El presidente Andrés Manuel López Obrador no descarta que en 2021, durante los festejos de los 200 años de la Independencia de México, la Monarquía española y la Iglesia católica tengan “un cambio de actitud” y ofrezcan disculpas por los acontecimientos ocurridos durante la Conquista.

López Obrador retomó este insólito tema luego de que el año pasado realizara esta petición sin éxito alguno, ya que el Gobierno de España, mediante un comunicado emitido en el mes de marzo, aseguró que este hecho no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas.

Este miércoles, en su habitual conferencia de prensa matutina, el mandatario izquierdista señaló que estas disculpas están pensadas “para dejar atrás la confrontación y pensar en la reconciliación”.

“No descartamos que haya de parte del gobierno español, de la monarquía, un cambio de actitud y que con humildad se ofrezca una disculpa, un perdón. Pensando en dejar atrás esa confrontación y hermanarnos, ver hacia adelante, pensar en la reconciliación. Pero considero que no es en vano el que esto se pueda llevar a cabo”

Respecto a la Iglesia Católica, el mandatario aseguró que ha sido enviada la solicitud al Papa Francisco, para “reivindicar a los pueblos originarios”, una gran oportunidad, señaló, tal y como ocurrió en Bolivia, en el año 2015.

Cabe destacar que en esa ocasión, el máximo líder de la Iglesia Católica, además de pedir “humildes disculpas por los graves pecados cometidos durante la época colonial”, apoyó de manera firme a la narrativa de la izquierda, señalando que “es importante destruir al nuevo colonialismo, para acabar con la explotación, la desigualdad, y el materialismo”, con lo que recibiría elogios del entonces presidente de Bolivia, Evo Morales.

Por otra parte, el mandatario mexicano agregó que independientemente de que tanto España como la Iglesia católica puedan ofrecer disculpas, dijo que el Estado mexicano ofrecerá también una disculpa por los abusos cometidos contra las comunidades indígenas.

“Ya en el México independiente también hubo acciones represivas, de exterminio, actos de injusticia para despojarlos de sus tierras, agua; esto fue lo que padecieron los mayas, lo que padecieron los yaquis, enfrentaron guerras, así se les conocía a las expediciones que se mandaban a la península de Yucatán y Sonora para exterminar a mayas y a yaquis( pueblos indígenas)”.

El presidente mexicano ha realizado diversos acercamientos con las comunidades indígenas en todo el país. Sin embargo, en el mes de agosto, hizo omisión al Día Internacional de los Pueblos Indígenas, siendo cuestionado por estos sectores.

El Gobierno mexicano aprovechó la conferencia para anunciar un programa para la conmemoración de fechas fundamentales para la historia del país, todo esto para el próximo año.

Se han preparado una serie de eventos, con el objetivo de “cambiar la narrativa que sugiere la invasión europea como el proceso de civilización de México y contar la otra historia, la historia de grandeza de este pueblo y lograr que sea otra la narrativa y que ya no prevalezcan esas concepciones acerca de la historia del país”.

Con esto queda claro el sesgo ideológico que representa el presidente de México, utilizando una de las estrategias que el Foro de Sao Paulo ha creado para generar conflictos a nivel latinoamericano: el indigenismo, radicalizando la afinidad que se puede tener hacia comunidades indígenas.

Mientras el presidente azteca continúa realizando esfuerzos para destruir la institucionalidad y la democracia para controlar los tres poderes de México, por otro lado continúa con su agenda de polarización y socialismo, amenazando la estabilidad del país y generando incertidumbre entre la población. La crisis generada por el virus chino, y el futuro económico del país, no son temas de importancia para López Obrador.