Monse Gil-Delgado Fernández.- Europa y la raza blanca se juegan su supervivencia. En los últimos tiempos nuestros países están siendo objeto de un ataque sin precedentes que pretende dejar nuestra presencia en la Historia de este planeta en un recuerdo. Pero el verdadero objetivo a batir es el Cristianismo. Porque somos la única comunidad histórica, cultural y religiosa capaz de poner en dificultades los intereses de la Nueva Dictadura Global, somos un pueblo ideológica y espiritualmente fuerte que puede echar por tierra los planes para someter a la Humanidad.

Al fin y al cabo, detrás de todo hay un trasfondo espiritual que no todos alcanzan a comprender, pero que es difícil de ocultar a estas alturas del partido. Y qué mejor manera de acabar con una civilización que impedir que se reproduzca. Desde hace muchos años las élites que nos gobiernan han dejado clara su intención de intervenir en el natural devenir de la reproducción humana. A través de diversas instituciones y desde múltiples enfoques, han trabajado para disminuir la natalidad, ya lo vimos con la Liga de la Eugenesia. Su heredera, la IPPF, la central del aborto en el mundo, ha estado muchos años bajo la dirección de William H. Gates, padre del informático más famoso del mundo. Y como de casta le viene al galgo, el hijo se ha empeñado en mantener el legado de papá Gates y seguir con los experimentos para la esterilización humana. La esterilización de los jóvenes es uno de los objetivos de la campaña. Ya llevan muchos años practicándolo,

En 2014 la OMS llevó a cabo un proceso de vacunación masiva a las mujeres de Kenia, en teoría para erradicar la polio. Pero aquellas inyecciones llevaban escondido un agente de esterilización que provocaría que muchas mujeres quedaran incapacitadas de por vida para concebir, como denunció la Asociación de Médicos Católicos de Kenia. Eugenesia camuflada en una campaña de vacunación… Pero esto ya se había intentado antes.

La OMS trató de imponer campañas similares en Filipinas, México y Nicaragua durante los años 90, intentos que afortunadamente fueron rechazados por las autoridades de cada país. La India también sufrió el zarpazo de los experimentos de esterilización a través de vacunas, al igual que otros países africanos. Y ya sabemos quién está detrás de la OMS: la Fundación Bill y Melinda Gates es uno de los principales apoyos económicos para las campañas de vacunación de la organización.

En una de las charlas TED, foro donde los más eminentes científicos exponen sus planes para la despoblación mundial, Gates nos lo ha dicho abiertamente: “el mundo tiene unos 6800 millones de personas y nos encaminamos hacia los 9000. Si hacemos un trabajo realmente bueno con vacunas, servicios de salud reproductiva y atención médica, podríamos disminuir esta cifra entre un 10 y un 15%”.  Gates nos explica con toda claridad qué significa hacer un buen trabajo con las vacunas y yo estoy empeñada en llevar sus palabras hasta el lugar más recóndito de este planeta por el que tanto sufre. El momento no puede ser más oportuno ya que la Humanidad afronta la mayor campaña de vacunación de su Historia, y los antecedentes no pueden ser más claros.