Dos diputadas del PP denuncian la presencia en España de un avión libio usado para transportar oro de las reservas del Banco Central de Venezuela
Las diputadas Valentina Martínez y Marta González, del Partido Popular (PP), increparon al gobierno por la presencia de un avión libio en el territorio español. Según las parlamentarias, en el mes de diciembre del año pasado aterrizó en la Coruña un avión perteneciente al general rebelde de Libia, Khalifa Hatfar.
El avión de origen francés es un Dassault Falcon 900 y es identificado con la matrícula P4-RMA de Aruba. OkDiario informó que dicha aeronave es utilizada para actividades de transporte de cargas de todo tipo. Según diversos medios, también era usado para el transporte de mercenarios rusos a Libia para apoyar a Haftar, quien sostiene una guerra contra el gobierno libio de Trípoli, que es el que oficialmente reconoce la ONU y la mayoría de la comunidad internacional.
La oposición venezolana y medios internacionales también han denunciado la presencia del avión en Venezuela para actividades irregulares. Una de esas fue facilitarle a Nicolás Maduro el transporte de oro de las reservas del Banco Central de Venezuela a otras latitudes. Dichas reservas de oro se las vendía Maduro a Hatfar, con la intención de obtener divisas que le permitieran a Maduro financiar su dictadura.
Las preguntas de las diputadas
Las diputadas preguntaron si el gobierno español tuvo conocimiento de la escala del avión, cuándo lo tuvo y si autorizó ese vuelo desde Libia. También preguntaron si los tripulantes pisaron suelo español y, en ese caso, si lo hicieron “pasando los correspondientes controles aeroportuarios”.
Otras preguntas que hicieron fueron: en primer lugar, si “el Gobierno ha ejercido de facilitador en esta operación”. Segundo, si el Gobierno considera que “dicha escala es compatible con las sanciones impuestas por la Unión Europea contra el régimen de Nicolás Maduro”.
Martínez y González también quieren conocer las medidas que el gobierno piensa tomar en caso de que el vuelo no tuviera autorización para entrar en España. Y en caso de que no tuviera, que explicación tiene el gobierno a ese aterrizaje.
Para finalizar, y suponiendo que el avión aterrizó sin los debidos permisos, las diputadas preguntaron “qué medidas tiene pensado adoptar el Gobierno para garantizar nuestras fronteras y que esto no se vuelva a producir”.
La tripulación y las rutas del avión
El avión aterrizó en la Coruña el 9 de diciembre de 2020. El avión venía de Bengasi (Libia) la zona rebelde controlada por el general Haftar. El avión llegó con 5 personas a bordo.
Los ocupantes eran Riccardo Mortara, que pilotaba el avión; Cyrille Martin Olive, un exmilitar francés; los italianos Davide Raimondi y Marco Coppola y una mujer con pasaporte ruso.
Al llegar, los ocupantes manifestaron a las autoridades españolas que ese mismo día volvían a Libia. Algo que fue mentira, pues los 5 estuvieron en la ciudad por 36 horas. La excusa era que venían a comprar un avión propiedad de Inveravante, de la familia Jove. el día 10 de diciembre en horas de la tarde, 3 de los ocupantes abandonaron el aeropuerto de Alvedro diciendo que volvían a Libia.
Los dos restantes permanecieron en la ciudad hasta el 11 de diciembre, cuando salieron rumbo a Guinea Conakry. Estos dos individuos utilizaron un avión Gulfstream G550, matrícula EC-KUM, propiedad de la empresa Inveravante de la familia Jove.
El vuelo a Conakry con los dos pasajeros que quedaron en Coruña lo operó la compañía Gestair. Una reconocida aerolínea de jets privados de alto standing que se ocupa de alquilar y rentabilizar las horas libres de los aviones privados de las grandes fortunas españolas.
Según las investigaciones reveladas por la prensa internacional, Guinea Conakry es la escala técnica de este tipo de vuelos privados antes de sobrevolar el Atlántico hacia Venezuela. Conakry es usada habitualmente por el avión de Haftar para volar a Ghana, Níger u otros países del África subsahariana que trafican con oro en el mercado negro internacional.
Una relación de cuidado
Al parecer, Emiratos Árabes Unidos le ha colaborado a Irán y Venezuela a evadir las sanciones impuestas por los Estados Unidos. Esto lo hace Emiratos a través de empresas radicadas en la ciudad de Fujairah.
Un ejemplo de lo anterior es la empresa SIPJ-SONNIG, de propiedad de Riccardo Mortara. Quien es un hombre de confianza del general Haftar y era quien piloteaba el avión que aterrizó en Coruña.
La agencia de noticias Reuters se encargó revelar la jugada de Emiratos. Por su parte, The Wall Street Journal o Le Monde informaron de las turbias relaciones de Haftar con Maduro. Al parecer, las Naciones Unidas ya se encuentran investigando esta situación.
Otra denuncia grave son los acuerdos entre Emiratos y Venezuela. Los cuales incluirían no solo oro por divisas, sino también petróleo venezolano a cambio de gasolina ya refinada a través de las empresas interpuestas de Emiratos.
Que lo demuestre ,sin demostración no es creíble . Hoy dia hay que demostrar las cosas tanto de un bando como de otro.Feliz año mucha salud Angela
Esta información darla es muy peligrosa, si fuera cierto, incluso la ONU debiera actuar para proteger a ese pueblo hermano que está pasando tanta necesidad. Si no lo fuera, se debiera castigar a la gente que diera una información falsa. Luego están los tribunales internacionales para intervenir asuntos tan serios.
¿Usted cree que los tribunales internacionales sirven para algo…?
En ocasiones hasta dudo que los nacionales sean de alguna utilidad.
Estamos de Reyes y en mi carta… Saludo Carmelo.
Y el ejército permitiendo eso delante de sus morros
¿Las ratas ya están huyendo de Venezuela…?
¿Significa eso que al régimen comunista le queda poca vida?