A semanas de la cumbre entre Biden y Putin en Suiza, el canciller ruso Serguéi Lavrov apuntó directamente contra el gobierno demócrata, tildándolo de ser un “régimen” y asegurando que tiene presos políticos.

Esto fue en respuesta a nuevas acusaciones acerca de Alexei Navalny, el opositor de Vladimir Putin que fue arrestado hace un mes por “promover el terrorismo” en el país euroasiático. Lavrov le respondió a la prensa que antes de preguntar por Navalny, deberían ir a fijarse por qué hay más de 500 simpatizantes de Donald Trump que están arrestados en Estados Unidos luego de las manifestaciones en el Capitolio del 6 de enero.

Según la acusación del Departamento de Justicia, estas 500 personas permanecen bajo arresto por “terrorismo doméstico” y “alteración del orden público” al haber entrado “por la fuerza” al edificio del Congreso de los Estados Unidos, para evitar que se aprueben los votos fraudulentos de la elección del 3 de noviembre.

“Estamos listos para hablar. No tenemos temas tabú. Discutiremos lo que consideremos necesario. Estaremos listos para responder las preguntas que plantee la parte estadounidense. Esto también se aplica a los derechos humanos”, dijo Lavrov. “Por ejemplo, estamos siguiendo con interés la persecución política de aquellas personas que son acusadas de los disturbios del 6 de enero de este año”, sentenció.

Lavrov dijo que en Estados Unidos, “están sucediendo muchas cosas realmente interesantes desde el punto de vista de los derechos humanos y políticos de la oposición y la protección de esos derechos”.

Durante una conferencia del Memorial Day este lunes, el presidente Joe Biden dijo que “no le temblaría el pulso” para enfrentarse a Putin por las presuntas violaciones de derechos humanos en Rusia. Algo que resulta irónico, dado que en su país su propio gobierno está cometiendo la misma persecución contra 500 simpatizantes de su oponente político.

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