Joe Biden contrata a un director de campaña que se declara comunista: “Me gustaría golpear a los policías”
Por Emmanuel Rondón.- Una publicación original del Arizona Independent News Network causó mucho revuelo en Twitter, en especial en el estado de Arizona, porque se informó que el equipo de campaña de Arizona del candidato demócrata Joe Biden, contrató a un comunista declarado que ha publicado comentarios racistas, en tono despectivo hacia las mujeres, contra el feminismo y también manifestando su odio hacia la policía.
El cargo oficial de Ramírez es el de director de Organización Digital para Arizona. Un cargo que no solo está limitado al trabajo digital para el análisis de datos, impacto de las campañas online, alcance e impacto en el público, sino también que implica un trabajo serio y comprometido en las estrategias de mensajes y campañas en redes. Básicamente, un cargo importantísimo para el equipo de campaña de Biden en el Estado de Arizona.
Con lo que no contaron Biden y su equipo fue con la revelación de algunos de los pensamientos de Ramírez que rutinariamente publicaba en su cuenta de Twitter, «desaparecida» tras el escándalo.
Ramírez, desafiante, se declara marxista y espeta que «que no le importa un carajo»; esto en el 2011. En sus años posteriores, continúa diciendo que, si un policía le pide sus papeles, «lo mandaría a la mierda», además, aceptando que le gustaría golpear a los policías. Lo más paradójico del caso es que la fórmula de Harris y Biden, que supuestamente velan «por la igualdad» del hombre y la mujer y apoyan al feminismo progresista, contrataron a alguien al que le encanta «ver rostros disgustados feministas». Contradicción al máximo nivel.
Otros de los tweets del nuevo director digital de Biden fue en 2012, donde twitteó textualmente: «Incluso la persona más racista tiene que admitir que los mexicanos arreglan las cosas bien, rápido y barato».
Los tweets de Ramírez incluso llegaron a los ojos de miembros de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, específicamente a Paul Gosar, quién espetó: «La izquierda radical viene por Arizona. Ganamos la Guerra Fría contra estos tipos. Vencimos a los fascistas en la Segunda Guerra Mundial. Lo podemos hacer de nuevo».
Lo más llamativo del caso fue la velocidad con la que la cuenta de Michael Ramírez (@me_geleeto), desapareció de Twitter; múltiples usuarios no desperdiciaron la ocasión para preguntarle al director de campaña, ¿a dónde fue?
Experiencia previa con Sanders
No es la primera experiencia en campaña para Ramírez, quien ya había fungido como director de campaña presidencial 2020 del socialista Bernie Sanders en Arizona.
Anteriormente, y según señala el Arizona Independent, el actual director de Biden trabajó en las elecciones intermedias de 2018 como gerente de campaña de la senadora Julie Gonzales en Colorado. Más atrás, en el 2016, se desempeñó como estratega nacional para determinar el alcance latino de Sanders. El éxito de Ramírez como estratega estará por verse; su trabajo hasta ahora no sirvió de mucho para el impacto positivo de Sanders y arrancó con el pie izquierdo en su nueva oportunidad.
Cada vez más radicales
Los esfuerzos por los grandes medios por hacer ver a la fórmula Biden-Harris como «moderados» cada vez es más insuficiente. Son muchos los últimos guiños que denotan como los demócratas se han mostrado como unos contendientes cada vez más a la izquierda, contrariando varios de los valores e ideas que han hecho de los Estados Unidos una de las naciones más prósperas del mundo.
Esto se ve en los planes económicos de Biden, las posturas de los demócratas en determinados temas como «los problemas sistémicos de Estados Unidos», los guiños de organizaciones como Black Lives Matter o el Partido Comunista de EE. UU; y también, por supuesto, en sus directores de campaña.
Ya tiene un comunista y una negra (pido perdón a los “pijoprogres” por usar dicha palabra del idioma castellano). Ahora sólo le falta un homosexual y un inmigrante mexicano. Iba a decir un maricón pero he pensado que sería demasiado para las mentes bienpensantes.