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Nacida en 1955 en Santa Isabel (actual Malabo), capital de la antigua colonia española de Guinea Ecuatorial, Lola Nchaso, vecina del Pont d’Inca, es desde el martes noche la nueva concejala de Vox en el Ayuntamiento de Marratxí (Mallorca), tras jurar el cargo sobre la Constitución y ante el pleno municipal exclamar «¡viva España!».

¿Cuándo y cómo llegó a Mallorca?

— Llegué en 1968 y lo hice con un vuelo regular, como una turista más, pese a haber nacido española. Desde entonces, Mallorca ha sido el lugar donde he construido mi vida.

Llega ahora a la política, pero acumula una larga trayectoria y experiencia en la administración pública…

— Durante 38 años y hasta mi jubilación en diciembre he prestado servicio a la Administración pública española como funcionaria en el Ayuntamiento de Calvià. He pasado por varios departamentos como secretaria de dirección de cargos de confianza y concejales electos, tanto del PP como del PSOE.

¿Cuándo decide dar el paso adelante hacia la primera línea de fuego política?

— Soy ‘biviuda’ (dos veces viuda) madre de dos hijos y abuela de cuatro nietos. Llegada la jubilación consideré que era el momento de hacer algo para la sociedad, concretamente para la que me rodea de forma más inmediata. Trabajar para mejorar el día a día de mis vecinos y ayudar en sus necesidades.

Me consta que su relación con algunos de los cargos del PP para los que sirvió en Calvià fue excelente, ¿por qué eligió Vox para su aventura política?

— Estuve en un principio en el PP, pero todos somos conscientes del camino que ha adoptado el partido. Ha ido de más a menos. Necesitaba algo más convincente y las 100 medidas de Vox me convencieron. Es el único partido que dice la verdad y que de verdad defiende una España plural, pero legal.

Mujer, negra y de Vox…

— Pues sí. Una combinación que desmonta los prejuicios que pesan sobre el partido. Vox no está en contra de la negritud ni está contra las mujeres.

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