Ayer, catorce de abril de 2021, hay quién olvida lo sucedido hace noventa años. Otros, una buena parte de comunistas y socialistas no se enteran, no estudian, ni mucho menos leen. Erre que erre, persisten en un golpe de Estado de unos rebeldes y de unos curas… y en eso se quedan, admirando a unos desgraciados maquis, unos bandoleros desinformados, que hicieron el canelo por orden del estigmatizado Santiago Carrillo hasta los 50. Le llaman represión franquista.

Recordemos: Fue un golpe de Estado nos trajo un régimen sin papeletas democráticas, ni referendum, ni nada que se le parezca. Porque sí. Un grupo de republicanos acuerdan, se conjuran en San Sebastián, para derrocar al monarca y a sus partidarios que son una mayoría escandalosa en las municipales. Se la pasan por el arco voltaico. Eso sí, el desastre ya existía, persistía la decadencia y la pobreza era un caldo de cultivo de clases y odios alentados desde Moscú y el nefasto comunismo leninista.

Hay un ejemplo que oí hace muchos años, que es muy elocuente y que me sorprende que no sea viral: Diez propios en torno a una mesa. Alguien les reparte cartas y cuartos para apostar. Pues bien, pasadas unas horas –o una noche de póker descubierto, de chiribito- hay cuatro espabilados que se han hecho con los cuartos y los otros seis se comen los mocos. ¿Son comunistas estos cuatro?¿Son capitalistas? Es así la tozuda realidad. Otra cosa es interpretarlo bien.

Otra observación incuestionable: Tirados al monte, en campo abierto, el grupo, aunque sea menor, ordenado, instruido, disciplinado y preparado sobrevive siempre y administra las bofetadas incomparablemente mejor que el grupo desordenado, analfabeto, indisciplinado y que se permite lo impermisible como es el asesinato, la tortura, el martirio y esas cosas. ¿Son maquis? ¿Son demócratas? La república, a la que habían empujado hasta auparla intelectuales de rango… se anunciaba reformadora, transformadora, educadora… Duró lo que son dos meses de entusiasmo. Hubo unas elecciones en el 33, que ganó la derecha y no lo pudo soportar la izquierda colérica. Llegó la excarcelación de indeseables, la debacle, la anarquía, el incendio, el robo, la persecución religiosa, el asesinato, las violaciones, las venganzas, las torturas, los martirios, la carnicería bolchevique del 17… -calcada- y las autoridades comenzaron a mirar para otro lado, tanto como los posibles aliados -la misma y vecina Francia del frente popular de León Blum- que se lavaron las manos al ver aquello tan espantoso, tanto como esos intelectuales que tuvieron que salir por pies para no ser asesinados…

El descrédito, la anarquía y el imperio del bolchevismo comunista se hizo con los mandos. En el 34, en octubre, se produjo un ensayo revolucionario con trajes en Asturias, y Cataluña se declaró independiente… El destrozo se anunciaba sin tapujos, ensangrentado de asesinatos y matanzas brutales, de las que fue responsable el genocida Carrillo Solares, que repugnaba a cualquiera y se veían desde el exterior y denunciaban los diplomáticos…. Stalin metía sus zarpas y sus viruelas en el asunto y tras unas elecciones robadas por el frente popular en febrero del 36, los que iban a ser asesinados a partir de entonces, los “morituri”, se sublevaron el 18 de julio del 36, y comenzó una inevitable guerra civil, que duraría 986 días y que es la historia de cómo el desastre, la anarquía y el crimen organizado acabó con quienes disponían de todo y terminaron hambrientos y derrotados sin remisión. Lo dice don Salvador de Madariaga, que no es el Echenique: “El golpe del 34 fracasó y el del 18 de julio triunfó. Eso es todo”

Franco puso orden. El que la hizo la pagó, mayormente, y los responsables, tras atracar el Banco de España y remitir toda la reserva de oro a Stalin en cinco barcos -nunca nadie ha dado explicación razonable de aquel dislate y siguen sin darla- dejando al pueblo en la miseria y el hambre, se fueron unos al exilio caviar a México en el yate Vita, con las joyas del Monte de Piedad y otros a Moscú a disfrutar de la abundancia y la libertad proverbial que decían que había en aquel régimen carcelario e incomunicado del que no se podía salir y que duró hasta el autoderribo en 1989, por falta de futuro. Ahí siguen unos ejemplos lamentables y vomitivos. El que no lo vea es que está ciego. De nada sirven las profanaciones.

Es para estarse callado y no volver sobre lo mismo. No hay blanqueo posible. Solo vinagre y mal perder.

Léase la declaración del Parlamente europeo del 19 de septiembre del 2019. Es muy clara y al alcance de los más torpes.