Santiago Abascal, durante su intervención en la segunda sesión del debate de moción de censura

La recuperación del liderazgo del centro derecha iniciada el pasado jueves por el presidente del PP, Pablo Casado, ha llevado al Gobierno y a Vox a reajustar su estrategia.

El giro ha quedado patente este miércoles en el Congreso donde ambos salieron a atacar a los populares haciéndoles una «pinza» política. De un lado, el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, acusaba al partido de Casado de formar parte de la entente de los socialistas y comunistas. De otra, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, acusaba a los populares de estar «atrapados por la ultraderecha».

Por un momento, llegó a parecer que el partido que ocupaba el banco azul era era el PP, y no el PSOE en alianza con Unidas Podemos. No en vano, lo que celebraba el hemiciclo era la sesión de control al Ejecutivo.

Espinosa de los Monteros arrancó esta estrategia al dedicar buena parte de su cara a cara con la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, a cargar contra los populares.

«¿Se proponen silenciar al único partido que queda de la oposición? Porque claro ustedes ya han logrado domesticar al otro partido que quedaba (el PP) con tantos aplausos y felicitaciones del señor Sánchez, del señor Iglesias, de los periodistas de ese consenso que ustedes han logrado generar y ya han logrado que se acerquen a su terreno ya les tienen suplicando algún tipo de acuerdo con ustedes», ha sostenido, en alusión a la oferta de Casado de apoyar un estado de alarma si se reduce de seis meses a ocho semanas.

Espinosa: «Está domesticado»

El portavoz de Vox ha continuado asegurando que el Gobierno ya ha «homologado» a los populares y les ha dado «el carnet de demócratas y así están todos de contentos».

«Y, en agradecimiento, ellos lo celebran con ustedes en fiestas hasta altas horas mientras se ríen de los españoles a los que dejan confinados y a los que amenazan con todo tipo de sanciones si se comportaran con ustedes», prosiguió, en referencia al acto celebrado por un medio de comunicación en el que coincidieron cargos de distintos partidos políticos.

Espinosa continuó insistiendo en la idea de que el Gobierno «ya ha conseguido que todos los partidos de esta Cámara menos uno esté de su lado» y en que Vox es el único partido que queda haciendo oposición al Ejecutivo.

No tardó en seguirle Iglesias, quien utilizó su duelo con el secretario general del PP, Teodoro García Egea, para acusar a este partido de todo lo contrario: estar «atrapado por la ultraderecha». «¿Qué balance hacen ustedes de ocho meses de competición con Vox?», preguntó al número dos del PP pese a tratarse de una sesión de control al Gobierno.

Iglesias: «Sigue compitiendo con la ultraderecha»

«Su discurso moderado ha durado menos que la mili del señor Abascal. Ustedes siguen compitiendo no solamente en estilo y en ver quien dice la mayor barbaridad y usa el tono menos educado y más desagradable contra el Gobierno» sino que además están «atrapados estructuralmente» porque gobiernan en tres autonomías de la mano de Vox, atizó el líder de Podemos.

«El supuesto discurso moderado de Casado se quedan en nada», continuó. «Están atrapados porque con su discurso ultranacionalista irresponsable dieron alas a la derecha y esa ultraderecha les está devorando a ustedes y a ciudadanos», cerró.