José Manuel Rojas: “Si Lara decía que los de la otra candidatura eran muy pocos, pero muy ruidosos, ¿nos podría aclarar entonces cuántos eran ustedes exactamente?”
AR.- Nunca una entrevista fue tan decisiva para decantar el voto de tantos. Fue el pasado 9 de octubre. Las elecciones internas de VOX en Málaga se hallaban ese día en un punto muerto, con una ventaja del entonces presidente provincial, José Enrique Lara, sobre el candidato alternativo, Enrique de Vivero, que aunque ligera, parecía lo suficientemente cómoda como para decantar el resultado final en favor de la lista oficialista. Los dos bloques parecían inamovibles; los abstencionistas se habían contagiado de la campaña a oscuras y del perfil bajo de los dos candidatos. Nada parecía propicio para que salieran de su cómodo letargo. Ni una ni otra candidatura transmitían la ilusión necesaria para derrumbar la indolencia y el hastío de quienes se hallaban ajenos a la contienda electoral, que eran muchos. Las citadas declaraciones en ALERTA DIGITAL del ex secretario provincial de VOX, José Manuel Rojas, lo cambiaron todo.
Rojas puso voz y dio visibilidad a los centenares de militantes vejados, despreciados, ninguneados y engañados por la dirección provincial durante años. Fue todo un ejercicio de amasar la etapa viva y dolorosa del larismo dándole serenidad y perspectiva. De hecho, de las ideas que este malagueño recio y austero defendió en la entrevista han mamado muchos que luego fingieron ignorarla o desdeñarla. La entrevista fue una exhibición de análisis tan certero y de exposición tan convincente, que sirvió de revulsivo para que decenas de militantes no activos tomaran partido en favor del ex coronel de La Legión, lo que al final terminó inclinando la balanza a su favor.
No es exagerado afirmar que nos encontramos ante uno de los hombres más valiosos y una de las principales referencias morales que ha tenido VOX en la provincia que le vio nacer hace 58 años. Nunca le agradeceré suficientemente que eligiera ALERTA DIGITAL para romper el silencio que había mantenido desde su marcha de VOX y que sus palabras rompieran, al fin, el cerco del larismo. He aquí el hombre que puso patas arriba el final de la campaña de VOX en Málaga. Y lo hizo sin proponérselo, con su voz queda y pausada, permitiendo, generosamente, sin pedir nada a cambio, que otros recogieran la fértil cosecha que su credibilidad y su altura patriótica y moral de miras estuvieron sembrando durante años.
– ¿Cuál es su primera valoración de la sorprendente victoria de Enrique de Vivero, una persona que hasta hace unos meses era desconocida por la amplia generalidad de la militancia de VOX?
Yo no la definiría como sorprendente, más bien la calificaría de elocuente. El hecho de que un candidato con el hándicap que usted menciona, al que habría que sumar otros muchos, logre imponerse en una contienda electoral, a quien ostenta la representación del aparto oficial del partido y cuenta además con todo su apoyo, habla por sí mismo. Son muchas las lecturas que pueden extraerse del resultado de la votación, pero ciertamente ninguna favorable en lo que se refiere a la candidatura perdedora, dadas las circunstancias.
– ¿Cómo vivió usted la noche electoral?
Pues con la tranquilidad que proporciona el distanciamiento y la satisfacción que aporta la contemplación de todo ejercicio democrático. Es ciertamente gratificante, constatar que los afiliados gozan de la oportunidad de expresar su opinión libremente y de manera vinculante. Y la viví igualmente con la certeza que la militancia se decantaría por la opción que considerase más conveniente y fructífera para el partido, en base a su mejor entendimiento y razonamiento analítico. De elementos de juicio, desde luego no carecían.
– Nos sorprendió la gran cantidad de mensajes de afecto y agradecimiento de afiliados y simpatizantes de Vox que recibió usted la noche del martes.
El primer sorprendido fui yo, jamás hubiese imaginado que recibiría tal aluvión de mensajes y llamadas. Realmente fue algo absolutamente desmesurado y quisiera aprovechar la ocasión que me brinda, para agradecer el gesto y a la vez disculparme ante todos aquellos, a los que aún a día de hoy, no he tenido tiempo de contestarles personalmente para agradecérselo. Si bien, es igualmente cierto que lo que más agradable, fue comprobar que los mensajes que me llegaron, provenían de personas afines a las dos candidaturas, lo cual corrobora aquello de que “ningún legado es tan rico como la honestidad”; tenía razón William Hazlitt al manifestar que: “Un hombre honesto es respetado por todas las partes”.
– Parece claro que su entrevista en AD el día 9 fue el gran revulsivo de la victoria de Enrique de Vivero. Así opinan también muchos de sus apoyos. ¿Pensó que aquellas declaraciones terminarían galvanizando en favor de Vivero muchos votos indecisos e incluso de los que pensaban abstenerse?
