“Marruecos sacó niños del colegio para enviarlos a Ceuta sin saberlo los padres”
La frontera del Tarajal amanece hoy sumida en la calma que sigue a la tormenta. Tras una noche sin incidentes en la que no se ha producido ninguna entrada de migrantes desde Marruecos, la tensión se ha trasladado al otro lado de la frontera. La tranquilidad en el Tarajal contrasta con las protestas que han estallado en la localidad marroquí de Castillejos (Fnideq), donde la población toma las calles tras el ‘engaño’ del que han sido víctimas, que derivó en la entrada en Ceuta de más de 8.000 personas (20.000, según efectivos apostados en la frontera). Dicho ‘engaño’ fue hacer creer a la población que la entrada en Ceuta suponía que las autoridades españolas les trasladarían a la Península, como han corroborado decenas de inmigrantes.
Algunas de las víctimas de esa maniobra que lograron entrar en Ceuta, muchos de ellos menores, todavía vagan por la ciudad. Miles han vuelto a su país de forma voluntaria. Y los que continúan en la ciudad son objeto de una búsqueda desesperada por parte de sus padres. “Marruecos mandó autobuses a los colegios de Castillejos para sacar a los niños y mandarlos a España sin el consentimiento de sus padres”, cuenta a este periódico un agente de las fuerzas de seguridad apostado en el paso fronterizo. “Facebook está lleno de mensajes de padres marroquíes que están buscando a sus hijos”. El gran engaño del ‘sueño español’ y el uso de estos menores como munición contra España se han convertido en el caldo de cultivo perfecto para una movilización ciudadana que desde anoche se produce al otro lado de la frontera.
La noche del martes La Información se topó con uno de estos niños. No tendría más de ocho años y pedía un móvil para llamar a su madre. “No sabe que estoy aquí”, decía. Un bañador, una camiseta de fútbol y unas chanclas era su único equipaje para la ‘aventura’ de llegar a Europa.
Mientras la tensión se dispara al otro lado de la frontera, en el Tarajal prosigue a cuentagotas el retorno voluntario de los menores inmigrantes. “A las 10:55 han pasado cuatro. A ver qué se encuentran allí. Ahora las están pasando canutas en Castillejos”, explica un agente de la Guardia Civil que protege el paso fronterizo. El caso más dramático observado en primera persona ha sido el regreso a Marruecos a la carrera de un chaval por la zona del espigón que da al mar.
La situación que se ha vivido y se sigue viviendo en Ceuta está obligando a los políticos a posicionarse ante el colapso migratorio de los últimos días en la ciudad autónoma. La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha hecho hoy mismo mención directa a la tragedia de los menores que han pasado a territorio español tras ser sacados de los colegios sin autorización familiar.
Celaá, en declaraciones a Onda Cero, ha lamentado que “hayan sido utilizados para mandarlos por mar o subir montañas para llegar a España”. “Hasta ahora sabíamos que venían adolescentes, pero que lleguen niños tan pequeños solos nunca antes lo habíamos visto”, ha indicado la ministra no sin antes recordar que hay familias marroquíes que los estén reclamando.
“Sabemos que hay padres que los reclaman y menores que quieren volver, se está analizando uno a uno, con todo rigor, y vamos a ver lo que al final queda para ser atendido”, ha dicho, garantizado que prevalecerá “el interés del menor”, informa Europa Press.
En cuanto a una futura escolarización de los niños que permanezcan en España, Celaá ha indicado que el idioma no será un obstáculo. “Tenemos muchos alumnos escolarizados que provienen de Marruecos en Ceuta y Melilla, ahora tenemos que ver cómo se atienden en el sitio en el que están”.