“A Dios rogando y con el mazo dando”, reza el refranero español. Algo así ha ocurrido con la presidenta de Baleares. Francina Armengol fue denunciada por la Policía tras ser cazada de copas a las dos de la mañana en Palma.

El pasado martes día 6 de octubre, la presidenta reunió, en una cena de trabajo, a un equipo de colaboradores para analizar cuestiones relativas a la acción del Govern. La reunión se produjo en la terraza del Restaurante Cor, ubicado en la plaza del Comtat de Rosselló de Palma, a 450 metros de la residencia privada de la presidenta, y la velada se alargó más de la cuenta. El periódico Última Hora ha tenido acceso al acta de denuncia

Ante esta situación, el presidente del PP en las Islas Baleares, Biel Company, ha exigido este jueves la dimisión “inmediata” de la presidenta de la Generalitat, Francina Armengol, después de que varios medios de comunicación lo hayan situado de madrugada en un bar que incumplía los horarios marcados por las medidas contra la COVID-19.

En rueda de prensa, el líder de los populares ha señalado que se trata de una cuestión de “salud democrática” y ha apuntado que Armengol “no puede seguir ni un minuto más en el cargo. Ha intentado darnos lecciones de ejemplaridad estos años y ella tiene que aplicarse a sí misma “, ha criticado.

Por si eso fuera poco, el propietario del Hat Bar, ubicado en la calle Sant Esperit, 18 de Palma, se escudó en la presencia de Francina Armengol para rechazar la sanción correspondiente por tener abierto el local incumpliendo la normativa de seguridad que obliga a echar el cierre antes de la una de la madrugada.

Francina Armengol, por su parte, asegura que estaba fuera del Hat Bar cuando llegó la Policía Local al mismo. La presidenta del Govern ha realizado un comunicado donde ha dado sus explicaciones en relación a la polémica surgida por su presencia en un bar de copas en la madrugada del 6 de octubre.