Por Luys Coleto.- Los que amamos con desmesura a dichos cuadrúpedos, prudencia. Fascinante negocio el hurto de cánidos. Bandas y mafias organizadas detrás de ello. Desde principios de año, considerable acelerón. Desde hace algunas semanas, espectacular incremento.

Robo de perros para cría

Diversos fines. Por ejemplo, reclamo para mendigar, inaudito negocio. O, colosal poro abierto, cría masiva. Codiciadas razas para dicha cría. Pinscher, yorkshire, chihuahua, bichón maltés, westy. Gente, gentuza tal vez, que ven al noble bicho como un juguete, regalito para el niño o la pareja. Esos perros, en un criadero legal, ochocientos pavos. En el mercado negro, trescientos. Se suelen vender en webs de objetos de segunda mano. Un leal amigo en Wallapop o Vinted, di que sí.

Carreras de galgos

O robo de galgos para las carreras. Tras la competición, fieles almas mudas, tirados. Negocio suculento, muy suculento, pero no es oro todo lo que reluce. Antes incluso de la competición, claro. Muchos galgos achicharrados con parvovirus, moquillo y leishmania. Cuando aprieta la canícula y los adorables galguitos pierden inmunidad, se deshidratan y pillan devastadoras garrapatas. En este caso, otra vez tirados, sin llegar siquiera a competir.
Y, sin duda, las dos joyas de la corona: brutales peleas ilegales, tan consentidas por las administraciones, y toda una jugosa y apetitosa mercadería, topándonos con perros de raza vendidos por un precio que oscila entre los 400 y 2000 pavos en otro – son tantos – sórdido mercado negro. Nigérrimo.

Peleas de perros

Preferentemente, robo de perros con pedigrí para su posterior venta. Y la clave, muy macabra en esta ocasión. Los canes que pertenecen a la triple P. Los denominados perros potencialmente peligrosos, pitbull y american stafford (principalmente, en su modalidad “blue”), predilectos. Adquirirlo, unos 600 pavos. En condiciones normales, un “blue” con sus papeles en regla, aproximándose a los 2.000 euros. En lontananza, las inicuas peleas de canes. Actuando como sparrings

Existen campeonatos nacionales e internacionales. Las ilegítimas autoridades, políticas y policiales, mirando hacia otro lado. En Madrid, preferentemente, zonas marginales de la Cañada, Los Berrocales, Villa de Vallecas, Orcasitas o Leganés Norte. Pero, no lo duden, también se dan atroces combates de canes entre que mora en grandes chalés y que, de cara a la galería, llevan vidas muy, pero que muy respetables. Demasiado respetables. En apariencia, claro. La infinita maldad humana, trascendiendo la lucha de clases.

Proteger al amigo

Lo dicho. No dejen a sus perros atados a farolas y marquesinas, ni siquiera cinco minutos para comprar el pan en el súper. Ni diez segundos. Protejan a su fiel e incondicional amigo. Él nunca te dejaría tirado en una farola mientras echa el rato copulando con una hembra. En fin.