Sinceramente, entre los motivos que me movieron a conceder la entrevista, no figuraba el propósito ni la intención de que se convirtiese en un revulsivo o estímulo, que incentivase el voto en un u otro sentido. Simplemente entendí que era el momento adecuado, además de aconsejable y conveniente, de que la militancia conociera de primera mano, determinados hechos y circunstancias por los que me han preguntado en multitud de ocasiones, puesto que nunca habían sido aclarados suficientemente. En mi modesto entender, tienen todo el derecho a conocer la verdad, y no iba a ser yo precisamente quien lo impidiera convirtiéndome en colaborador necesario del oscurantismo y la falta de transparencia. Si accedí a ser entrevistado, fue con la única y exclusiva finalidad de que, de una vez por todas, aflorara la verdad y fuese de conocimiento público lo que realmente aconteció y como sucedió; es por ello que me serví de la oportunidad que me ofreció este medio, confrontando todas y cada una de las preguntas que me formularon ciñéndome estrictamente a la más escrupulosa lealtad a la verdad. No hice otra cosa que lo que entiendo fue un ejercicio de integridad, así como cumplir con una obligación que moralmente tenía contraída con los afiliados. Las conclusiones y deducciones que cual haya podido o querido extraer de dicha entrevista, pertenecen estrictamente al ámbito personal y la aptitud analítica de cada uno.
– ¿Qué otros factores cree que fueron la clave de la derrota de Lara?
No me corresponde a mí analizar las claves de su derrota, ni profundizar en los motivos que la han causado. Eso habrá de hacerlo, quien o quienes, tiene o tienen, la obligación de hacerlo en clave interna. Tampoco veo la necesidad de clarificar algo, que me consta es de dominio público.
– ¿Pedirá usted la readmisión en VOX, como desean tantos militantes?
A día de hoy estoy involucrado en un proyecto empresarial, del sector privado por supuesto, que requiere de todo mi tiempo y dedicación. Lamentaría profundamente que alguien pudiera sentirse decepcionado, pero he de decir, que si bien les agradezco el afecto y la consideración que me evidencian, no creo que vaya ser el caso.
– ¿Qué mensaje trasladaría a José Enrique Lara?
No soy yo quien, para dar consejos gratuitos ni trasladar mensajes, especialmente a quien no me los ha pedido. Ahora bien, sí me lo permite, sí que le formularía una pregunta:
Si tal y como reiteradamente ha manifestado en distintos medios de comunicación -que respecto a la cuantía y dimensión del sector crítico con su gestión le han interpelado-, ha asegurado siempre, y recalcado insistentemente, que se trataba de muy pocos, pero muy ruidosos y, aun así, ha salido derrotado. ¿Nos podría aclarar en tal caso, cuántos eran ustedes entonces exactamente? Porque no cabría pensar otra cosa, al hilo de sus repetitivas declaraciones, que aún menos que muy pocos.
– ¿Y a Enrique de Vivero?
Al igual que en el caso anterior, simplemente le trasladaría una pregunta:
¿Qué experiencia atesora, en su condición de militar, respecto a la desactivación y toma de territorios minados?
– Qué le sugiere este refrán: “La venganza es un plato que se sirve frío”
Si bien el refrán encierra una verdad muy popularizada, no es menos cierto que con la edad, uno va tornando, si no en inapetente, al menos en desganado. A ciertas alturas de la vida, las prioridades y las focalizaciones apuntan en otra dirección. Nunca me he tenido por una persona rencorosa o vengativa, lo que no es en ningún caso incompatible con gozar de una excepcional memoria. Más que en desquites y venganzas, soy de los que creen que la verdad siempre acaba por abrirse paso, y la justicia termina por imponerse. En mi opinión, la honradez es la verdad que ofreces a los demás y la honestidad es la verdad que te regalas a ti mismo.
Don Armando, yo pasaría página. LA VICTORIA ES EVIDENTE, CLARA Y PALMARIA, y creo no hay que hurgar en las heridas, que al fin y al cabo, SOMOS ADVERSARIOS, PERO NO ENEMIGOS. Los enemigos los tenemos enfrente, y se llaman LA PSOE, UNIDAS PODEMOS JODEROS (y, de hecho, ya lo estánm haciendo), y el CNI, en su papel de palanganero y mamporrero del NOM, NUEVO ORDEN MUNDIAL, del que los mierdas de los partidos anterior no son más que unos mandados y vasallos, en la peor acepción del término. Y, a título particular, CREO DEBERÍA SONDEAR A LOS AFILIADOS DE… Leer más »
Las heridas sanan antes con un buen chorro de vinagre, amigo, todo el mundo lo sabe aunque esto ultimo sea una falacia “ad populum”, puedes estar seguro de que nuestro querido contrincante LARA va a encontrar en estos articulos de AD un balsamo espiritual para sus lacerados lomos politicos, el flagelo inmisericorde de la derrota electoral aunque doloroso es a la vez instructivo y pedagogico, no me cabe duda de que nuestro amado adversario LARA saldra fortalecido moralmente de la masacre democratica que ha sufrido, despues de todo no ha salido a relucir ningun trapo suyo excesivamente sucio, solo ha… Leer más »
Tal vez será porque se lo paga él de su bolsillo y como pregona Vox, hay que ser austero. El ex coronel se deja chulear y regalar. Si tuviera que pagárselo él, se le quitarían las ganas de fumar o de comer (como ayer que no fue capaz de endosar 20 euros del menú con tetrabrik que hasta pudo pagarse el dependiente de comisiones). Ah no que lo que tenía era miedito al virus, mientras que en campaña, a gasto pagado iba hasta sin mascarilla