Las PCR son una monumental estafa a la ciencia, a la verdad y a la libertad humana
La doctora y catedrática de Procesos Diagnósticos Clínicos María José Martínez Albarracín ha demostrado con hechos científicos que las pruebas PCR utilizadas para encerrar a casi todo el planeta bajo el falso pretexto del coronavirus deviene un colosal fraude científico.
PCR, fraude
La doctora Albarracín ha desenmascarado en su estudio de las pruebas analíticas para la detección del Sars-Cov-2 – página 17, luminosa – que la secuencia genética a la que los esclavos de BorregoMatrix denominan “secuencia genética de detección del Sars Cov-2” usada para comunicar el “positivo” es, en realidad, una secuencia genética idéntica a otras halladas en bacterias y en el propio genoma humano.
Grosso modo, confirmación de lo sabido. Las PCR detectan secuencias de bacterias y del genoma humano. A eso los sicarios de la psicópata élite lo llama “positivo al coronavirus del Sars Cov-2”.
PCR, excusa para acabar con nuestra libertad
Según este estudio de Albarracín (señero miembro de Médicos por la Verdad) la conclusión es clara: mayúsculo engaño. Se están despollando en nuestra puta jeta. Están utilizando las cifras de “positivos” para pulverizar libertades básicas y devastar, mientras, la economía y nuestras vidas sobre la interpretación premeditadamente retorcida, abusiva y anticientífica de positivos ¡a bacterias y a secuencias de nuestro propio genoma!
La infecta patochada (por supuesto, anticientífica) de los asintomáticos. Una pandemia sin enfermos, impresionante asunto. Y los muertos, como toda la vida, muriendo de lo que siempre han muerto los muertos. Y la PCR, clave, para que El Gran Teatro de la falsa pandemia prosiga. En fin.