariposa”: Si se parte de dos mundos o situaciones globales casi idénticos -el contexto histórico e ideológico en el que viven el padre Calvo y Armando Robles-, pero en uno de ellos hay una mariposa aleteando -unas sacerdotales palabras proféticas, escandalosas para algún sector- y en el otro no -el silencio de los cementerios, es decir la paz de Soros, los Clinton y Bill Gates- , a largo plazo, el mundo con la mariposa y el mundo sin la mariposa acabarán siendo muy diferentes. Ciertamente, sin las declaraciones del padre Calvo o sin la existencia de Alerta digital, no hubiese ocurrido nada en absoluto. El aleteo de las verdades teológico-morales del padre Calvo en los medios ha acabado provocando un verdadero tornado en la vida de D. Armando a casi a mil quilómetros de distancia. El revoleteo de las alitas del padre Calvo ha desencadenado un tsunami tal que ha llevado al calabozo al director de Alerta Digital.

El caos sistémico en el que se ha sumido la judicatura en España ha convertido la administración de justicia, por acción o por omisión, en un eclético ejercicio de la “Teoría del caos” y del “efecto mariposa”. No podemos más que admirar la originalidad de una fiscalía que, asumiendo estas teorías cosmológicas, persigue los contenidos informativos de los medios digitales para que el discurso ideológico del gobierno sea asumido acríticamente por toda la sociedad, que deberá someterse y tragar.

A este paso, cualquier flatulencia mal gobernada se convertirá en un terrible tornado que, estimulado por la fiscalía de odio, se llevará por delante a cualquiera que ose oponérsele. Y es que la última referencia de bien y mal, de verdad o mentira, de pecado o de virtud ya no serán los Diez Mandamientos de Dios, sino lo que en cada momento se le antoje -y por el motivo que sea- al flamante “fiscal de odio” de turno. Magnífico título pues para los nuevos inquisidores, que ya no tendrán delante a Santa Juana de Arco, la inocente doncella de Orleans, sino a unos pobres pecadores como nosotros, colaboradores de un medio tan descaradamente libre como Alerta Digital.

Deben estar ya preparando la hoguera…

*Teólogo