La Cámara de Diputados de Estados Unidos con mayoría demócrata aprobó iniciar un nuevo impeachment contra el Presidente Trump, a tan solo 7 días de que termine su mandato.

Los cargos presentados dicen que Trump “incitó una insurrección armada contra el Congreso” en un discurso “violento” en el que llamó “explícitamente” a que sus simpatizantes entren “por la fuerza” al edificio del Capitolio. Sin embargo, absolutamente nada de esto pasó.

En el discurso que se señala, Trump dijo textualmente: “Sé que todos los presentes pronto marcharán hacia el edificio del Capitolio para hacer oír sus voces de manera pacífica y patriótica. Hoy, veremos si los republicanos se mantienen firmes por la integridad de nuestras elecciones. Pero se mantengan firmes o no por nuestro país, nuestro país, nuestro país ha estado sitiado durante mucho tiempo. Mucho más largo que este período de cuatro años”. Link al transcripto del discurso completo.

“De manera pacífica”, aclaró. Pero nada de eso importó. Los medios salieron a atacarlo desde el minuto cero diciendo que en su discurso convocó a sus simpatizantes a que ingresaran al Congreso. Todos los panfletos y el mismo Trump en su discurso habló de manifestarse en las puertas del edificio, como han hecho tantos movimientos sociales a lo largo de la historia.

Incluso un análisis minuto a minuto de los acontecimientos, reconstruido por el periodista Elijah Schaffer en colaboración con el New York Times, confirma que los simpatizantes de Trump ingresaron al Congreso 20 minutos antes que Trump hablara de marchar al Capitolio en su discurso.

Los manifestantes tampoco entraron “por la fuerza”, si no que los policías encargados de la seguridad del Capitolio, probablemente también simpatizantes del Presidente Trump, les abrieron las rejas y las puertas para dejarlos pasar.

De esta manera, Trump se convirtió en el primer Presidente de la historia en ser sometido dos veces a juicio político por la Cámara de Representantes.

El voto esta vez resultó 232 a favor, 197 en contra, y 4 abstenciones (2 cargos están vacantes hasta marzo). En líneas generales, los diputados votaron según líneas partidarias. Los 222 demócratas, junto a 10 de los 211 republicanos, votaron para remover a Trump.

Los 10 republicanos que traicionaron a Trump fueron:

Anthony Gonzalez (OH)
Tom Rice (SC)
Dan Newhouse (WA)
Peter Meijer (MI)
Adam Kinzinger (IL)
John Katko (NY)
Liz Cheney (WY)
Jaime Herrera Beutler (WA)
Fred Upton (MI)
David Valadao (CA)

Ninguno de ellos había votado a favor de hacerle un impeachment a Trump en 2019 cuando los demócratas también quisieron remover al Presidente de su cargo por una llamada con el mandatario ucraniano Volodymyr Zelensky.

En aquél entonces, el Senado finalmente votó para exonerarlo y rechazó los dos artículos de impeachment que tenía en su contra, luego de que Trump publicara un transcripto de la conversación con su par ucraniano donde se comprobó que no existió delito alguno.

Ahora, la decisión quedará en manos del Senado, donde para remover al Presidente de su cargo se necesitan 66 votos a favor. Actualmente los demócratas cuentan con 50, contra otros 50 republicanos.

Trump dejará la presidencia el 20 de enero, y la votación ocurrirá casi una semana después. Por lo tanto, en una interpretación bastante frágil de la Constitución, la votación no será para removerlo de la presidencia (no será más Presidente en el momento que se realice la votación), si no para impedir que pueda volver a ejercer un cargo público en el resto de su vida.