Las pantallas, ¿progenitoras de cretinos digitales?
Manuel I. Cabezas González.- Hace ya algún tiempo, dediqué dos textos a analizar los cambios comportamentales provocados por las nuevas tecnologías en sus usuarios. A partir de mis vivencias personales y sociales, analicé, por una lado, el nuevo tipo de lectura o, mejor dicho, de seudolectura practicada por “el lector mariposa”; y, por el otro, la “degradación de la comunicación en la era digital”. Seudolectura y degradación de la comunicación, propiciadas por el uso y abuso del ordenador y del móvil, dos de las numerosas pantallas, hoy, al alcance de cualquiera.
A finales de 2020, leí algunas reseñas del reciente ensayo del neurocientífico francés Michel Desmurget, director de investigación del INSERM (Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale), titulado “La fabrique du crétin digital. Les dangers des écrans pour nos enfants” (E. du Seuil, Paris, 2019). La lectura in extenso del mismo confirmó todas mis sospechas factuales e intuitivas (cf. enlaces ut supra) sobre los efectos colaterales dañinos del uso y abuso de las pantallas. Por eso y a causa de la trascendencia del problema, he decidido retomar el tema de las nuevas tecnologías para sintetizar, en una serie de textos, su argumentado, prolijo y documentado ensayo (nada menos que 77 páginas de bibliografía, con casi dos mil referencias).
El ensayo de M. Desmurget (traducido al español a finales de 2020) es una llamada de atención y a la reflexión, sin pelos en la lengua, sobre el uso indebido de las pantallas, reflexión imprescindible para padres, profesores y poderes públicos, ocupados y preocupados por el desarrollo, la instrucción y la educación de sus hijos, alumnos y ciudadanos. Hoy presentaremos una visión global de la problemática plateada por este neurocientífico francés y, en próximos textos, analizaremos monográficamente algunos daños y peligros reales y concretos, provocados por las pantallas sobre la enseñanza, sobre el desarrollo cognitivo o intelectual de niños, adolescentes y jóvenes, sobre la salud y sobre la forma de trabajar (la multitarea).
En el “prefacio” de su ensayo, M. Desmurget levanta acta del exagerado, indebido y dañino uso, por parte de las nuevas generaciones, de los dispositivos digitales en todas sus formas: móviles, tabletas, ordenadores, televisión, consolas, etc. En efecto, con tan sólo dos años, los niños de los países occidentales dedican, de media, casi 3h. al día a visionar los soportes digitales. Entre los 8 y los 12 años, el consumo digital sube hasta casi las 5h. Y, entre los 13 y los 18 años, se incrementa hasta casi las 7h. Estos consumos representan, respectivamente, un cuarto, un tercio y el 40% del tiempo que pasan despiertos diariamente.
Ante estos datos, demasiados “expertos” mediáticos (médicos, pediatras, sociólogos, grupos de presión, periodistas, tertulianos, profesores, etc.) —que yo suelo denominar “todólogos” o “maestros Ciruela” o, ahora, “doctores Simón— ven con muy buenos ojos este estado de cosas y lo defienden, a capa y espada, como algo positivo, esperanzador, liberador y “empoderador”. En efecto, según estos todólogos, los dispositivos digitales (las pantallas) nos han hecho cambiar de era y han propiciado que surjan unos nuevos seres, los “digital natives” o el “homo numericus”, cuyo cerebro ha evolucionado y ha sido modificado gracias a ellas. Por eso, afirman que el cerebro de este hombre nuevo es más rápido en sus respuestas; es más capaz de gestionar en paralelo datos diferentes (i.e. está dotado para la multitarea); es más competente para sintetizar grandes flujos de información; y es más apto para el trabajo en equipo. Todos estos cambios son, según ellos, la palanca o el instrumento ideal para refundar la educación, para motivar a los alumnos, para incentivar su creatividad, para acabar con el fracaso escolar y, por lo tanto, con las desigualdades sociales.
Ahora bien, esta euforia de los “expertos mediáticos”, los verborreicos todólogos, choca frontalmente con la realidad descrita en numerosos estudios científicos. Como en muchas otras situaciones, las apariencias engañan y el árbol de las pantallas no dejan ver el bosque de los problemas que provocan. Así, a propósito del uso recreativo de las pantallas (uso principal y prioritario por parte de las nuevas generaciones), las numerosas investigaciones científicas han explicitado una larga lista de consecuencias dañinas, tanto para los niños como para los adolescentes y jóvenes. En estas investigaciones, se afirma que el uso y abuso recreativo de las pantallas ha socavado las bases del desarrollo armónico y equilibrado, en todos los campos, de las nuevas generaciones. En efecto, provocan daños no sólo en lo somático (obesidad, maduración cardiovascular, sedentarismo, trastornos alimenticios, etc.), sino también en lo emocional (agresividad, depresión, comportamientos de riesgo, etc.) y en lo cognitivo o intelectual (deficiencias en el lenguaje, en la concentración, en la memoria, etc.). Y estas consecuencias dañinas ponen en entredicho, cada vez más, tanto el éxito escolar como el éxito social y laboral futuros.
