Tristeza, el sentimiento predominante en las mudanzas llevadas a cabo durante la pandemia
Pocos podían presagiar antes de comenzar el año que el mundo se vería afectado tan gravemente por una pandemia que, desgraciadamente, sigue causando bajas y un grave impacto económico.
Las personas que se han visto afectadas por el coronavirus se cuentan por millones, los fallecidos por cientos de miles, pero no solo eso, sino que son innumerables las empresas y negocios que se han visto obligados a cerrar sus puertas debido a la situación, y con ello, miles de personas han perdido sus empleos, obligándoles a reinventarse, tirar de unos escasos ahorros y echar mano de familiares y amigos.
Pero todas las monedas tienen una cara y una cruz, y existen sectores que durante estos difíciles meses han conseguido aumentar sus ingresos fruto de las nuevas necesidades que imponía la virulenta situación en la que se hallaba sumido el mundo.
Y en este escenario muchos han tenido que desempeñar sus funciones, haciendo, en algunos casos, de tripas corazón.
Y es que, tal y como indican desde una empresa de mudanzas en Bilbao, “las mudanzas que hemos realizado en los últimos tiempos tienen mucho que ver con los estragos de la pandemia y, por lo tanto, en las que el sentimiento predominante ha sido la tristeza. Los cierres de empresas y los despidos son las principales causas que han motivado la contratación de nuestros servicios. Por supuesto, también ha habido cambios de domicilio por otros motivos, pero han sido los menos”.
Sin embargo, “recoger los bártulos y poner otro rumbo nunca es sencillo y, quizás ahora sea más complicado que nunca, dada la situación que nos ha tocado vivir. Con la economía por los suelos, el mobiliario de oficina se ha ido acumulando en los guardamuebles y los antes empresarios no consiguen ver la luz. Los desempleados se ven obligados a regresar al lugar de partida, olvidándose de la independencia que les había aportado el fantástico empleo que habían logrado conseguir”.
Pero, “por desgracia esto no ha terminado, así que debemos seguir extremando las precauciones, utilizando todos los medios para evitar contagios y estableciendo protocolos y buenas prácticas para lograrlo. Al imprescindible uso de equipos de protección individual deben unirse la desinfección de los medios empleados antes y después de cada servicio, logrando de este modo un elevado grado de seguridad”.