Sin duda alguna desde el inicio de la pandemia por coronavirus, un sector que se vio afectado profundamente y no sabemos si de forma irreparable, ha sido el cine. Desde que fue declarada la emergencia sanitaria las aglomeraciones han sido prohibidas por lo que una sala de cine se volvió un lugar restringido. A pesar de que muchas cosas han vuelto a cierto grado de normalidad, el cine sigue siendo un espacio vacío que no recuerda a lo que fue a tan solo un año de su cierre obligatorio.

Las salas del cine eran un sitio para celebrar el arte, siempre lleno de fanáticos de los filmes, con un olor inconfundible a palomitas de maíz y filas de gente esperando entrar a las salas. Fueron un espacio para disfrutar estrenos, vivir emociones, celebrar cumpleaños y más, pero hoy son un fantasma de ese recuerdo. Pero la verdad es que el cine no ha muerto, pero ¿podemos decir lo mismo de las salas de cine?

El fenómeno Streaming

El streaming había estado ganando fuerza incluso antes de la llegada del coronavirus, pero no podemos negar que este suceso ha aumentado su éxito. Al pasar tanto tiempo confinados en casa la necesidad de entretenimiento llevó a muchos a probar diferentes canales tv streaming, encontrando gran placer en poder disfrutar de diferentes opciones con tanta facilidad y accesibilidad. Para los puristas nada puede sustituir a una buena sala de cine, pero la verdad es que son muchos los que han encontrado muy agradable la ventaja de disfrutar desde su hogar de diferentes opciones, y esto ha afectado negativamente a los diferentes cines.

La venta de entradas ha disminuido en un alarmante porcentaje, y es que el 2020 fue un año sumamente difícil de llevar. Con el cierre de las salas de cine las películas planeadas para estrenos fueron retrasadas o lanzadas en condiciones poco idóneas. Muchas opciones de canales de streaming, como las reseñadas en es.collected.reviews, estrenaron diferentes películas y sin embargo no hizo mucho por ayudar a los números. Muchos estrenos fueron aplazados para este año y eso solo hizo que el interés por el cine disminuyera aún más, sobretodo porque plataformas como Netflix, HBO, Amazon prime y Disney + estrenaron contenido que mantuvo al público con expectativas.

Además la situación actual también ha sido consecuencia de malas decisiones, pues al no haber grandes estrenos la gente no querrá poner interés en volver al cine, por lo que la poca valentía de los estudios cinematográficos de tomar el riesgo de lanzar sus películas ha afectado a las salas de cine.

Cine Tradicional

Los amantes reales del cine tradicional son los verdaderos salvadores pues siguen poniendo interés en permanecer dando vida a las salas de cine.

La verdadera incógnita que se vuelve muy inquietante es si volveremos a ver las salas de cine llenas de personas, con grandes estrenos y con un gran éxito, o si es el fin de este arte como lo conocemos. Ciertamente las plataformas de streaming no paran de crecer e invertir, y esto cambia por completo las reglas del juego. Los estrenos se harán por sus plataformas y el cine común verá la falta de interés de muchos usuarios y eso sin duda puede traducirse a salas vacías. Muchas salas de cine cerrarán sus puertas y es indiscutible la nostalgia y tristeza que causa la pérdida de una celebración del arte como la practicada en las salas de cine, que si bien no implica que dejarán de hacerse y disfrutarse las películas, la experiencia deja de ser la misma.

Los usuarios la tienen muy fácil, puedes pagar un paquete que viene con películas y estrenos en tu streaming favorito o pagar por ir a ver un estreno. Todos sabemos la respuesta. Para las plataformas es un gran beneficio, hay menos intermediarios en cuanto a producción y ahora los independientes buscarán vender sus proyectos a las grandes empresas de streaming.

Conclusión

A nivel cultural tiene un gran impacto, sin duda. Las salidas al cine forman parte de la citas de muchas parejas, las salidas familiares de fines de semana, y de las salidas entre amigos, supone un ambiente que te obliga a respetar y apreciar el trabajo cinematográfico y causa un gran sentimiento de pérdida para los aficionados de esta forma de arte, que más que apreciar solo las películas, apreciaban todas la experiencia que brinda. La vida continúa avanzando y si bien no dejarán de existir los cines, de forma inmediata, ya no serán lo mismo ni estarán presentes en la misma cantidad y forma.

Es posible que este fuera un hecho inevitable que se vio acelerado por la pandemia, pues desde la popularización de las plataformas de streaming han habido debates sobre cómo la calidad y esfuerzo que implican unas producciones clásicas en comparación a las realizadas en estas plataformas, pero es innegable el avance y mejoría que presentan cada día en sus producciones. Por lo pronto solo queda adaptarse y hacer lo posible, en el proceso, por no dejar morir una forma tan increíble de apreciar los largometrajes, como las visitas a las salas de cine.