A propósito de las enseñanzas y de los aprendizajes escolares (i.e. del éxito y del fracaso escolar), las evaluaciones PISA son contundentes y concluyentes: el uso de los dispositivos digitales (pantallas) en la escuela no es beneficioso, sino todo lo contario. Recientemente, el padre de estas evaluaciones periódicas reconoció que los dispositivos digitales empeoran, más bien, los resultados escolares. Por eso y a la luz de las abundantes investigaciones científicas, M. Desmurget y sus colegas neurocientíficos comparten este punto de vista. Y así, tanto ellos como los gurús de Silicon Valley y numerosos ejecutivos de las grandes tecnológicas (entre ellos el malogrado Steve Jobs) protegen a sus hijos contra los instrumentos digitales —que han sido ideados, desarrollados y comercializados precisamente por los gurús y ejecutivos precitados— enviándolos a colegios donde las pantallas no tienen cabida; y, por otro lado, no poniendo al alcance de sus retoños, en el ámbito familiar, las pantallas de las nuevas tecnologías. A este respecto, uno de los primeros ejecutivos de Facebook, el arrepentido Chamath Palihapitiya, reconoció su tremenda culpa por haber contribuido a desarrollar unas herramientas que están desgarrando el tejido social. Y, además, denunció que, mientras los niños desfavorecidos son sometidos cada vez más al aprendizaje digital en las escuelas, los más ricos van a clases donde las pantallas están prohibidas.
¿Dónde está la verdad? ¿A quién creer? ¿De quién fiarse? ¿Debemos confiar en la verborrea de los indocumentados “todólogos” (los “expertos mediáticos”) o en los resultados de las investigaciones científicas? Podemos formular esta alternativa de otra forma: ¿la llamada “revolución digital” es una oportunidad para las jóvenes generaciones o, más bien, como reza el título del ensayo de M. Desmurget, una “fábrica de cretinos digitales” (i.e. de estúpidos, idiotas, necios)? Éste dedica su ensayo a responder a esta pregunta. Ahora bien, por el título de su ensayo, podemos aventurar por dónde irán los tiros. Sin embargo, con su respuesta no pretende imponer a nadie lo que debe pensar, creer o hacer; ni tampoco culpabilizar a los padres o poner en entredicho las prácticas educativas. Pretende sólo proporcionar a los lectores una información rigurosa, precisa y leal. Y, luego, que cada cual la utilice como quiera o pueda. En próximos textos, desgranaremos su circunstanciada respuesta ya que, como escribió el padre del cubismo, Georges Braque, “la vérité existe. On n’invente que le mensonge”.
Los subnormales, de arranque, son los padres que se la pasan sumergidos en su teléfono… y para que los hijos no jodan, no se les ocurre mejor solución que darles otra pantalla, así esos padres 2.0 pueden seguir chateando, surfeando por Tinder, etc…
No son las pantallas en si mismas las que vuelven subnormales a los nenes sino el abandono de sus madres, que les dan el “tablet” conectado a internet para que no las molesten y poder pasarse el dia cotorreando con las amigas por el movil, hicieron experimentos con bebes gorila y si la madre no les hacia caso se volvian subnormales, a esto hay que agregar que la mayoria de los nenes de ahora crecen con el sistema inmunologico hecho polvo porque las madres cocainomanas no pueden darle leche materna, sale veneno
Y no se olvide de los padres tomando cervezas en el bar con los colegas despreocupandose de la educación de sus hijos
Seamos realistas, la inmensa mayoria de las parejas con nenes se sostienen del sueldo del marido, es cuando el marido esta en el trabajo y la mujer en casa cuando se produce el fallo, en vez de centrarse en su trabajo de ama de casa las tias se han vuelto hedonistas egocentristas y no prestan la atencion necesaria a los nenes
Hace 50 años años la mujer era ama de casa,sin estudios y sin preparación.actualmente la mujer trabaja fuera de casa y la mayoría está mejor preparada que cualquier hombre.si un hijo está malcriado es por culpa de los dos ,no solo de la madre
Eso no te lo crees ni tu, date una vuelta por los barrios pobres, que es donde se concentra el 90% de la poblacion, una aplastante mayoria de familias viven del sueldo del marido y la mujer no trabaja, es en la burbuja “progre” de mujeres con chacha filipina donde trabajan los dos, el resto no es mas que propaganda de la tele
Te contradices tú solo ,figura!!por un lado dices que las mujeres y madres son unas cocainomanas(un vicio carísimo de la gente rica) y por otro lado dices que son las madres pobres las que desentienden a sus hijos…el 90%….a ver si te aclaras campeon
La cocaina un vicio carisimo de la gente rica? menuda estupidez acabas de decir, hay barrios enteros enganchados en las zonas pobres de todas las ciudades
Barrios enteros enganchados???usted se lee lo que escribe…en que mundo de fantasía vive usted???
La coca ahora predomina en la tocha de los estratos sociales más bajos, alacrán.
Está claro que usted se lleva al bar la tablet.
Y si va con su hijo, también lleva la Nintendo.
Una posible solucion al problema es hacer ministras a todas las mujeres que vayan a tener un hijo, asi se les puede poner una canguro de 50.000 euros anuales que se encargue del nene:
https://www.alertadigital.com/2021/02/05/la-concubina-de-pablo-iglesias-monto-su-propia-guarderia-privada-dentro-del-ministerio-de-igualdad/
¡FELICITO AL SEÑOR I. CABEZAS POR SU ARTÍCULO Y FELICITO A AD POR PUBLICAR ESTO! Ya era hora…. Desgracidamente no tengo mucho tiempo, pero hace años que sigo este tema. La “educación visual”, que nos parece algo muy nuevísimo del copón en realidad es más viejo que la Pepa, y no es exageración. Por resumir, de los protocolos sabios de Sión: Para promover la estupidez y la falta de comprensión lectora entre los gentiles, nuestros agentur promocionarán la educacion visual, haciéndola pasar por la quintaesencia de la pedagogía cuando realmente es una abominación. El aprendizaje real sólo puede nacer de… Leer más »