5 claves para huir de la manipulación
Mucho se viene hablando de la manipulación de los medios de comunicación y las redes sociales. En realidad, nada nuevo si se tiene en cuenta que existe, desde sie29mpre, cierta subjetividad en el momento que se escribe.
“Todo lector habitual que se precie, para buscar la objetividad, sabe que tiene que leer de distintas fuentes. Y, aún así, habrá momentos en los que no quede del todo clara la línea. Está claro que, desde los poderes, la información viene en cierta medida sesgada ya. Están acostumbrados a estrategias de manipulación mediática en busca de beneficio propio. Y no es solo desde las Administraciones y gobiernos, sino también desde otros sectores económicos o incluso sociales” explican algunos analistas.
Ya enumeró hasta 10 formas de manipulación Noam Chomsky, de las que, la más obvia, es la estrategia de distracción.
Si el foco se quita de lo importante y se crea polémica, pasa desapercibido. Algo así no será extraño echando un vistazo a los últimos meses. Si se distrae al público constantemente, lo de verdad importante, por ejemplo, en términos de subidas de impuestos, de decisiones económicas o de acuerdos, pasan diluidos y apenas hacen ruido.
Es sorprendente, pero años y décadas después, sigue funcionando.
5 formas de saltarse la manipulación
1. Formación: todo pasa por contar con conocimientos capaces de aportar herramientas críticas. Es necesario mantenerse informado desde distintas perspectivas, pero haciéndose las preguntas necesarias. Solo teniendo cierto conocimiento y especialización se puede sacar la información válida.
2. Contextualizar: no basta con titulares, se trata de contextualizar todo tipo de información. Hay dos preguntas, ¿por qué y qué pasará en adelante? Con cierta formación, como se decía, se puede encontrar de dónde viene esa decisión y cuáles serán las consecuencias.
3. ¿Quién gana manipulando? Esa la pregunta más clave de todas. Sesgando la información de forma consciente se busca un beneficio. Si se define eso, la batalla está ganada.
4. Escuchar distintas fuentes y acudir a la oficial. Pese a que muchas fuentes pueden estar manipuladas, siempre hay datos en la era del big data. Basta echar un vistazo por ejemplo al INE para saber cuál es el exceso de defunciones en el mismo periodo anual para ver que las cifras oficiales no cuadran, por ejemplo.
5. Evitar manipularse uno mismo a través de la opinión propia: este es el más complejo porque quien más quien menos tiene claras sus opiniones según qué sector. Para saberse no manipulado, esa piel debe quitarse y buscar el equilibrio que quite la emoción de la razón.