Pedro Sánchez ha vuelto a vivir en primera persona los abucheos y el descontento que muchos ciudadanos sienten hacia él. Esta vez ha ocurrido en un municipio de la costa de Huelva. El presidente del Gobierno, que se encontraba desde el pasado sábado, 15 de agosto, de vacaciones en Doñana, ha pasado antes también por Palma (donde fue recibido por el Rey) y Lanzarote (donde se encontraba desde el 5 de agosto). Este mismo martes, antes de volver a la Moncloa para presidir la reunión del Comité de Seguimiento del Coronavirus, celebrada por videoconferencia con el ministro de Sanidad, se dejó ver en Matalascañas (Huelva).

Pese a que su agenda durante las vacaciones no es pública, fueron varios los vecinos de Matalascañas que hicieron circular por redes sociales varios vídeos en los que se ve a Sánchez saliendo de la parroquia de San Francisco de Asís y subiéndose a un coche oficial. Lo llamativo es que los vecinos que acudieron hasta allí para ver al presidente del Gobierno lo abuchearon y lo despidieron al grito de «fuera, fuera». Pese a todo, también se ve a unos cuantos despedirlo con aplausos.

Sánchez ha pasado estos días en el cercano Palacio de Marismillas, en Doñana, junto a su familia y se trasladó hasta Matalascañas para acudir a una misa de difuntos celebrada en recuerdo de José María Pérez Ayala, trabajador de Doñana y reconocido medioambientalista. La iglesia se encuentra a apenas 37 kilómetros del palacio.