El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha pronunciado sobre la posible fusión de CaixaBank y Bankia, pendiente de la aprobación del FROB, el fondo de restructuración ordenada bancaria. Según ha dicho, él defiende una “banca pública” como su socio de Gobierno, Unidas Podemos, lo que está garantizado, a su juicio, con las líneas de crédito del ICO.

Sánchez ha dicho que los ministros de Unidas Podemos, con el vicepresidente Iglesias incluído, desconocían esta información por su carácter sensible, de forma que solo la conocían los “responsables económicos del Gobierno”. Tampoco el resto de ministros socialistas sin competencias en estas carteras. Sánchez ha asegurado que “no habrá cambios en el Gobierno” ya que está “a gusto” y tiene “plena confianza” en sus miembros.

El presidente ha recalcado que la acogida de la posible fusión ha sido positiva ya que se trataría del primer banco español y del décimo europeo. “El valor de Bankia ha aumentado en un 33%”, ha dicho. Sobre esta entidad rescatada por el Estado en los años de Gobierno de Rajoy, el presidente socialista ha dicho que “la herencia de ese rescate es uno de los asuntos pendientes”.

Sánchez ha dicho que en agosto tenía un acuerdo con el líder del PP, Pablo Casado, para renovar órganos del Estado como el CGPJ o el Defensor del Pueblo, pero finalmente no prosperó. Por eso, ha emplazado al PP a contar por qué, evidenciando que las relaciones con el principal líder de la oposición no son buenas. También ha dicho que cree que los Presupuestos Generales del Estado están garantizados y que saldrán adelante.