Santiago Abascal (izquierda) y Ortega Smith (derecha)

El “pinchazo” de Javier Ortega Smith en su mitin del pasado sábado en la capital malagueña ha abierto la caja de Pandora sobre el control que el secretario general todavía ejerce en algunas provincias, Málaga entre ellas. En el “núcleo duro” que rodea a Abascal se ha instalado el convencimiento de que Ortega Smith ha perdido fuelle y poder de convocatoria. Creen que sus discursos son figuraciones demagógicas que ya no enganchan a posibles votantes. Y para muestra un botón: En la sede de la calle Bambú se ha seguido con perplejidad la visita de Ortega Smith a Málaga este fin de semana. La escasa asistencia al mitin de calle Larios (150 personas, entre ellas decenas de cargos orgánicos del partido en la provincia), en medio de una jornada semifestiva y primaveral, ha encendido todas las alarmas. Se compara el “fiasco” de Málaga con el reciente baño de masas de Abascal en Murcia y Sevilla. Y no solo Abascal. El 28 de febrero, Día de Andalucía, Macarena Olona congregó en Sevilla a cuatro veces más gente que Smith en la capital costasoleña.

La situación de crisis terminal en la que vive el partido verde en Málaga no es ajena al pulso que mantienen Abascal y Smith con respecto al modelo organizativo y al propio futuro de la formación política. “Tanto Jaén como Málaga están siendo dos fiascos a efectos organizativos”, señala un antiguo miembro del partido en la provincia andaluza. Recuerda a continuación que en sendas provincias, Vox ha estado liderado por dos mujeres nombradas por Smith, Salud Anguita y la diputada Patricia Rueda. El resultado ha sido un ostentoso fracaso. La primera ya ha sido cesada de sus funciones por la dirección nacional y se da por hecho que Abascal ha dictado sentencia sobre el futuro de Rueda, que seguirá siendo diputada nacional, aunque bien alejada de la toma de decisiones relacionadas con el partido en Málaga. “Es un desastre como gestora”, admite una persona alejada de los focos y muy próxima a la cúpula nacional. La pasada semana se desplazó a Málaga para reunirse con algunos miembros influyentes del partido y recabar información de primera mano. “Lo que nos llega de Málaga es a través de Alerta Digital”, reconoció en el almuerzo que mantuvo con los citados militantes.

Abascal mira con recelos a Ortega Smith y quiere evitar que su compañero siga controlando Málaga. Es inopinable que Smith no ha creado en Málaga un modelo organizativo que ayude a crecer a Vox, sino un clientelismo como fórmula de control del partido en una provincia clave dentro de la lucha de poder que mantiene con Abascal. Este, por su parte, ya no oculta que tiene una falta de sintonía con el que ha sido uno de sus principales apoyos. Y no solo en la vertiente organizativa. El boicot contra AD ha sido impulsado desde el entorno de Ortega Smith. El diputado cunero por Huelva, Tomás Fernández, uno de los testaferros políticos del ex boina verde, fue tajante este sábado al prohibir las declaraciones a AD en un encuentro privado. Lo que se pretende es cortocircuitar el acceso de Abascal y de sus hombres de confianza a las informaciones que dan cuenta a diario del cúmulo de errores que se están cometiendo en Málaga y que están provocando un tsunami de desafecciones de los afiliados con la dirección provincial.

El pulso interno que vive Vox con respecto a Málaga alcanza también a la Gestora. Abascal está resuelto a poner fin a su mandato en los próximos meses. La oposición de Smith no parece que vaya a servir de mucho cuando algunas encuestas ya detectan una alarmante pérdida de apoyos electorales en una de las provincias consideradas emblemáticas. Fuentes cercanas al alavés apuntan que el retorno de José Enrique Lara cobra cada vez más fuerza. Lara, entre tanto, se mantiene en un discretísimo segundo plano y ha reducido al máximo sus apariciones públicas para evitar susceptibilidades. Es significativo que ni él ni sus personas de confianza estuvieran el sábado en el mitin de calle Larios. “Lara es el mejor ejemplo de hombre de partido y aceptará disciplinariamente cualquier decisión que tomemos con respecto a cuál debe ser su rol dentro de Vox”, subrayan las mismas fuentes.

En Madrid no ha pasado inadvertido el hecho de que el ex presidente provincial mantenga intactos sus apoyos. Estiman que es de los pocos militantes con peso que puede revertir la actual situación de caos y división interna. “Es de los pocos que puede vertebrar el partido en torno a unos ideales comunes e ilusionar otra vez a las bases frente al pesimismo reinante”, señala Julia, una de las que votaron a Enrique de Vivero en las primarias.

Sobre la mesa de Abascal está también la opción de nuevas elecciones internas. Se da por seguro que una candidatura liderada por Lara arrasaría. “Los acontecimientos que vive el partido le han dado a Lara una notable dimensión política y han contribuido a engrandecer su figura como líder incluso entre personas que tenía en contra”, asegura uno de los candidatos de Vox al Parlamento de Andalucía.