Trump y la ONU logran un histórico acuerdo de paz en Libia: podría ser dividida en dos países para terminar la Guerra Civil
Representantes del Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN) de Fayez al-Sarraj y del Parlamento Libio, brazo político del gobierno del mariscal Jalifa Haftar, firmaron en Ginebra, Suiza, un histórico acuerdo de alto al fuego permanente.
Gracias a la mediación y el auspicio de la ONU y del gobierno de Trump, se han logrado acabar 6 años de Guerra Civil, la cual comenzó el 16 de mayo de 2014 tras un ciclo de otros 3 años de interminable violencia y descontrol posterior al derrocamiento y linchamiento público del sanguinario dictador Muammar Gaddafi en 2011.
Desde aquél entonces, siguiendo el vacío de poder que generó la eliminación de Gaddafi, múltiples actores aparecieron en escena. Un gobierno medianamente estable se pudo formar en 2012 y el gobierno de Obama trató de impulsar un sistema democrático en el país.
Sin embargo, a principios de 2014, tras unas elecciones que dieron vencedor a la oposición pero con un 18% de participación electoral, se formó un quiebre entre el Poder Ejecutivo, que terminó siendo liderado por el GAN, y el Poder Legislativo, que terminó trasladándose a Tobruk, y liderado por el General Haftar. Desde entonces, ambos bandos están en guerra total por el control de todo el territorio del país.
Después de 6 años de una guerra brutal sin un claro vencedor, la región avanzó hacia un acuerdo de paz desde que Turquía, a principios de este año, ingresará con mucha fuerza al conflicto del lado del GAN. Este impulso militar les permitió romper el bloqueo alrededor de la ciudad de Tripoli y por primera vez en 3 años salir a la ofensiva contra Haftar. Viendo que Rusia le soltó la mano, el General libio finalmente se escapó a Egipto y llamó a la comunidad internacional a iniciar los proceso de paz.
Desde julio que se estuvo tratando de sentar a las partes, y no fue recién este mes que la influencia de Donald Trump en el asunto logró que los líderes beligerantes se sientes a negociar.
El acuerdo finalmente fue llevado a cabo y negociado en un plazo de cinco días y con rondas de negociaciones entre cinco representantes de ambos bandos, con la presencia de la Representante Especial de la ONU, Stephanie Williams.
Antes del acuerdo, hubo varios meses de incertidumbre y estancamiento tanto diplomático como militar, ya que los avances del GAN que venían siendo imparables por sobre el Ejercito Nacional de Libio (ENL, brazo armado del régimen de Haftar), de pronto cesaron.
Por ejemplo, de mayo a julio, las tropas del GAN produjeron importantes avances y tomaron por completo Trípoli, toda la frontera con Túnez y toda la costa noroccidental de Libia con el Golfo de Sidra. Pero de julio a octubre, el GAN rodeó la ciudad Sirte pero nunca invadió, y casi no obtuvo nuevos territorios desde entonces.
Esta división territorial que se generó internamente por el avance del GAN daría lugar a una solución que se propuso en la mesa de negociación de la ONU, y esto es dividir al país en dos: Libia Occidental, controlada por el GAN con Fayez al-Sarraj a la cabeza, y Libia Oriental, con Jalifa Haftar al mando.
Esta división generaría un cambio de paradigma en la región. Siguiendo el mapa, los pozos de petróleo quedarían casi en su totalidad en manos de Haftar y los rusos. Mientras que la Libia Occidental pasaría a tener que depender posiblemente del turismo y las industrias manufactureras.
De todos modos, es entendible que el GAN acepte este acuerdo. La guerra civil dejó al país devastado, con índices de pobreza y mortalidad infantil que no se veían desde antes de la Segunda Guerra Mundial. La economía estaba paralizada por los combates y los constantes bombardeos, mientras que la crisis política a comienzos de la guerra había dado pie para la aparición de ISIS en el país.
Esta división, aunque parezca muy artificial, tiene un respaldo histórico. Durante los largos siglos que la región libia estuvo en manos de Roma, luego del Imperio Bizantino, luego de los árabes, Imperio Otomano y finalmente Italia hasta su independencia, estuvo dividida en 3 regiones muy parecidas a las que quedarían de darse este acuerdo.
Lo que vendría a ser Libia Occidental, abarca las regiones de Tripolitania y Fezán, y la Libia Oriental la región de Cirenaica. Estas divisiones se mantuvieron administrativamente pero también culturalmente, los tripolitanos siempre fueron más internacionalistas, abiertos al comercio marítimo, con grandes centros urbanos y albergando inmigrantes de todo el mundo.
Por su parte, los habitantes de Cirenaica son descendientes de los beréberes, con un dialecto propio, un nacionalismo más latente y posteriormente más fanáticos del dictador Muamar Gaddafi.
Tal vez Libia Occidental pase a llamarse Tripolitania, y Libia Oriental permanezca como Libia. Todavía no se discutieron los detalles pero las partes estarían de acuerdo con sentarse a hablar sobre una resolución del conflicto que incluya una división nacional de esta manera.
Según la ONU, esto es “un importante punto de inflexión hacia la paz y la estabilidad en Libia, un momento que pasará a la historia y ayudará a garantizar un futuro más pacífico para los hijos e hijas de Libia”.
Rusia también se mostró favorable al acuerdo, y el Kremlin manifestó que esto es un “paso importante” hacia una paz duradera e instó a ambos bandos a cumplir plenamente el pacto. En concordancia, el Gobierno estadounidense del presidente Donald Trump también se pronunció de forma optimista y a favor del acuerdo, y lo calificó como “histórico”.
Empero, el acuerdo no fue aplaudido por todos, ya que se detalla que los mercenarios y combatientes extranjeros tendrán que abandonar el territorio libio en los próximos tres meses, algo que perjudica seriamente a Turquía que tiene una importante presencia militar en la zona del GAN y buscaba hacerse con el control de los pozos petrolíferos de la región.
La negativa turca al alto al fuego no fue algo oculto, ya que tras los anuncios, la Cancillería de Turquía afirmó que “el acuerdo es inestable” y “no nos parece aplicable”.
Que alguien me diga porqué, Trump, no merece el premio Nobel de la paz, 1000 veces mas que obama.
Ha conseguido que Israel y árabes firmen la paz.
Y ahora esto.
¿Este es ‘el malo’ de la modernidad?.
Jamas ha habido un hombre que hiciera tanto bien al mundo, y a su propia gente.
Salvo J. F. Kennedy.
El Premio Nobel es un premio honorífico otorgado por el gobierno de Suecia.
Suecia, el país de los experimentos de profunda ingeniería social. No va a dar un premio a Donald Trump, que es como la cara opuesta de lo que hacen ahí.
https://disidentia.com/suecia-suicidio-social-sutil-temible-revolucion/
https://redinternacional.net/2018/06/06/suecia-laboratorio-de-ingenieria-social/
https://www.elespañoldigital.com/suecia-monstruo-sigiloso/
Eso que hay en Suecia es un preludio de lo que quieren imponer en todo occidente todo este bipartidismo del establishment que gira siempre a lo progre, la censura y el estado controlador.