Se terminó la recuperación: la actividad económica de EEUU cayó un 0,9% en febrero, el primer mes de gobierno de Joe Biden
Los últimos datos para el nivel de actividad general en Estados Unidos marcan una importante desaceleración en el proceso de recuperación que estaba atravesando Estados Unidos desde mayo del 2020, según estima la consultora IHS Markit.
Debido a la gestión del ex presidente Donald Trump, Estados Unidos sólo tuvo caídas en los meses de marzo, abril y noviembre de 2020, que coincidieron con las cuarentenas impuestas por los gobernadores demócratas en los Estados más importantes del país. Incluso en enero, mes en el que Trump estuvo 20 días gobernando y Biden 10, hubo crecimiento intermensual.
Sin embargo, los más de 50 decretos que firmó Joe Biden en su primera semana en la Casa Blanca resintieron fuertemente la economía, y el mes de febrero registró la primer caída sin cuarentenas generalizadas desde que comenzó la pandemia.
La actividad económica de febrero cayó un 0,9% con respecto a enero, un dato que acompaña al desempeño industrial de este mes, que también registró una preocupante contracción. Estos datos corresponden al primer mes completo de la administración Biden.
La variación de la actividad económica, en términos anualizados, cerró el mes de febrero con una fuerte contracción en torno al 10,5%. Esta cifra es la peor registrada desde el noviembre de 2020 y preocupa al gobierno ya que no está directamente relacionada con nuevos confinamientos.
El fuerte revés económico llegó después de un mes de enero marcado por el optimismo, la economía de Estados Unidos había repuntado un 1,7% con respecto a diciembre del año pasado y había alcanzado un crecimiento anualizado en torno al 22,8%. Estas cifras corresponden al último mes de la administración de Donald Trump.
IHS Markit estima que las ventas finales en Estados Unidos cayeron un 12,8% en términos anualizados. Nuevamente, estas cifras surgen de replicar la variación mensual de febrero para la totalidad de los meses del año.
Las proyecciones acordes a la actividad bursátil estiman que la economía norteamericana atraviesa un momento delicado en el corto plazo, esto a pesar de los estímulos fiscales que aprobó el gobierno de Joe Biden.
Esta es la primera vez que el país no crece directamente después de la aprobación de una Ley de Estímulo Económico.
Esto puede ser porque a pesar de que el proyecto era el más ambicioso de la historia, con un gasto de 1,9 billones de dólares (“trillion”, en inglés), una gran parte del presupuesto estaba dedicado a programas sociales, ecologistas, feministas o incluso asistencias a países extranjeros, en vez de estimular la actividad empresarial.
Los amplios programas de inversión pública parecen no traducirse en mayor actividad. El rebote en la economía de Estados Unidos muestra una reacción mucho más favorable a los estímulos monetarios que realizó la Reserva Federal, y una muy pobre performance para los programas fiscales de los demócratas.
Además, los paquetes de estímulo también responden a una lógica de corto plazo, pues el gobierno de Biden pretende aprobar el mayor aumento de impuestos desde la Guerra de Vietnam.
En una buena noticia, y a pesar de la caída de la actividad, la tasa de desocupación en Estados Unidos continúa bajando y se situó en el 6% para el mes de marzo.
Aun así, el ritmo en la recuperación del mercado laboral no es el que había durante el gobierno de Trump y se torna cada vez más lento.
Los diputados republicanos en el Congreso, a pesar de estar en minoría, lograron evitar el alza del salario mínimo que Biden quería, situándolo en los 15 dólares por hora. Esta medida atentaba directamente contra la recuperación de los puestos de trabajo destruidos por la pandemia.
Cabe destacar que, en términos reales, el salario mínimo de Estados Unidos se encuentra en línea al promedio histórico en el periodo 1990-2015, después de un alza nominal del 41% entre 2007 y 2009.
El Gobierno terminó teniendo que acordar con la oposición republicana en este punto, y decidió postergar el alza del salario mínimo legal hasta que la economía comience a crecer de forma más robusta.
¿Ah, sí? Y ahora, ¿que van a hacer? ¿ llorar sobre la lecje derramada o solucionar el actaul desbarajuste?