China gastó 64 millones de dólares en 2020 para influir en los medios en contra de Trump y para blindarse de las críticas por la pandemia
Según un estudio publicado por el Center for Responsive Politics, China se ha convertido en 2020 como el país que más dinero gasta de todo el mundo en transferencias directas a los medios de Estados Unidos, incluso más que el propio país norteamericano.
Estas operaciones mediáticas, además, tienen un claro objetivo: de invertir alrededor de US$ 10 millones durante la era Obama (hasta 2016) a casi US$ 60 millones durante el gobierno de Trump, llegando a US$ 64 millones en 2020, hubo un claro fin de manipular la información en favor a sus intereses nacionales y en contra del ex mandatario republicano.
El nivel de transferencias a los medios estadounidenses se hizo tan alto, que a principios de mayo, el Departamento de Justicia obligó a las empresas de medios estatales de China a registrarse oficialmente como agentes extranjeros operando en suelo norteamericano, tres años después de que sean notificados por primera vez por estar gastando más de 10 millones de dólares en agencias locales.
Por eso esta semana, el medio Xinhua debió registrarse oficialmente en Estados Unidos. Xinhua es una institución de nivel ministerial subordinada al Consejo de Estado de la República Popular China y es el órgano de medios estatales de más alto rango en el país junto con el Diario del Pueblo. Su presidente es miembro del Comité Central del Partido Comunista de China.
Xinhua opera más de 170 oficinas extranjeras en todo el mundo y mantiene 31 oficinas en China, una para cada provincia, región autónoma y municipio administrado directamente más una oficina militar. Xinhua es el único canal habilitado para la distribución de noticias importantes relacionadas con el Partido Comunista y el gobierno central chino, y su sede en Pekín se encuentra estratégicamente ubicada cerca de Zhongnanhai, que alberga la sede del Partido Comunista de China, el Consejo de Estado y la oficina del presidente.
Los republicanos se han quejado de que su presentación bajo la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA) es en gran parte genérica, ya que se describe a Xinhua como “una entidad legal independiente” que simplemente “está sujeta a la supervisión del gobierno”, cuando en realidad el órgano de medios es propiedad del régimen chino, y está directamente dirigida por altos funcionarios del Partido Comunista y ampliamente visto como un portavoz de Beijing.
En el registro, Xinhua debió revelar operaciones un presupuesto anual en Estados Unidos de US$ 8,6 millones, incluidos pagos directamente a oficinas en Washington, Los Ángeles, Houston, San Francisco y Chicago.
Hasta el momento, Xinhua operaba en las sombras, sin las trabas de los requisitos de la FARA, que exigían la divulgación sobre sus estructuras y finanzas.
A Xinhua se le suman medios de comunicación estatales como China Daily y SGTN. Estos medios juntos representaron en 2020 más del 80% del gasto chino en propaganda en Estados Unidos.
Es evidente que China ha dado un salto en sus gastos en medios estadounidenses en 2020, con el objetivo no sólo de operar en contra de Trump en las elecciones, si no que para contrarrestar las críticas que recibían por haber causado la pandemia de coronavirus.
En 2020 el entonces director del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad, William Evanina, describió de qué forma China estaba buscando influenciar las políticas estadounidenses y cómo apuntaban a los líderes empresariales y funcionarios estatales y federales.
Según las palabras de Evanina, “China hace uso de incentivos económicos o coerción para influir en las élites empresariales y políticas, sabiendo que éstos son los actores que dan forma a las políticas y a las plataformas de campaña de los candidatos”.
China ha gastado un total de 174.960.992,11 millones de dólares desde 2016 en Estados Unidos.