Felipe VI y la materia oscura: ¿Por qué el Rey firmó los indultos a los separatistas que le envió el gobierno socialista?
Gabriel Boyero*.- La materia oscura, o materia faltante, supone más del 80% de toda la materia del universo. Es una materia indetectable, de ahí que sea «oscura»: se supone que existe por los efectos que produce en objetos materiales que sí son visibles a la luz. Algo parecido ocurre ahora en España: Pedro Sánchez, que había prometido por su madre no conceder los indultos a los golpistas catalanes, ahora termina concediéndolos, y Felipe VI, en quien todos tienen puestas sus últimas esperanzas como repelente del sanchismo, ha firmado estos indultos.
¿Qué materia oscura actúa sobre las instituciones? Sabemos que existe esta materia oscura sólo por los efectos que en ellas produce, y estos efectos resultan devastadores: ponen el cuerpo de España en un estado crítico.
La saliva de S. M. Felipe VI se vende cara. Es la saliva que permite tragar con los indultos a los sediciosos. No hay en El Preparado ninguna señal de actividad vital, pues son muchas sus ataduras para con la ley. El poder ejecutivo manda sobre el jefe del Estado, le obliga a firmar unos indultos incomprensibles para el porvenir de España, a pesar de que ya se dictó sentencia y se condenó a los golpistas del proceso.
Los sediciosos dicen ser republicanos, sí, pero esto no es más que un disfraz oportuno, como todos sabemos. Si España fuese una República, y tuviese al mando un jefe de Estado elegido, entonces los sediciosos, catalanes o no, no tardarían en reclamar para sí una monarquía independiente. Los nacionalismos periféricos siempre han actuado invirtiendo su rumbo respecto del gobierno central español. Sólo eso explica, por ejemplo, la buena acogida que tuvo el carlismo en los territorios que hoy se disfrazan de progresistas para separarse de España, o sea, para destruirla.
Todo lo que concierne a cualquier tipo de separatismo (es decir, de fractura del Estado) es, en la teoría, una gran farsa. Amén de otros conceptos secundarios como «revolución» o «libertad», el término estrella de los sediciosos es el de «autodeterminación». Éste es el mayor instrumento del que se sirven el separatismo y la posmodernidad (la consabida «autodeterminación de género», por ejemplo), y es por ello que los movimientos separatistas han encontrado un magnífico, aunque casual punto de apoyo en la autodeterminación que promueve el globalismo. Ni más, ni menos.
Los sediciosos creen que la destrucción de lo público (de España, en definitiva) es cuestión de pura voluntad. Por eso, cuando los indultos ya son, hoy, una realidad, Oriol Junqueras ha declarado que estos indultos son una prueba de la evidente debilidad del Estado español.
La cuestión es que, pese a lo que digan muchos y pese a que Felipe VI no goza de ningún poder efectivo (no es Rey más que simbólicamente), la institución de la Corona es útil porque todavía encarna, como símbolo, la unidad de España.
Y la mejor prueba de que esto es así no lo hallamos en los discursos de los partidos fieles al Rey, sino en los discursos y pretensiones de los separatistas.
Es en las palabras de los sediciosos, que quieren acabar con la monarquía parlamentaria, donde se encuentra la evidencia de que, efectivamente, el Rey es símbolo de la unidad de España. Los separatistas desean expresamente la destrucción de España, y saben que no podrán lograrlo sin antes deshacerse de una pieza tan férrea y molesta.
¿Qué ocurre entonces con los indultos firmados por Felipe VI? ¿Es el símbolo de la unidad nacional un traidor a la patria? No, y ello por dos motivos evidentes.
El primero es claro y mecánico: su acción no comprende la elección ni tan siquiera la opinión real, por lo que el Rey está sometido al poder ejecutivo, al Gobierno. Y en tanto que esto es así, viene el segundo: ¿Qué pasaría si el Rey decidiera complacer a muchos negándose a firmar los indultos y, por tanto, negándose a ejercer el cargo que le es propio? Entonces su jefatura de Estado estaría acabada, la Corona entraría en un grave conflicto respecto a su lugar en el organigrama del ’78, y, en resumen, Felipe VI dejaría de ser rey.
No podemos adivinar el futuro, pero es bastante probable que, si algo así ocurriese, el régimen siguiente sería una República Federal que preparase el escenario para la desintegración total de España en pequeños Estados autónomos (a la manera presente).
España desaparecería de la Historia, como desapareció Yugoslavia, acometida su muerte por el cáncer del separatismo, que es una materia oscura. «Divide y vencerás»; pero la división de las gentes de una misma sociedad política es acaso el mayor crimen que se puede perpetrar contra el Estado.
*Politólogo por la Universidad Complutense de Madrid, y graduado en Teoría Política y Cultura Democrática por la misma universidad.
La palabra de Pedro Sánchez, sea empeñada por su madre, esposa e hijas, O INCLUSO POR SU AMO SOROS, no vale absoluamnete nada. Es un delincuente político, Y UN TRAIDOR A ESPAÑA, y lo estamos viendo todos los días. Ahora bien, sigo sin entender la actuación del “rey”, A LAS ÓRDENES DEL GOBIERNO SOCIALCOMUNISTA, y la única explicación plausible que encuentro es que le tienen bien cogido por salva sea la parte… ¿Tal vez por escándalos de su padre, el rey del escándalo, de su esposa, otra quw ta, o incluso de él mismo…? Dicen que la gente que no… Leer más »
O si salía o entraba en el empotraú.
O tal vez justo lo contrario. Es un cobarde, como todos los borbones, que sólo velan por su silla.
Tanto Su Sanchidad como el Jefe del EStado coinciden en ciertos gustos marlaskianos …
Amén de no existir BOrbøn real desde hace muuuucho mucho tiempo … todos bastardos hijos de capitanes y lokas nochrs de bohemia y de pasiøn…
Cuestiøn muy bién conocida y documentada por nos, por el ‘populacho’ a traves del tejemaneje palaCiego.
Deus os cria y elles se arrejunten.
Una pena? SI !
Pero sin pantalones para defender nuestra patria, sobran mandamases ‘divinos’ (de la muerte).
Plan Kalergi. Yavtu sabes mi amol.
La Corona se sitúa por encima de la política y de la lucha de partidos. De acuerdo con la fórmula ” reina pero no gobierna “, los monarcas actuales, en cualquier país democrático, carecen de poderes ejecutivos, judiciales o legislativos. El Rey, en una Monarquía Constitucional ostenta la Jefatura del Estado, sanciona las leyes que aprueban las Cámaras, nombra a los cargos a propuesta del Gobierno. Sus actos vienen refrendados por el Presidente del Gobierno, por los ministros o por la autoridad correspondiente, que son los responsables de dichos actos, nunca el Rey. Aunque a muchos españoles nos gustaría que… Leer más »
LOS BORBONES tienen muchos secretos, y cosas que ocultar…
Confio y espero que CUÁNDO SALGAN DE ESPAÑA, ESPERO QUE PRONTO, Y DE FORMA DEFINITIVA, comience a aflorar toda su “mierda”.