La sede provincial de Vox Málaga , ubicada en la calle Doctor Sáenz de Tejada 18, ha aparecido este domingo con una pintada en la que se lee ‘Tongo’ y “A dedo”, en alusión al nombramiento de una Gestora a espalda de los militantes.

La pintada se produce tras una semana de convulsiones internas provocadas por el fracaso de las mesas informativas instaladas en varios municipios malagueños y que en el mejor de los casos congregó a diez personas. Incluso se dio la circunstancia este viernes de que la portavoz municipal del partido verde en Benalmádena, Gema Carrillo, rechazó estar presente en la mesa junto a sus compañeros para acudir ese mismo día por la tarde a la Vega Maestranza, perteneciente a otro municipio, junto a los diputados nacionales Patricia Rueda y Rubén Manso.

Cada vez más militantes de Vox en Málaga critican abiertamente a la verdadera líder del partido en la sombra, Patricia Rueda, cuya incompetencia y nulidad gestora se traduce en un desistimiento de las bases a colaborar en las tareas propias de cualquier formación política. Muchos afiliados no entienden que la dirección provincial no haya tomado cartas en el asunto de Fernando González, nombrado coordinador de zona y denunciado por un presunto delito de estafa. No se entiende que ni González ni los mandatarios del partido hayan dado explicaciones sobre este asunto, ni que tampoco hayan aclarado el por qué de las dimisiones de dos miembros del Comité Ejecutivo Provincial. A ello se suma la indignación que ha provocado la designación de cargos cuyos únicos méritos curriculares son los de ser amigos de Rueda o de algún miembro de la Gestora-títere.

Y por si fuera poco, la gota que ha desbordado el hartazgo de los militantes ha sido la imagen de una sola persona, de edad, sexagenaria, expuesto al peligro en la mesa informativa montada ayer en el municipio rojo de Villanueva de Algaidas, mientras el testaferro político de Patricia Rueda y dos parlamentarios se hacían fotos con un puñado de cobistas en la Milla de Oro de Marbella.

Vox Málaga vive ya una situación límite. En vez de buscar soluciones que enderecen el rumbo de una nave en proceso de deriva, Patricia Rueda y Antonio Sevilla consienten que algunos afiliados promuevan un boicot contra Alerta Digital. Prefieren matar al mensajero que preguntarse por qué este medio se ha convertido en la principal referencia informativa de la mayoría de militantes y simpatizantes de Vox.

La exteriorización del enfado ha comenzado hoy. Desde aquí hacemos un llamamiento a la calma, pero también urgimos a Madrid a que evite que se cronifique el actual divorcio entre los afiliados y la dirección de Vox Málaga. Y eso pasa inevitablemente por la disolución de la Gestora y la vuelta a la legitimidad que fue quebrada por unas elecciones fraudulentas.