‘Barçagate’, un escándalo de reputación y redes sociales
El llamado ‘Barçagate’ estalló en el mes de febrero de 2020 tras la publicación por parte de la Cadena Ser de una información donde se detallaba que el club azulgrana tenía contratada a una empresa, I3 Ventures, que se dedicaba a desprestigiar por las redes sociales a personas y entidades del entorno azulgrana no afines a la directiva de Josep María Bartomeu, incluyendo jugadores como Leo Messi o Gerard Piqué.
La reacción inmediata del entonces presidente culé fue desmentir de forma rotunda la información, asegurando que dicha empresa solo se dedicaba a monitorizar las informaciones sobre el club azulgrana. Sin embargo, al día siguiente la Ser publicó un extenso dossier donde se detallaban las prácticas de I3 Ventures, las cuentas creadas en Facebook a tal efecto y el coste de estos ataques: un millón de euros.
Bartomeu se vio obligado a salir de nuevo a los medios para anunciar la rescisión del contrato con esa empresa, propiedad del argentino Carlos Ibáñez, y el encargo de una auditoría a PriceWaterhouseCoopers para conocer el alcance del escándalo dentro del club. A la vez, se vio obligado a suspender de sus funciones a su amigo y mano derecha Jaume Masferrer, que aparecía como el responsable de la firma del contrato.
Varios directivos, entre ellos Emili Rousaud, deciden dimitir de su cargo y denuncian las irregularidades de Bartomeu en el contrato con I3 Ventures, entre otras haber fraccionado el pago entre varios departamentos para evitar los controles internos del club.
Un grupo de aficionados, denominado ‘Dignitat Blaugrana’, fueron los que decidieron dar el paso denunciar al club y a los implicados por un presunto delito de administración desleal y corrupción entre particulares, una querella admitida a trámite por el juzgado de instrucción número 13, a cargo de la jueza Alejandra Gil, encargada a partir de entonces de dirigir la investigación.
En julio de 2020 los Mossos se presentaron por primera vez en el Camp Nou para solicitar la documentación y los contratos con I3 Ventures, así como el resultado de la auditoría. En esta se concluye que hay un sobrecoste en el pago por los servicios de monitorización, se pone en duda el prestigio de I3 Ventures y se destaca la irregularidad del fraccionamiento de los pagos. Sin embargo, exime de responsabilidad a Bartomeu y Masferrer, que a finales de ese mes regresó a su puesto en el club.
Yo creo que en vez de “barçgate”, deberían llamarlo “barçamerda”.
SPE.