Francia comienza una ardua batalla contra el lenguaje inclusivo: decenas de diputados piden que se prohíba en los documentos públicos
Tras muchos intentos de parte de partidos políticos franceses de la izquierda progresista, gran parte de la cámara de diputados se posicionó en contra de la utilización del lenguaje inclusivo en documentos públicos, y pide su prohibición. La votación final será en pocos días.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, destacó su postura contraria al lenguaje inclusivo e impulsó a su bloque parlamentario de más de 300 diputados (577 diputados tiene la asamblea) a votar contra este en su totalidad en un novedoso proyecto de ley presentado por Francois Jolivet, diputado liberal del partido oficialista.
“El lenguaje inclusivo es una elección personal y militante para nada mayoritaria, confunde los mensajes y complejiza el aprendizaje de la lengua”, defendía su proyecto en la sesión del parlamento el diputado Jolivet.
Además de políticos, expertos de la salud y médicos especialistas en dislexia, dispraxia y disfasia manifestaron su posición contraria al nuevo aventón ridículo de la izquierda, y afirmaron que la aplicación del lenguaje inclusivo podría ser extremadamente problemática y difícil para los que posean dichos trastornos.
Además del gigantesco bloque de Francia en Marcha del actual presidente, otros grupos de diputados de derecha apoyarán el proyecto en su totalidad. Desde las autoridades del partido liberal-conservador Los Republicanos (+100 diputados), se instó a votar en contra.
Anteriormente en 2017 y 2019 ya se habían aprobado proyectos de ley regulando fuertemente el uso del lenguaje inclusivo en textos oficiales.
Cabe destacar que el francés ya es de por si uno de los lenguajes más inclusivos del mundo, y el hecho de aplicarle lenguaje inclusivo no solo cambiaría una letra de cada palabra como en el español, si no que incluso la forma de conjugar verbos, básicamente destruyendo el idioma por siempre.
“Esta propensión a querer incluir en cada frase los dos sexos vuelve sencillamente ilegible la lengua francesa a la vez que contribuye a desnaturizarla”, describió la avanzada globalista progresista el profesor de historia Kevin Bossuet.
«El lenguaje inclusivo es una elección personal y militante para nada mayoritaria, confunde los mensajes y complejiza el aprendizaje de la lengua», defendía su proyecto en la sesión del parlamento el diputado Jolivet.
Y tanto que “complejiza” la lengua, cuando es más sencillo “complicar” la lengua.
Es curioso como la hoja de ruta a seguir por las élites PEDO-SATÁNICAS, seguidoras de la religión Masonico-Luciferina implantan la MISMA ingeniería social SINIESTRA y MALIGNA en todos los países, mande quien mande.
Quisiera saber quien es el iluminado al que se le ocurren estas supuestas ideas “brillantes” del lenguaje inclusivo, y cual es el otro iluminado, o quizás el mismo, que se le ocurre que son buenas ideas para llevarlas a la política.
Chorradas como pianos, muy precupante, la gente tendría que prestar atención a este fenómeno, se ve calcado, como siguiendo el mismo patrón, una estrategia de manipulación masiva salida del mismo sitio.
Se ponen en evidencia. Que no están para representar a los ciudadanos, si no a otros intereses extraños que a nadie le importan.
A mí me parece ese lenguaje algo ridículo…pero lo mismo que me parece una aberración que se te obligue a incluirlo también me parece excesivo la prohibición…solo son palabras que hacen un poco de daño al oido
Se trata de prohibirlo en los organismos oficiales y documentos públicos. Estamos hablando de hablar mal una lengua a propósito por iniciativa estatal. Cuidado con esto.
Cualquier excusa vale para dar poder al estado sobre los ciudadanos. Esto es el socialismo. Hay que combatirlo.
Yo creo que debe ser la academia de la lengua quien lo permita o lo deseche…y no los políticos que la mayoría hablan peor que los ciudadanos