Varapalo de la RAE al “lenguaje inclusivo”: no admite las variaciones con fines políticos e ideológicos vinculados a la cuestión de género
Hasta la irrupción de las redes sociales, la gran mayoría de la gente tenía la idea que la Real Academia Española (RAE) era algo conservador, casi vetusto. Sin embargo, la entidad supo comprender la era de Twitter y se convirtió en una de las más claras referencias de adaptación exitosa a los tiempos que corren.
Hace varios años que, desde su cuenta oficial, la RAE se dedica a responder de forma oficial las inquietudes de los usuarios que tienen alguna duda y deciden consultar directamente a la fuente principal.
En más de una oportunidad, las preguntas han sido en claro tono de broma, pero lejos de ignorar los comentarios, desde el Twitter de la máxima autoridad de nuestra lengua, se ha respondido con sentido del humor, generando viralizaciones que no hicieron otra cosa que popularizar la cuenta.
El «lenguaje inclusivo» y la RAE
No han sido pocas las veces que se ha consultado sobre la legitimidad del llamado “lenguaje inclusivo” y las respuestas han sido siempre inapelables. La RAE no admite las variaciones con finalidades político ideológicas vinculadas a la cuestión de género. En reiteradas oportunidades, la entidad dejó en claro que no lo hace con la finalidad que nada cambie.
Recientemente, el gran listado de palabras reconocidas, se les dio la bienvenida a términos como la “beatlemanía”, para reconocer el fanatismo por los cuatro de Liverpool, o el “brunch”, que describe la comida que unifica desayuno y almuerzo. Pero con respecto al lenguaje inclusivo, fundamentos mediante, la RAE no deja de reiterar su negativa.
Ante la pregunta de un usuario que consultó si decir “chiques” o “todes” en lugar de “chicos” o “todos” es un idiotismo, la RAE respondió:
“El uso de la letra «e» como supuesta marca de género inclusivo es ajeno a la morfología del español, además de innecesario, pues el masculino gramatical («chicos») ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género”.
Como era de esperar, el dictamen, en sintonía con todos los anteriores, volvió a ser discutido en las redes sociales y celebrado por los que se oponen a la implementación del absurdo, que busca imponerse por la fuerza desde el progresismo de habla hispana.
#RAEconsultas El uso de la letra «e» como supuesta marca de género inclusivo es ajeno a la morfología del español, además de innecesario, pues el masculino gramatical («chicos») ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género.
Hasta el Google traductor se ha puesto,
Pones Dog en ingles
y te traduce al español
Perra femenino
Perro masculino
cuando perra en ingles es bitch
El inglés “the dog” vale para “el perro” o “la perra”, la palabra “bitch” significa “perra o puta”, bitch, no es la hembra del perro, sino un insulto.
Saludos
Propongo en una reunión de gentucilla de lenguaje inclusivo, entrar y saludar así: Hola pollos y su equivalente en femenino. Igual te toca salir por piernas por gente tan “tolerante”.
Si la RAE no existiera, habría que crearla…
MIS FELICITACIONES POR CUMPLIR CON SU DEBER.
Porque cuatro políticos de izquierdas digan palabras a su tun tun, no van hacer variar los académicos nuestro idioma.
Unos presos de la idiocia,
otros en garras de la nesciencia,
y otros más, una cornucopia
donde prima la ocurrencia
de ese lenguaje inclusivo
causante de tal empacho,
que fuera un trastorno oclusivo
para tan fino capacho.
Con ese cálido verbo
regalo del alto cielo
que merece ser eterno,
pues si no,en penoso duelo
nos tendríamos que ver,
a nuestra lengua sagrada
tenemos que defender
haciendo de la pluma espada.
Chiques y todes son idiotismos.
El llamado “lenguaje inclusivo” puede, de alguna manera, conducir a errores considerables. Ya hemos leído en alguna ocasión textos en los que se ha empleado esa especie de “nueva” forma de expresarse, en donde se desprecia olímpicamente casi todo lo que aprendimos de la Gramática de la Lengua española. Era de esperar un varapalo de la RAE a esa forma de expresarse. De todas maneras, no olvidemos que las lenguas, como algo muy vivo que son, tienen un “efecto plastilina”, y no sabemos qué pasará dentro de 100 o 200 años en que, posiblemente, se hable algo que en nada… Leer más »
Es que vaya coso y cosa. Es una gilipollez y un gilichochez.