Se cumplen 39 años del fin de la Guerra de las Malvinas
La confrontación bélica por las Islas Malvinas entre Argentina y el Reino Unido, se suscitó en el año de 1982. El llamado conflicto del Atlántico como también se le conoce, disputaba la soberanía de la región.
La junta militar que gobernaba el país suramericano en ese tiempo, consideraba tener legítimo derecho sobre la isla. Por su parte Gran Bretaña, tenía presencia castrense en el lugar ya que lo asumían como parte de su país.
Inicio del conflicto
El dictador Leopoldo Galtieri, ordenó una incursión de tropas argentinas para tomar el control de las Islas Malvinas. Cabe mencionar que tan solo 500 kilómetros separaban al territorio continental de la zona. En tanto la distancia que lo separaba de los británicos, era de 13 mil kilómetros.
Ya para el 13 de abril de 1982, los soldados argentinos habían ocupado la base de marines inglesa en las Falkland Islands, como estos denominaban a las Islas Malvinas.
Y aunque inicialmente y ante la superioridad numérica de los pocos soldados sudamericanos, los ingleses que se encontraban en la isla, apenas pusieron resistencia.
Dos días después, cuando los británicos se enteraron de la situación, la Primer Ministro Margaret Thatcher ordenó una ofensiva militar que le permitiera retomar de la manera más rápida el control de lo que ella consideraba era de su territorio.
Para ello enviaron hacia América 40 buques entre fragatas, corbetas y destructores. De igual manera, participó la división de soldados aerotransportados, la cual era considerada la elite del ejército.
La Primer Ministro británica no quería dar ninguna oportunidad a las tropas argentinas, es por ello que también ordenó el envió de 3 submarinos atómicos y un portaviones que transportaba a los Royal Marines. Con todo esto los ingleses garantizaban la superioridad tanto por vía marítima como aérea.
Guerra desigual
El conflicto bélico de Las Malvinas, duró 2 meses y se estima que fallecieron cerca de 700 soldados argentinos, así como 300 del lado británico.
El golpe más contundente dado por Reino Unidos a los argentinos, fue con el hundimiento del crucero General Belgrano, hecho en el que perdieron la vida aproximadamente 250 marinos.
Posteriormente, los ingleses tomaron parte de la guerra aérea y aunque su superioridad era evidente, muchos mencionaron que sintieron respeto por los pilotos sudamericanos, ya que, a pesar de estar pobremente entrenados y escasamente armados, plantaron batalla a un ejército superior.
De manera paulatina, los ingleses fueron ganando terreno por lo que el 14 de junio de 1982, el gobernador de Las Malvinas, Luciano Benjamín Menéndez, firmo la rendición reconociendo la supremacía inglesa y su soberanía sobre la zona en conflicto.
Error de cálculo
Cuando la Junta Militar argentina ordenó la ocupación del archipiélago, estaban convencidos que los ingleses no se enfrentarían a ellos. Primero por la lejanía existente entre Londres y Las Malvinas.
Segundo, porque no tenían ningún tipo de interés económico para los británicos y tercero, porque los argentinos pensaban que, de llegar a ocurrir un conflicto contra un país europeo, Estados Unidos se pondría de su lado.
Nada más lejos de la realidad, ya que los ingleses no solo mandaron lo mejor de la Real Marina y del Real Ejercito, sino que también recibieron la colaboración de los Estados Unidos en cuanto a comunicaciones, lo que permitió a los británicos dar golpes contundentes a las Fuerzas Armadas Argentinas.
Consecuencias que dejó la guerra de Las Malvinas
El fallecido dictador Leopoldo Galtieri quedará en la historia argentina como el militar que envió a miles de jóvenes a la Guerra de las Malvinas sin preparación, armas, ni comida, y con la sola intención de perpetuarse en el poder.
El teniente coronel asumió la Presidencia de facto en este país sudamericano en diciembre de 1981 y, pocos meses más tarde, decidió emprender una aventura militar para renovar el apoyo a la dictadura que gobernaba desde el golpe de Estado de 1976.
La “causa Malvinas” era el pretexto ideal, porque Argentina reclamaba ese territorio enclavado en el extremo sur del Océano Atlántico, a escasos kilómetros de sus costas, y que Reino Unido ocupaba desde 1833.
El 2 de abril de 1982, el contingente enviado por Galtieri a las islas tomó prisionero al gobernador británico y rebautizó como Puerto Argentino el hasta entonces denominado Port Stanley, donde se colocó una bandera albiceleste en señal de victoria.
La euforia por la recuperación de la soberanía argentina en el territorio en disputa eclipsó por algunas semanas la crisis económica y el acelerado empobrecimiento provocado por la dictadura en el país que había sido el más equitativo de América Latina.
“Si quieren venir, que vengan, les presentaremos batalla”, retó el dictador al gobierno de la primera ministra Margaret Thatcher, creyendo que el ejército británico no se desplazaría 12 mil kilómetros para defender una isla con tres mil habitantes.
Pero Thatcher, que enfrentaba su propia crisis política, envió todo el poder militar del que disponía la potencia europea y sólo 77 días después de iniciada la guerra recuperó las Malvinas y se adjudicó una victoria que disparó su popularidad en niveles insospechados.
Mientras en Gran Bretaña festejaban, Galtieri enfrentaba en Argentina la humillación de la derrota con acusaciones que se iban incrementando por la falta de condiciones en las que envió a pelear a unos 20 mil soldados argentinos.
Conforme pasaron los meses, la sociedad descubrió con horror que los soldados habían combatido sin armas suficientes, sin comida, sin agua, con castigos y vejaciones de todo tipo por parte de sus superiores.
Se difundió incluso una foto de un soldado adolescente casi desnudo, con una delgadez extrema, en una imagen que recordaba a los judíos encerrados en los campos de concentración nazis.
La guerra dejó, para los argentinos, a 649 soldados muertos, aunque en los años posteriores el número de víctimas indirectas se multiplicó porque se suicidaron alrededor de 500 ex combatientes que no pudieron soportar las secuelas del conflicto.
El 18 de junio de 1982, Galtieri tuvo que renunciar a la Presidencia que ocupó sólo durante seis meses y después, en un juicio militar, se le declaró culpable de negligencia en la Guerra de las Malvinas, por lo que estuvo cinco años preso, además de ser degradado.
A finales de la década de 1980, el represor fue indultado por el ex presidente Carlos Menem, pero dos décadas más tarde tuvo que enfrentar un juicio por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.
Galtieri ya no escuchó la condena en su contra porque murió el 12 de enero de 2003, mientras continuaban las audiencias del juicio en el que quedó claro el repudio que su figura generaba, entre otros crímenes, por haber lanzado al país a una guerra sin salida.
Lo que no dice este escritor, es que la Ministra Tacher, era una fanática protestante y masónica, y que hizo una guerra de odio contra Hispanoamérica. Le salio el odio anti español de su leyenda negra, e incluso el papa Juan Pablo le pidió paz, a lo que la bruja Tacher, no le importo ni dijo que le haría caso a un papa católico. La Tacher se comportó como sus antiguos piratas que asaltaban a Iberoamérica y robaban y violaban. El gobierno argentino, fuera militar o no, estaba en su derecho de tomar las Malvinas y expulsar a los colonialistas… Leer más »